LOS NUEVOS BÁRBAROS
- Por miguel-galindo
- El 20/10/2021
Lo de la Convención, o lo que fuera, itinerante del PP, que confeccionó Casado, y/o los lumbreras de sus asesores, supongo que incluido su murciano campeón de lanzadores de huesos de oliva (JJ.OO. de Cieza), dio para mucho (ya hablaremos del más normalico del Psoe, reciente)… Desde todos los presentes hasta “la ausente” – Díaz Ayuso – diciendo sandeces desde las Américas… Por cierto, que “el ausente” era como los franquistas llamaban a José Antonio, que la Historia sabe que Franco prefirió en convertirlo en mártir con el grito de ¡ presente ¡ antes que tenerlo de competidor… En este caso, el paralelismo viene al revés: es doña Ayuso quién considera a Casado un competidor al que habría que convertir en mártir para que ella se haga presente una vez que él se ausente…
Lo más sonado desde la América del Norte fue llamarle la atención al Papa por haberle dado a López Obrador una lección de humildad. Ella la dio de soberbia, claro, que es lo suyo… El presidente de Mejico – o México, si quiere – que, al carecer de educación y fondo político mínimo para proyecto alguno, está basando toda su agudeza y sapiencia en que los antiguos colonizadores de su país (España y la Iglesia) pidan perdón por los excesos que cometieron en su época, se repite en su tole-tole… Desgraciadamente, no conozco colonización sin excesos, como tampoco convivencia entre nativos sin los mismo excesos y violencias. La causa es siempre la misma: la obtención del poder, sea desde dentro o desde fuera. Y el balance final debería ser si entre lo quitado y lo aportado existe superávit, o equilibrio, o algo que aprender, pero en fin, es lo que hay…
El caso es que nuestra insigne autoenviada de Madrizzz, con triple “Z” de El Zorro, afeó a Francisco su petición de perdón por los “debes” de la Iglesia y olvidando generosamente los “haberes”, que también los hubo, achacándole algo así como que “hablando español, como él, no hay porque pedir perdón por aportarles nuestra lengua y nuestra cultura”… Esta ruindad de persona no entiende que ninguna lengua ni ninguna cultura tiene porqué ser mejor que otra, y que todas deben ser respetables y respetadas… Claro que los suyos tampoco son muy dados a respetar. Su tótem Aznar, desde la convención de la tribu, y echando una manita a lengualarga, soltó ese genial: “… ¿y cómo se llama usted, acaso López por los Mayas y Obrador por los incas?”, demostrando su ignorancia y desprecio por la cultura, y sin pararse a pensar que sus propios apellidos, Aznar, como también López, bien pueden ser impostados de una genética venida de Africa, por ejemplo… de donde, más o menos, venimos todos.
La aportación de un respetado premio Nóbel de Literatura, Mario Vargas Llosa, la verdad es que tampoco fue un dechado de brillantez. Se ve que esos sitios contagian la mediocridad, la cutrez y la torpeza, por su declaración de que “lo importante no es votar en libertad, si no votar bien”, que soltó el eminente. Yo quiero creer que quiso decir lo que no dijo, pero que le salió el tiro por la culata. Lo de confundir, creo que libertinaje con libertad, puede pasar el lapsus, pero tiene un socavón como la copa de un pino: ¿quién decide lo que es votar bien o mal?, ¿él?, ¿ellos?.. pues eso es como aquella dirigida consulta de Franco con su Referéndum… Eso es pura dictadura. A mí no me vale esa fórmula, con perdón.
La ocurrencia de invitar como telonero de luxe a Nicolás Sarckozy, ex de la grandeur de la France, no sé de qué cabeza pensante se escurrió el aborto. Si fue para coronar la colección de cromos reunida de gloriosos dinosaurios, tuvo una metedura de pata no menos gloriosa, pues al día siguiente de su intervención (un intercambio de babosos lametones con Casado) salió de la reunión acusado por la justicia francesa de un delito – otro más – de financiación ilegal, aparte de otras causas pendientes… O sea, invitaron a una joya en delincuencia fiscal, digno modelo y a la altura de los gürteles de sus amiguetes y colegas españoles.
Aznar no quiso quedar de tercerícola ante tanta competencia, por lo que se dedicó a tirarle perdigones al reciente muñeco de feria de moda, el ministro socialista de Trabajo, Escribá, sobre su ocurrencia de la jubilación: “yo no soy pensionista, ni estoy jubilado, ni pienso hacerlo”… ¡ toma!, ni Berlusconi tampoco.. ni los que se han forrado gobernando, procurándose cuantas gabelas, mamandurrias, chupandurrias y puertas giratorias han podido acumular, como él ha hecho... Ni los Soprano tampoco. No lo necesitan.
La convención itinerante pepera resultó de una ranciosidad severa. Si esta es la derecha que nos espera como alternativa de gobierno, apañado vamos de desgobierno. Nos hemos quedado sin oposición ante una izquierda mediocre, meliflua y pusilánime, tan de calientaculos como sus rivales… Y votar lo menos malo no deja de ser una triste salida… Óiga, amosaver, ¿aquí es que no hay unos “verdes” o algo así… Algo es algo…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
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