NACIONALTERRORISMO
- Por miguel-galindo
- El 02/12/2015
Más de uno, y de cuatro, me encararon sobre mi anterior de “Entre cínicos e hipócritas”, que cómo sabía yo lo que había dicho Putin en el G.20, y que cuáles eran esos países que financian el EI y el yihaidismo… Bueno, yo no estuve allí, claro, pero he leído a los periodistas destacados in situ que sí estuvieron, vieron y escucharon… Y me fío de ellos, naturalmente. Tan solo hay que molestarse en leer las crónicas. En cuanto a qué países son, creo que no lo dijo, al menos públicamente, aunque todo quisque asistente sabe quiénes son…
Lo que pasa es que la diplomacia y el fariseísmo muchas veces es lo mismo. Pero miren, por ejemplo, esos países saudíes, o esos emiratos, riquísimos todos, pero cuyo concepto del islamismo es tan fanático como fundamentalista son sus leyes nacionales. En eso, se parecen tanto al EI que espanta. Lo que pasa es que son amables y educados en sus formas, y tienen todo el petróleo que necesita occidente en sus manos para ser respetados. Que no respetables. Debilitar al socio poderoso estimulando un terrorismo controlado es una estrategia muy vieja ya por conocida. Resulta una fatal y falaz casualidad que explote en plena reacción antiterrorista occidental un problema diplomático grave entre Turquía y Rusia en el ínterin, siendo el segundo, además, un productor de petróleo, gas y energía, vital para Europa..
Todo eso viene a dificultar los movimientos de Francia para lograr una gran coalición de países contra el terrorismo islámico internacional. Una nación europea que está dando la cara, más sola que la una, en al menos media docena de países africanos y de medio oriente, donde los Isis, los Bocko Haram, los EIs y todo anticristo, están actuando. De ahí que, en consecuencia, sea el país objetivo más golpeado por los terroristas. Las naciones europeas están obligadas a reaccionar, y no hacer el vergonzoso papel de una España que se ofrece a la vez que recula.
Al poco de volverse atrás y declarar que Francia nada había pedido al respecto, el ministro galo Valls contestó: “Francia está abierta a recibir ayuda, cualquier ayuda, que alivie nuestras operaciones antiterroristas en el exterior”, lo que nos dejó por embusteros, y añadió, no sin cierta sorna, “no obstante, comprendo a España…”. Sí, se nos comprende, pero no se nos entiende… Inglaterra, Alemania, Italia… hasta Irlanda y Finlandia, nos están sacando los colores, y muy bien sacados, por cierto...
Sin embargo, y aún al margen de todas estas consideraciones, el yihadismo es endémico. Resulta patente que se apunten jóvenes árabes de segunda y tercera generación, ya europeos, y cientos de no-árabes, tras haber vivido, unos y otros, una vida relajada, de diversiones, y entregados a la total práctica hedonista de la vida occidental (ver la chica árabe autoinmulada en Paris, por ejemplo)… A lo peor es eso mismo, que solo han vivido la oferta más decadente de nuestra civilización, porque la sociedad no les ha mostrado más que la decadencia de la misma, como un sucedáneo de libertad autodestructiva y de falsos ideales…
Eso, unido a la una desoladora incultura, a la más espantosa ignorancia, es el cebo ideal y perfecto para ser abducidos como alucinadas bombas humanas dispuestos a inmolarse por otra gran mentira… Porque, al final, es solo eso, a ver qué mentira se lleva el gato al agua.
miguel galaindo sánchez - www.escriburgo.com