LQNSLGTB
- Por miguel-galindo
- El 01/10/2018
Juro por mis difuntos más antiguos que los de mi pueblo, en el que nací, crecí y me crié, siempre y a lo largo de mi historia como persona, respetamos (incluso admiramos a algunos) que eran – así habían nacido – con tendencia diferente a los que habíamos sido paridos con otra distinta, léanse gays, lesbianas, o lo que cada cual o cuala fuera. Jamás, al menos que yo me percatara, nunca, se les marginó, rechazó o insultó, siempre formaron parte, incluso estimada, de nuestra sociedad, y siempre se les trató con la misma deferencia y cordialidad que a cualquier otro vecino.- Presento esta declaración firmada ante testigos (igual que si le pidiera íntima relación a una dama, por si las moscas) a falta de acta notarial, para evitar ser etiquetado en lo posible de homófobo, cosa que no soy…
Pero me sorprende ver el inmenso poder mediático que pueden alcanzar unas siglas apoyadas en la sociedad por la propia sociedad. Como lo de la LGTB mismamente, y con todos mis respetos, por supuesto. Y me sorprenden esos Días del Orgullo que paralizan pueblos y ciudades, que cuestan un pastón de dinero público el disponer los dispositivos urbanos de seguridad, ambientación, etc., que, lógicamente, conllevan cada días más… Y que se justifican por el hecho del negocio que igual conlleva, como siempre, y levantan a su alrededor, aunque también como siempre solo miremos el Haber sin consultar el Debe.
Como también me sorprende encontrarme con bandas multicolores colgadas en los edificios públicos y oficiales de cualquier pueblo o lugar que se precie. Tanto como toparme con pasos peatonales pintados de arco iris, que no me atrevo a pisar por si me acusan de gesto ofensivo o despreciativo al símbolo, aunque también pueden condenarme por rechazo si no lo hago… Pero lo que más me sorprende sobre todo es que esas personas tengan que ser respetadas por tan desmedidos alardes, y no por lo que son (y pido perdón por opinar así). No entiendo que tengan que montar un circo exagerando, e incluso abusando, de su diferencia, hasta hacerlo histriónico, para transmitirle al resto de la gente – a través de tan patética provocación – que son personas tan dignas y respetables como las demás que no se entregan a tales aspavientos. Pido disculpas, ya digo, pero es que no lo comprendo. Me da la sensación que los respetamos más a ellos que ellos a nosotros
Salvo que el secreto de tal fenómeno sea precisamente comportarse en portarse contrariamente a lo que dicen y pregonan. O sea, en separarse ellos mismos del común de la sociedad y mostrar parafernaliamente su diferencia con respecto a ella. El etiquetarse a sí mismos como diferentes: los LGTB. El distinguirse a sí mismos del resto, incluso haciéndolo sentir de la manera más indiscreta e incluso a veces soez. Cuando el común de los que ven y callan respetan mucho más la discreción que la excentricidad. Las inclinaciones sexuales de los seres humanos han de ser respetadas en sí mismas y por sí mismas, no por disfrazarse de plumas y subirse a una carroza a exteriorizar anormalmente lo que debe ser normal.
Pero como esto queda claro que se debe a la fuerza mediática que otorga la etiqueta (acusan a quienes los etiquetan, pero se etiquetan ellos solos), yo propongo que el resto de humanilandia – y no voy a caer en la trampa de la provocación diciendo normales… ¿qué leches es la normalidad? – pero sí que fundemos el colectivo LQNSLGTB, por siglas que no quede, y que presionemos igual y también a políticos populistas y que se las dan de avanzados, al capital, a empresarios, a medios de comunicación, y a la organización de comerciantes centro, y a la Onu, para que se nos reconozca un día, o una semana, o lo que sea, pues no queremos ser diferentes a nadie pero exigimos que se nos reconozca nuestra diferencialidad, ¡qué cosas!.. y que esas fechas se institucionalicen y se constitucionalicen, y se nos ponga la bandera en sitios oficiales y la alfombra roja en los públicos, y demás estrategia protocolaria que se le concede a nuestros hermanos y colegas de tribu…
…Y como han copado todos los colores habidos y por haber, nosotros nos conformamos con lo que han dejado, y que sea de un blanco y negro sensillico… ¡Ah!, que he citado las siglas, pero no el nombre… Sí, tomen nota, please, LQNSLGTB, o sea, Los que no somos de la LGTB.. No creo yo que sea tan difícil, ¿no?.. Cuidao, exigimos idéntico, no más, pero tampoco menos, el mismo, respeto que ellos nos exigen a nosotros.
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