LAS DEL GRAN CAPITÁN

 

Saque esta sencilla cuenta: divida, por ejemplo, el número de habitantes de su pueblo por el número de funcionarios de su ayuntamiento. Quítele un 20/25% de niños y/o dependientes. Lo que le dan son los ciudadanos por funcionario a mantener. Aún puede reducirlo a familias…

¿Desproporcionado?.. La misma desproporción que en sus impuestos municipales. Ese es el precio del clientelismo político, del nepotismo partidista que paga el pueblo…

Los números deberían ser al revés: ¿cuántos somos?.. ¿y cuántos necesitamos para los que somos?.. Y ni uno más, tío Tomás. Pero no se hacen así las cosas, y por eso tenemos las cuentas del Gran Capitán.