¡ MENÚO FANGAL, CHAVAL.. !

He leído un estudio que me ha dado qué pensar – por si pienso poco – que, un día de estos, como decía mi abuela, de tanto pensar el cerebro se me va a hacer papilla. Y es que la comunidad científica ha alertado de que “existe sobrada evidencia académica de que el calentamiento global está relacionado con el surgimiento de conflictos en las áreas del mundo más sometidas al impacto de fenómenos climáticos, como la desertificación, las sequías, el hambre, o las malas cosechas”. Ahí es nada, camarada… O sea, que somos como los perros, que aventamos la tormenta antes de que llegue, y nos ponemos en plan borde.

            “A medida que avanza el cambio climático, se ve más claro el nexo entre violencia y clima, y que el desafío puede ser más grave de lo que se piensa”, es lo que opinan los investigadores del Informe. Y que el cambio climático espolea los conflictos, parecen tenerlo muy claro los de la Agencia de Meteorología de la Onu, que así mismo lo anuncian en su Informe sobre el Clima de 2.018: “existe un vínculo claro entre crisis climática y la inestabilidad política y social”…

            Pues, señores, entonces lo llevamos claro… Porque, me pongo a pensar, y, hasta cierto punto, tiene la lógica de las consecuencias. O sea, en ciertas partes del mundo, que son más pobres y desgraciadas que la leche, se desata una hambruna por una calamidad, y la gente actúa a la desesperada, pues las tripas son malas consejeras. Y se explica perfectamente que esas personas vengan a comer de lo que a nosotros nos sobra y tiramos cada día a la basura. Luego, los retenemos en campos de refugiados, que son de concentración en realidad, o procuramos que se ahoguen en el mar, o pagamos a otros para que nos hagan el trabajo sucio y no los dejen pasar, o lo que sea…

            Así que el conflicto en ese sentido, está servido. Y eso resulta claro y meridiano. Otra cosa es que no queremos verlo, que disimulamos, o que nuestra mala conciencia nos haga votar a populismos que asuman nuestra propia hipocresía al respecto, para luego, cuando vengan mal dadas, que vendrán, no lo duden, tener en quienes descargar nuestras propias culpas. Que eso sabemos hacerlo de puta madre, óigan. Que ahí tienen la Historia, piensen ustedes también un poquico…

            Pero lo que a mí me dá qué pensar, aparte de lo obvio, es si lo que está pasando en países acomodados y de democracias contrastadas (hasta cierto punto) como EE.UU., o los de la propia Europa, o aquí mismo, en nuestra España del alma, también tiene que ver el clima, como dice la Agencia esa de la Onu… A ver, ¿aquí ha aparecido Vox, a mal señalar, por la ya inminente subida del nivel del agua del mar en nuestras costas?.. o, por ejemplo, ¿por que avanza la desertización a pasos agigantados?.. ¿tambien se desertizan nuestros cerebros?.. Puede ser, pues sabido es que la mala leche viene con los problemas, y a nosotros, aunque no queramos reconocerlo, los intuimos, y se van acumulando y acomodando, inexorablemente, a nuestro alrededor.

             La España vacía, tan de moda hoy, se produce (según este informe) por la escasez del agua y el avance de las sequías, donde el personal ya no puede vivir de su trabajo tradicional, y emigran a las grandes ciudades, donde disputan espacio, trabajo y servicios a los que allí residen, viniendo después los disturbios, aún disfrazados de otros motivos. La charneguería catalana ilustraría este efecto…

            Pero lo peor es que si el cambio climático está producido por la humanidad, y la humanidad es afectada negativamente por el cambio climático, ¿a quién echarle la culpa?.. ¿dónde, cuándo y por qué empezó esta cadena?.. ¿qué fue primero, el huevo o la gallina?... Las causas se ignoran, pero los efectos se pagan. Así que lo tenemos claro, chaval…

El próx. Viernes, 24/05, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7 (queda colgado en YouTube): HIPNOPANTALLISMO… un riesgo que afrontar.

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