NO SE ENTIENDE...
- Por miguel-galindo
- El 18/01/2021
Me entero por la prensa que en Vistabella – Murcia city – el párroco de su iglesia Ntra. Sra. De Fátima las está pasando canutas, el pobre… Resulta que, a estas alturas, a sus feligreses les estorban las campanas. No sabemos si es que el barrio ha mudado su modelo social o de feligresía, pero ha cambiado de gustar el tañido del campanil a molestar hasta la llamada del Ángelus (si es que aún se lleva), o la llamada a Misa, o el dar las horas, el normal convivir de una comunidad… ¿cristiana?.. ¿o acaso católica?.. ¿puede que ninguna de ambas..?
Y eso que el buen mosén, incluso en las recientes navidades ha intentado dar a sus toques aires de villancicos, según dice, pesaroso, ante la lluvia de quejas y hasta denuncias repetidas por parte de la vecindad, sin caridad pero con mediocridad… Vamos a ver, si se las hubiera aliñado a ritmo de “rap”, o de “pop”, o de cualquier otra maravilla, pues quizá que hubiera sido mejor aceptado, pero, claro… tampoco se le pueden pedir virguerías al asno, mire usted…
Aunque, si no buen gusto, que eso ya se yo que no, al menos cierto nivel de coherencia sí que sí… Porque resulta fuera de toda lógica que esos vecinos a los que les molestan las campanas, conformen luego una sociedad apegada a costumbres, ritos y tradiciones eclesiales a más no poder: que si bautismos, que si comuniones, que si confirmaciones, que si bodas y bodorrios, que si festividades, patronales o del folklore religioso… que ponen de manifiesto nuestra hipocresía al respecto. Por un lado, nos agrupamos en barrios y sociedades alrededor de un campanario (estoy seguro que no ha muchas décadas la comisión de vecinos echaba las muelas por tener una parroquial en su barriada), y luego resulta que las campanadas de su torre no les deja oír su programa-basura favorito de la tele, y montamos un movimiento vecinal en su contra… Queremos parroquias sin campanas.
…No, no lo puedo entender. Yo debo ser un bicho rarísimo, miren ustedes. Resulta que un servidor, que tiro para gnóstico, ni soy usuario abonado a servicios pastorales, no solo no me molestan el sonido de las campanas de cualquier espadaña cercana o lejana, si no que hasta me gustan… Las encuentro agradables, las reconozco como un sonido próximo, familiar, cercano y hermano, y casi, casi, que genético… Las conozco y reconozco como parte de mi cultura, incluso como parte de mí mismo.
Y ya, ya lo sé, cuestión de opiniones, de preferencias, de sensibilidad, se me dirá, que para gustos, los colores, coñe… Pero es que tampoco consigo explicármelo ni tratando de razonarlo, perdónenme. Miren, que vengan colonias de extranjeros bárbaros (y hasta luteranos y anglosajones son campanóides) a aposentarse en nuestros pueblos y barrios, y que digan que les molesta el tan-tan en sus virginales orejas, puedo casi entenderlos, y aún a medias; pero que la gente que hemos sido nacidos, criados y educados entre sonidos de campanas, que van en nuestra sangre y en nuestra cultura, nos pongamos ahora a decir que hieren nuestro solaz y descanso… miren, no nos montemos gilipolleces, anden, por favor…
Además, es la misma ignorancia e incongruencia como los que se compran la casa junto a una vía, una carretera, un aeropuerto, y luego, pasado un tiempo, se juntan cuatro y exigen que le quiten el paso de los trenes, o de los coches, o de los aviones. Exactamente igual… Somos capaces de amargarle las noches que hagan falta a nuestros vecinos montándonos nuestras personales fiestas, si hace falta, pero incapaces de aguantar un sonido que lleva inserto en nuestra sociedad durante miles de años. Ni respetamos a los que soportan nuestros propios ruidos, ni respetamos lo que está establecido allí siglos antes que nosotros…
Éstos, y no otros, son/somos, los que les tocamos los pelendengues al cura de Vistabella para que él no nos toque las campanas… como tantos otros. Así que miren, otra cosa no lo sé, pero lo que es ignorantes…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php