NACIÓN y RELIGIÓN

  

Séneca decía que la religión es verdadera para los pobres de espíritu, falsa para los sabios y avisados, y útil para los líderes y políticos… Esta sentencia del sabio hispanoromano no ha de constreñirse a la cuestión religiosa pura y dura, que también… Pero hay muchas clases de religiones, no solo la interpretación de Dios por los hombres, siempre interesada, como todo. Si no que también existe la religión de las ideologías, la del deporte, la de la patria – el patrioterismo – la de esta o aquella creencia, la del fanático de cualquier cosa… y todo casi siempre manejado por algunos alguienes.

                Cualquier cosa puede convertirse en religión de un pueblo, debidamente manipulado, como cualquier guerra de independencia, por ejemplo. Son dioses tribales, totémicos, hechos a medida de necesidades creadas. El soberanismo es una religión popular que, debidamente administrada, suscita fanáticos fervores, dogmáticos fundamentalismos, seguidores ciegos. Las masas se mueven por conceptos de simbología grupal, como la patria, la tradición, la lengua, la cultura (debidamente falseada, claro), la emoción primitiva de sentirse integrado (digerido) por algún denominador común. Exactamente igual que cualquier religión. Lo mismo. El gran sacerdote mediático – y sus meapilas – dictan sus normas, y los creyentes asisten a sus misas iniciáticas en masa, a la llamada del muecín. Siendo perseguido el no asistente. Como debe ser.

                Acabamos de asistir a una de sus peregrinaciones a su Meca: Elecciones Autonómicas revestidas de la sacra vestidura de Plebiscitarias. El resultado, verdaderamente, es el mismo, exactamente el mismo que la realidad preexistente a la gran ceremonia mistérica de la urna: seguirán gobernando los mismos con la sola idea de la independencia, aún sin ser votados por una mayoría de no-independentistas. Aquí, todo el mundo se felicita, porque todo el mundo dice que ha ganado, pero lo cierto es que no ha ganado nadie… Sigue la misma cabeza y cambia el traje que viste el mismo cuerpo.

                Y se ajusta perfectamente a la frase de Séneca. Esta religión es falsa para los que saben, para los avisados, porque nada cambia en el fondo si bien adopta y se adapta a diversas formas, como hace la propia religión en su mismo caso, que absorbe ritos ajenos para anularlos y convertirlos en propios. En el caso catalán, la misma Iglesia se muestra a favor a la vez que en contra, según el lado que ocupen sus mitrados, que siempre servirán a sus propios fines… Por eso mismo resulta útil para los líderes y para los políticos, para sus sacerdotes y para sus alguaciles, que son los que llevan el agua a según qué cauce… tremendamente útil, pues cuantos más pobres de espíritu se ceben en el cebo mejor será la pesca y mayores los beneficios a nuestros intereses.

                …Y, por supuesto, será cierta y verdadera para esos pobres ignorantes, porque creen sinceramente en lo falso de lo que es meridianamente claro a los sabios y avisados. Como dice un maquiavélico amigo mío: el tonto no tiene porqué saber que es tonto, solo tenemos que saberlo nosotros, los aprovechados… Más claro, el agua bendita. Y si es bendecida por nos, pues mejor todavía, mi bienamados tontosdelhaba…