MAÑANA ES HOY

El cambio climático que tenemos encima nos va a traer bastantes más cosas malas que buenas. A este país, sobretodo. Y muy especialmente a esta región. Y es que, entre otras cosas, nos va a replantear de forma drástica la gestión hídrica española, aparte de las mentiras y embustes que prometen nuestros políticos. Las previsiones de los expertos apuntan a que para 2.100 estirando mucho, los recursos hídricos en España se reducirán en un arco del 25% al 40% menos de agua. Un auténtico disparate.

            Y eso, aún salvando el mapa de cuencas excedentes y cuencas deficitarias, pero, claro, con bastantes menos excedentes en las unas y bastante más déficit en las otras. Ese es el panorama previsto. Y ese sombrío escenario obligará, más pronto que tarde, a cambiar brutalmente la política de agua seguida por los distintos y distantes gobiernos habidos – y sufridos – en las últimas décadas.

            Si eso es así, y, desgraciadamente, lo creamos o no lo creamos, está confirmado por la propia Onu y es lo que nos viene, lo de los trasvases sería una solución obsoleta. Se acabarán hasta las guerras con autonomías vecinas por unos caudales de agua que ya escasearán para todos… Y aquí, las batallas que ahora se libran regantes y donantes quedarán para las hemerotecas. Yo imagino (quiero imaginar) que nuestras comunidades de regantes y asociaciones de agricultores ya estarán planteándose este nuevo escenario, estudiando qué posibilidades tienen, y previendo las distintas alternativas a ello. No los creo tan poco previsores como para no verlo venir. Otra cosa es que callen prudentemente esta cuestión, pues es muy gorda y de la suficiente gravedad como para andarse con mucha cautela ante de abrir la boca con algunas soluciones.

            Y aquí, solo quedan, a mi corto entender, un par de caminos: o una interconexión de cuencas y que nos repartamos el escaso agua como buenos hermanos, o potenciar la investigación sobre la desalación y/o hidroponía y valernos de nuestros propios recursos. Personalmente, creo más en la segunda que en la primera, dada la insolidaridad manifiesta que luce el pelaje del paisanaje, tanto social como político… Al fin y al cabo, la naturaleza nos ha situado en la zona seca del parchís, pero nos ha dotado de costa, y eso habrá que aprovecharlo en lo posible y plausible… Hasta pudiera llegar a ser posible, si la cosa se pone mal, que con la mitad del caudal de agua disponible, tengamos que enchufarle la manguera del mar a los castellano-manchegos para que ellos puedan llenar el botijo…

            …Que cosas más grandes se han visto… Pero lo cierto y verdad, hermano cofrade, es que Murcia es una región bípeda (solo se sostiene sobre dos paticas) y vive de la agricultura y del turismo. Y ambas dos peligran ante este panorama. La primera, por lo que estoy diciendo, porque solo podremos contar con nuestros propios recursos de secano profundo. Y la segunda, porque también anunciada la subida del nivel del mar, acabará con nuestras playas artificiales y artificiosas, y arrasará nuestras costas. Otro cambio en contra, a tener en cuenta, aunque miremos para otro lado.

            O sea, lo que se nos quita del cielo para regar, nos será dado del mar para desalar. De nuestro ingenio depende el prosperar. Lo que no me encaja es el aparente seguir labrando el mismo barbecho, como si no fuera a pasar nada. Y estos cambios no van a ocurrir así, de golpe y porrazo, dentro de 80 años. Esto está ocurriendo ya, ha empezado a pasar, lenta o rápidamente, y no podemos sustraernos a ello, ni permitirnos el lujo de decir lo del mañana, ya veremos… No. Hoy ya es mañana.

El próx. Viernes,26/04, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7 (queda colgado en YouTube): FANATISMOS… tan iguales, tan distintos…

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