OJO AL MONO

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Cuidado con los simios. Si Charlton Heston no lo remedia, y no lo va a remediar porque adora al mismo ídolo Kalashnikov que adoraron los propios simios de su planeta aquel, van a invadir, ahora sí, nuestro tal planeta actual, el de hoy, y a hundir la Estatua de la Libertad en la arena de la ignominia. Que la barbaridad vuelva a dominar el mundo en una nueva era oscura…

            El gran mono Trump, que dice que se va a autoindultar si es condenado por lo de la trama rusa, en un yo me aplico las leyes a mí mismo, sabe que para eso y otras cosas se ha de quitar de en medio a la vieja Europa de la economía común y de los derechos humanos. Es su principal y más serio obstáculo. Así que ha enviado como una flecha envenenada, directa al corazón de la UE, a Richard Grenell, como embajador de estos gorilescos EE.UU. en Berlín. Es un destacado miembro del club cavernícola más trumpiano, y viene con la clara intención de prestar apoyo a cuanto ultra y populista, sean de izquierdas o derechas, pues el fundamentalismo es el mismo, que dinamite a la CEE desde dentro. “Pronto habrá una confederación de estados libres, no ésta UE…”, ha llegado a declarar.

            O sea, que no esconden ni se molestan en ocultar sus intenciones. El propio Steve Bannon, el ideólogo de la vuelta al planeta de los simios que el propio Trump se quitó de en medio por sus peligrosas indiscreciones, ha declarado recientemente al diario romano La Reppublica, que “presume de haber aconsejado en Italia el pacto antieruropeo de la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas”, que ha asumido el gobierno italiano recientemente. Así que si alguien aún duda que el aumento de los populismos y descerebralismos es un hecho fortuito, que vaya a regularse la vista al Afflelou más próximo. Porque los simios ya nos están pillando a nosotros con el paso cambiado.

            Hay amigos que me recomiendan no demonizar con Sánchez. Son los mismos que demonizaban a Rajoy hace cuatro días. Hay otros que igual me aconsejan no practicar el catastrofismo, y son los que difundían catastrofismo cuando las hordas bárbaras no andaban por Europa. Con Franco no pasaba esto. Claro, Franco fue el precursor de los grandes monos en su propia parcela monotizada. Con Franco vivíamos mejor. Naturalmente, y con Trump pasará lo mismo en cuanto instale su pesebre.

            Lo que no vemos es que Trump es un gigantesco populista sin más ideología que su propia persona desquiciada y su descomunal ego. Y que ha cursado la orden de establecer la base para liderar a todos los pequeños monos populistas de occidente con sus pequeños egos adheridos a su pelleja. De puño cerrado o brazo en alto, ¿qué más dá..?. sardos, valones, catalanes… es igual, todos son lo mismo. Todos son simios de egos ampliados y de cerebros reducidos que lo único que quieren es ser los reyezuelos de sus escuetas y miserables tribus. El resto estorbamos, y seremos sometidos viviendo tan solo que para servirles.

            Los grandes partidos democráticos no han sabido ver venir los acontecimientos. Con la mediocridad de sus limitados líderes y de sus espesos políticos acomodados a sus privilegios, han preparado el terreno para que millones de desencantados y descontentos abrieran con sus votos las puertas de las jaulas de los zoológicos, y estos simios, que se han valido de las urnas, acabarán por destrozarlas. Pregunten, pregunten a cualquiera de ellos qué entienden por democracia. Y verán, verán lo que les contestan. Hagan la prueba, si se atreven, anden…

            Pero bueno, vale… No me molesta que me llamen catastrofista siempre y cuando me respondan los que tanto saben a cómo muchos de los monos más gritones y gesticulantes se han encaramado a los parlamentos, convirtiéndolos en gallineros y esparciendo su basura con insultos, aspavientos y amenazas… Y luego ya, si quieren, seguimos hablando tranquilamente. Pues eso mismo es lo que digo.

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