NO ME TOMEN EL PELO

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No me tientes, Satanás, que, conociendo mi “jambre”, me ofreces convertir las peladas piedras en crujientes panes. Eso lo aguantó aquel nazareno único, en su desierto, por eso mismo, porque era Único. Y porque, además, conocía al cabronazo tanto como a Sí mismo… O quizá más…

            El otro día recibo un emilio con un escueto escrito, avalado por varios nombres a título de firma conjunta. Muchas gracias por la tentación, que leí con atención y sentí con aflicción. Pero no cuela. El busilis del mismo era una milhojas de merengue: Tú, que tienes cientos de seguidores y lectores, ¿por qué no lideras un foro ciudadano que forme opinión, eleve la cultura, e influya en las tomas de decisiones locales?.. Ahí es ná…

            Efectivamente, este servidor del convento parece que tiene algo más de cuatrocientos receptores contados de mis acostumbrados platos de Migas (acrónimo de mi nombre y apellidos) que sirvo en las meses de mi refectorio cada día. Como el pan nuestro, con humilde perdón… Bueno, sí, vale, de acuerdo, con eso mismo intento formar esa misma opinión, precisamente… Pero eso no quiere decir que todos los que me reciben me lean. Y mucho menos que me sigan. No. Seamos realistas. Bueno es que un diez, un quince, quizá un 20% soñando utopías… Y puede que ni eso. Los datos pueden ser concretos y no ser ciertos.

            O sea, que me halagan el ego, sí, pero no me convencen el “lego”. Y luego está otra cosa, y es que me cuesta trabajo creer – y pido disculpas por ello – que el común del personal esté por la labor de algo así. Perdonen la franqueza (en realidad me encantaría reconocer estar equivocado) pero soy pesimista a tal respecto. Hay más gente que personas, y no lo digo con afán peyorativo. Las tres “C”: la Cultura, la Colaboración y el Compromiso, no son atractivas, no venden, no divierten… como la fiesta, que se vende sola. Un Foro Ciudadano es algo tremendamente serio, no un divertimento.

            …Es cosa de minorías, incluso, qué leches, diría que de selectas minorías, dadas las circunstancias. “Si no hay minorías mínimamente amplias, no hay nada”, decía Luís Carandell. Además, nada puede sacarse adelante sin un grupo, un equipo, un núcleo, un corpus, un amplio mínimo sólido, que lo organice y provea los medios y posibilidades. Lo demás son palabras bonitas. “Tienes que liderar…”. Nadie se presenta como líder ante nadie, es el colectivo el que elige a su líder…

            Por eso desconfío, en principio, cuando le veo la cola a las sirenas después de oír su melodioso canto vertido al oído. Quedo, quedito, quedo… ¿por qué, tú que tienes cientos que te escuchan, no te eriges en líder?.. ¡Qué bonito, Agapito..!.

            Demostradme que estoy equivocado y me pondré a vuestro lado, que largó algún alguien por ahí, por algún algo, en algún sitio y momento… Y dicho esto, como es de bien nacidos el ser agradecidos, doy las gracias, de corazón, visceralmente, a los que vistieron la piel del diablo para tentarme en mi desierto. Tengo tan poca fé que ya no creo ni en los demonios. Pero ellos no tienen la culpa, de verdad que no la tienen…

            Solo hay una manera de convencer a un descreído: haciendo un milagro en sus mismos morros. Por eso mismo existen tentadores. Pero es que hay milagros imposibles en este desierto, mire usted…

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