NO ME VENGAN CON CUENTOS
- Por miguel-galindo
- El 30/07/2019
Tengo un par de referencias… llamémosle teológicas, aunque sea mucho llamar. Una es el Cristo y otra es el Buda, que ambos epítomes quieren decir lo mismo: el ungido, el elegido, el único, el destacado… El Señor Jesús, el Cristo, y el Señor Gauthama, el Buda, son sinónimos de la misma doctrina: la Doctrina de la Compasión. Para mí, el Buda practica un cristianismo pasivo, y Jesucristo predica un budismo activo.
Con el de esta semana quiero solo motivar a la reflexión. Y tan solo con la última frase de ese mi primer párrafo, es suficiente para ponerse a meditar. El resto es como la lechuga que acompaña la ensalada. No es la ensalada en sí misma, pero la adorna y ayuda a su digestión. Ni engorda, ni nada, aunque al Buda lo pinten gordo…
No… no hablo de catolicismo tampoco, que eso es otra cosa, eso es como un guiso confeccionado a través de una sencilla y humilde ensalada. La diferencia reside en que el catolicismo es una religión, y el budismo es una filosofía, si bien, en su origen, ambos dos, cristianismo y budismo, fueron, en realidad son, filosofías. De hecho, la misma filosofía con dos parámetros diferentes: Gauthama lo planteó desde la meditación pura y Jesús lo planteó desde la acción. Algo así como de la teoría a la práctica, o bien desde la práctica a los hechos. Pero ambos se basan en la negación de sí mismo llevada a la trascendencia del ser humano…
Lo que ocurrió es que Pablo convirtió el cristianismo en una religión: el catolicismo, y le dio el cambiazo. Fundó una Iglesia, y como todas las iglesias y religiones, la hizo un estandarte de influencia, poder y dominio. Tan solo hay que leer la Historia de esa Iglesia, la auténtica, la verdadera, desde fuera que no desde dentro, para darse cuenta real de ello. Naturalmente, no me estoy refiriendo a la doctrina oficial y a sus dogmas, si no a la genuina Historia, y no Sagrada precisamente…
El intratable e intragable sofrito de cristos, vírgenes, santos y mártires, frutos de cientos de paganos rescates, o de doctores, papas, cardenales, obispos y curas que necesita como Institución, contrasta con la cuasi horfandad de “mano de obra” que el budismo precisa como simple filosofía de vida… Luego, si de seguidores se trata – proporcionalmente hablando, claro – no se confirma, ni conforma, con la cantidad, aunque sí con la calidad. Y no hace falta que yo precise nada a tal respecto, pues se nota con un simple vistazo.
Si a mí me preguntan mis personales preferencias, no sabría responderles tampoco. Exceptuando, por supuesto, el catolicismo, que, en síntesis, es el rescate del judaísmo a través del cristianismo (Cristo vino a combatir la religión y la religión lo combatió a Él), para mí tan solo quedarían cristianismo y budismo, y no sabría elegir, puesto que son lo mismo… El budismo es la interiorización del cristianismo tanto como el cristianismo es la externalización del budismo.- Que cada cual busque en su interior, que seguro encontrará…
Pero las religiones suelen ser una estafa. No es fácil SER cristiano, ni tampoco budista, no… pero es muy fácil ser católico. Las Iglesias lo que hacen es “venderte” el carnet a cambio de unas prácticas y unos sometimientos. Ta facilitan la salvación a cambio del acatamiento a un dogmatismo prefabricado. No es difícil. Algo así como un intercambio de cromos, tú júrame obediencia y yo te daré el cielo… Como un Sacra Méntum, que así se llamaba la jura de bandera en las legiones romanas. Pero no es eso… no, no lo es. Ni mucho menos…
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