LOS DEL AGUA

Resultado de imagen de agua de trasvase

El otro día hubo una gran manifestación en la capital del reino por parte de “los del agua”. La cuestión es que los que son parte directa del problema, porque también en su día fueron la causa directa de ese mismo problema, también se apuntaron a la manifestación a fin de metamorfosearse en el problema y con el problema: los políticos. Allí estaban todos, haciéndose el selfie correspondiente y con el joven presidente al frente.

            Pero yo no sé a qué juega este López Miras. Le guste o no le guste, él representa a un partido muy poco de fiar en su gestión del agua. Fueron los del PP los que se inventaron el gran pancartismo del famoso “Agua para Todos” colgando de todas las fachadas oficiales, a fin de entronizarse como los cruzados del agua para con los agricultores, y luego, sin empacho alguno, arriarlas vergonzosamente y, nada por aquí, nada por allá, darles el cambiazo por un Memorándum que derogaba plácidamente, como en una dulce muerte anunciada, los trasvases Tajo-Segura, de la mano de la poderosísima madrina María Dolores de Cospedal, mano que, como la de Santa Teresa, obraba milagros de gloriosas puertas de escape, y bien remunerados puestos de escape, para los mismos políticos peperos y trileros que llevaron a esta región a la ruina hídrica en la que estamos hoy.

            Por eso no entiendo que mis amigos y vecinos agricultores los hayan dejado montarse la farsa de manifestarse a su costa. Me resulta incomprensible. No que lo hagan, o lo que intenten, pues tienen cara dura suficiente como para eso y para más, si no que las auténticas víctimas del ruin engaño les permitan procesionar tras el santo, y bajo el manto como tales víctimas, cuando en realidad han sido los verdugos…

            Es que es algo muy parecido a lo que está pasando con las otras aguas: las del Mar Menor. Que últimamente estamos asistiendo a una especie de mimetización y minimización a la vez del desastre, con declaraciones tendenciosas, contradictorias y de condolencia, intentando al mismo tiempo en convertirse en sus capitanes Trueno defensores, cuando histórica y políticamente han sido los culpables de todo. Primero, por su dejación y abandono en los años de bonanza, cuando sabían perfectamente lo que estaba pasando y cosechaban triunfos de ladrillo y desarrollismo irresponsable bajo el acomodado laissez faire. Y segundo, por paralizar en su momento crítico las estructuras que podían haber evitado ese mismo desastre.

            Esta estrategia que han adoptado ahora de asistir compungidos y llorosos, incluso cínicamente reivindicativos, a los entierros de los muertos que ellos mismos han provocado y causado, solo puede obedecer a que el horizonte avisa de unas próximas elecciones regionales, y hay prisa en enterrar una reciente memoria histórica de cuyos daños hoy ellos son los directa y auténticamente responsables.

            Saben perfectamente que la gente, el personal, la ciudadanía, son flojos en la conservación de esa memoria, y flacos en recordar lo que no se debe olvidar,, y que se les engaña con facilidad, aunque sea trasvistiéndose de deudos en los duelos de los fallecidos por su culpa con los más sentidos lutos… Hasta ahí casi que puedo entenderlo, pero, repito, lo que no comprendo en absoluto es cómo los que de verdad lloran y sufren las pérdidas, cuando los ven aparecer con su falsa contricción en su falso ánimo, no los corren a gorrazos…