NUESTRA TV

Resultado de imagen de televisiones autonómicas

                Yo no sé si el nivel de nuestra 7 es el nivel genérico de todas las televisiones públicas al servicio de una autonomía, o si refleja el nivel cultural de la región tal cual y en esta cuestión (me ha salido un pareado, se lo brindo al tío Juan Rita). Pero la nuestra es lamentable. De una mediocridad espantosa. Al servilismo desmedido a la mayor gloria y honor del gobierno que la mantiene, que apesta – parece que nuestra mayor autoridad política tiene el don de la ubicuidad, como el santo Pío de Pietrelcina -  se le une la bajísima calidad de cualquiera de sus programas rellenables y de entretenimiento.

            El de Picosquina, por ejemplo, es sintomático. Dá vergüenza ajena ver el modelo de sociedad que airea, desde los personajes o personajas (véanse como muestra lo de las comadres marijuanas y sus diálogos, de una ordinariez sonrojante) o las graciosipatéticas chicas enviadas a hacer sus ensayadas muecas de niñas inocentes a las fiestas populares. De pena…

            La contestación, invariablemente invariable, de la escogida fauna urbana, a cualquier proyecto que se quiera vender, fijada como un clisé, en la frase “pos sí, que si es es bueno pá (ponga aquí lo que se trate) pos que me paece mú bien”, es sintomática a la vez que repetitiva, a pié de calle. La responsabilidad del respetable en cuanto a su nivel cultural es tan dudosa que resulta increíble. Al menos, no a nivel general de esta región. Otra cosa es el oculto interés que se puede tener para triar las entrevistas y hacernos pasar por un atajo de borregos bendicentes (de bendecir, no de biendecir).

            Otra dimensión que se está abriendo camino en esta maravilla es la casquería fina. No solo se entretienen en mostrarte todo el catálogo navajero y delincuencia zarrapastrosa de la región, si no que te la resumen, repiten y repasan en un programa especial para que cultivemos y rescatemos nuestra afición por lo morboso y atrabiliario que en los tiempos oscuros le tuvimos a El Caso. Además, esa es otra, te repiten una, y otra, y otra vez, las mismas noticias o lo que fueran, para cubrir el ya escaso tiempo asignado, y que, sin embargo, se te hace tan largo y pesado.

            …Y poco más. Eso y un presentador que silencia las últimas silabas de las frases, para que usted termine de acabar el crucigrama, sin contar el álbum cromático de corresponsales, y corresponsalas en la que hace más gala los complementos de quitaypon, versus gafas intelectualoides, y sus artificiosas poses con las que sobreactúan, es lo que da este invento. No estira mucho más la cosa…

            Lo que ignoro, es si esto supone el marchamo de toda televisión dependiente, o si es solo la nuestra. Yo espero que sea lo primero (mal de muchos, consuelo de tontos), porque, si así no fuera, la imagen que transmite de nuestra ciudadanía es lastimosa. Y eso, no se ajusta a la realidad. El nivel de la cuasi generalidad que aparece en sus pantallas, no se corresponde, afortunadamente, con lo que hay en las calles de esta región. Se recrea en lo tópico y en lo típico y en lo prototípico, y huye de una visión aséptica, e incluso objetiva. No es para tener mucha autoestima, no… aunque sé muy bien lo patriotera que es la ignorancia, óiga, que mire, que las fiestas de Festípolis son “las mehore… der mundo, que ehto hay que vevirlo…”

            A partir de la aparición de esta visión mía, personal, particular e intransferible, no sería raro en absoluto recibir una lluvia de chuzos de punta más o menos dirigida y/o interesada, más o menos por sentirse heridos/heridas en sus más entrañables entrañas, no me extraña… Si es que llegara a dejarse publicar, por supuesto… Lo asumiría y admitiría, llegado el caso, pues es la consecuencia lógica a la que voluntariamente me expongo, a ser vergajeado públicamente en el humilladero de aqueste pueblo. Pero es mi opinión, tal y como me llega y tal y como la veo y la valoro. Quizá mi crítica sea exagerada en sus pintarrajos, o así puede parecerlo, pero es solo en los adjetivos, en el énfasis, quizá en las formas… Pero no en el fondo.

            Yo sé que somos rehacios a mostrarnos afines al disidente. Nos da miedo. Preferimos que sea otro el que diga lo que nosotros pensamos. Y sé que estoy solo en esto. Pero igual agradecería saber que alguno está de acuerdo.- Óigan… ¿hay alguien ahí..?     

El próx. Viernes, 15/02, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7: 7, DIOS Y HAWKINGS.- Un tema para reflexionar