LES OTRES

Hay una cosa que echo en falta en la estrategia adoptada para la campaña política de “recuperación de Catalunya”, puesta en marcha por nuestro gobierno central con el asunto de los indultos, y demás parafernalia de guiños cruzados con ERC; proliferación de actos oficiales en Cataluña con presencia real; y todo lo que busque acercamiento y mimitos… y son les otres catalans: los marginados, despreciados, e incluso perseguidos catalanes no nacionalistas, por sus paisanos separatistas. Mucho besito y morrito con los de la casta secesionista y mucho olvido con la mayoría, sí, mayoría digo, de catalanes españoles que hasta se ven humillados, incluso no permitiendo estudiar a sus hijos en su lengua materna y co-oficial, el español, la del Estado, y que hablan 500 millones de personas… Y esto es tan solo que un ejemplo.

Mientras, en la Cámara de Diputados, Sánchez floreaba las migajas que le concedía Rufián: “le agradezco sinceramente sus amables palabras”, y, ante la sorpresiva incredulidad del hemiciclo, remachaba para que no existiera ninguna duda: ”lo digo sin ningún sarcasmo”. Y eso, tras poner en duda el republicano su valentía, sugiriendo que obraba así por puñetera necesidad… Yo apoyo el diálogo, y la tolerancia, y el perdón, e incluso el pasar página, que es todo cuanto se alega, y que a mí me parece muy bien, y hasta fenomenal, pero si no se hace desde, y de parte, de ambos lados, no sirve para nada, y el diálogo seguirá siendo entre un tonto y un aprovechado. Un diálogo de besugos, pero uno más besugo que el otro.

Y, para redondear la faena, el gobierno perdonador ha de ser el adalid de esos les otres catalanes que se sienten españoles y son rechazados por ello. Concordia, sí, pero a cambio de concordia. Hay media sociedad catalana excluida por un govern cuyo “pueblo de Catalunya” solo es la otra escasa mitad de ciegos independentistas. Y eso es genocidio político de sus iguales. Tras la salida del trullo, se monta la opereta, por ejemplo, de una Recepción en el Liceu, y ni siquiera se les invitó al acto, ni a través de la más modesta organización que los representara. Actuó la xenofobia excluyente de siempre sobre los de siempre por los de siempre, que son los que han secuestrado las instituciones de Catalunya sin ser toda Catalunya.

Nuestro presidente no ha tenido, desde ese vergonzoso gesto en el Liceo al de la Cámara de Diputados, pasando por su Consejo de Ministros, otro mínimo gesto de reconocimiento, empatía y magnanimidad con los que merecen más que los otros… Yo, al igual que Rufiá y él se preguntaban mutuamente en el Congreso qué planes tenían sus gobiernos tras los indultos, en un retruqueo de ¿ahora, tú, qué?.. ¿y tú?.. sí que me atrevería a preguntarle al nuestro: ¿y ahora, qué, le toca ya a les otres?, ¿nos vamos a ocupar de ellos?.. Tienen sus derechos anulados, ¿se los vamos a defender?.. ¿los vamos a indultar de sus propios malos paisanos?.. ¿su govern va a amnistiar a sus conciudadanos perseguidos y ninguneados?..

A mí, lo que me preocupa de verdad, es que el relato “indepe” se imponga al relato perdonífero y buenista de un gobierno que, por otro lado, ha aprovechado lo mediático de este circo, para tapar en lo posible y pasar de puntillas sobre una declaración del Consejo de Europa donde se equipara a España con Turquía… A mí me avergüenza profundamente. Y tendrá razón si dejamos que esa mitad larga de pisoteados catalanes sean, una vez más, los injustos perdedores de una partida en que las piezas del tablero político solo las mueven los malvados y los inútiles.

Tampoco la oposición sabe hacer otra cosa que el ridículo. El ínclito Aznar, momia en conserva del PP de Casado, proclama, vox et pópuli, “jurárselas” a empresarios y obispos que han bendecido los sanchunos indultos, y pide “no olvidar”, con esa bajeza que le caracteriza… Pero sí que olvida que a esos obispos él mismo les concedió bula para arramblar a destajo con el latrocinio de las inmatriculaciones. Y no puede decir que no sabía que… puesto que esos mismos obispos que hoy apoyan descaradamente la independencia catalana desde sus púlpitos, ayer mismo también apoyaron la vasca…

Por eso creo que el Consejo Europeo se equivoca comparándonos con Turquía… Aquello es una cuasi dictadura bajo la bota supremacista de Erdogan. Y lo nuestro es un muy cuidado circo de payasos, cuentistas, arribistas y arramblistas, iluminados mesiánicos y bichejos varios. Un muy poblado zoo de especies trepadoras y depredadoras, desde monos a hienas. Un reino de taifas en continuo y mutuo zancadilleo. Es todo eso y algo más que eso: es una democracia. Pero que no sabemos conducirla, ni manejarla, ni defenderla…

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