NO SÉ, NO SÉ...
- Por miguel-galindo
- El 03/04/2018
Vivimos una época de enorme hipocresía, y de un gran fariseísmo. Entre el cinismo que esconde todo lo políticamente correcto, y el larvado absolutismo que se disfraza de apertura y liberalidad, lo cierto es que estamos tejiendo un mundo y una sociedad tremendamente falsa. Y no se le ocurra a nadie abrir la boca y denunciarlo. Le caerán anatemas por todos lados desde todos los colectivos y colectivas, afectados y afectadas…
El propio estado francés está a punto de ponerle marco dorado al desafuero mejor pintado. A propuesta del gobierno galo van a retirar la más alta condecoración del país, la Legión de Honor… perdón, D´Honeur, a Harvey Winstein. Por sexista, acosador y monstruo rijoso. Y por el movimiento mundial desatado, claro. Y lo veo muy requetebién. Sin embargo, existen tímidos, débiles y privados intentos para que se la retiren a personajes siniestros y sanguinarios, déspotas y tiranos, dictadores genocidas, como Gadaffi, Mussolini, Franco, Ceaucescu, etc., y no prosperan. Ustedes mismos. Tómense su distancia, apliquen su lógica, su sereno razonamiento y su sentido común, y díganme qué opinan al respecto...
Aquí, los cruzados o cruzadas me pueden sacar de contexto lo de siempre, y acusarme, como a su misma Catherine Deneuve, de ser un machista que intenta quitar importancia al cerdo depredador Weinstein, omitiendo la parte de la historia que no interesa sacar a la luz. Pero no es así. Por mí pueden ir cortándole los atributos a todos los weinstein´s que han existido, existen y, sin duda, seguirán, por desgracia, existiendo… pero también a todos los Trump´s, que son peores weinstein que el mismísimo Weinstein, puesto que tienen el poder absoluto, pero que, contra esos, ninguno ni ninguna, nadie o nadia, osa manifestar su airada justicia. Esa es otra muestra más de ese fariseísmo hipócrita y de doblez con el que abría esta columna de hoy. Es que lo que yo digo, en realidad, es otra cosa…
Y lo que digo es que no se debe privar de un supuesto honor a un despreciable violador mientras se les mantiene a despreciables magnicidas que, además de violadores y sexistas, eran auténticos exterminadores. Nada más que eso, me atrevo a apuntar, y ustedes perdonen… Un tal Jean Ocaña, por ejemplo, hijo de exiliados republicanos españoles en Francia, cuyos amigos, vecinos y familiares fueron torturados y masacrados por nuestro dictador, incluso un hermano suyo de cuatro añicos, cuando se enteró que Franco había sido distinguido por el gobierno de Petain con la Legión de Honor en 1.930, inició una solicitud de retirada, que le ha sido denegada repetida y sistemáticamente. Se ve que hay más honor en un criminal de guerra que en un jodido y malnacido sexista.
Es que, en esta materia tan sensible, nunca es demasiado por mucho que se repitan los ajos, y los qués y los porqués, para aclarar las cosas y los casos, y hacer auténtica y verdadera justicia. Por eso mismo. Porque estamos llegando a unos extremos en que todo hombre es - de entrada - culpable por el solo hecho de ser hombre, y que todo el que no practique el igualitarismo lingüístico que los vendedores y vendedoras de libertades imponen (porque si no, directamente es usted un facha, así, sin juicio previo) obligando a lo políticamente establecido como correcto, ya digo, es reo de fascismo larvado, y punto pelota. Pero en realidad somos como aquellos bíblicos fariseos del Evangelio a los que el genial galileo vomitaba y decía de ellos que se atragantaban con migajas pero tragaban las ruedas de molino enteras.
Estamos llegando a esos extremos de… habiendo cuatro amigos echando unas cartas o un dominó, o tomando un café en la barra de un bar, se acerca una digna dama acusándolos de sexistas por no observar la paridad de dos hombres y dos mujeres. No es ninguna exageración, pues esto ya está ocurriendo. Y si eso no es una especie de dictadura, pues que venga Afrodita y lo vea. Y si todo junto no es una especie de cínica hipocresía, pues que venga Atenea y lo diga…