OVNIS
- Por miguel-galindo
- El 20/06/2023
(de Cope)
No hace tanto tiempo, cuando los americanos derribaron un globo chino espía… o eso dijeron, pero a saber cuánto de globo había, cuánto de chino y cuánto de espía, pues liaron una confusión de padre y muy señor mío, salió a colación otra cuestión más vieja que el boniato: la de los Ovnis. Y reverdeció una vieja pasión que me llevó años de estudio, contactos, pertenencias y preferencias, y lecturas, ya abandonadas… Luego, después, a lo largo del tiempo, me he ido encontrando esporádicamente con el tema, y archivándolo en mi subconsciente más consciente. Incluso el único y último hilo que me liga a ellos es J.J. Benítez y sus Caballos de Troya de tramoya.
Lo malo que tienen estas cosas, es que los atracones terminan por intoxicar; y lo bueno que tiene, es que las digestiones acaban por iluminar. No se trata de defender ni condenar ninguna posibilidad, si no de abrir puertas y ventanas que mantengan permanentemente oreado el pensamiento… Y otra cosa más: a ser posible, con una total calma de espíritu. En definitiva, posar, reposar y repasar los conocimientos, pasarlos por el tamiz del tiempo, y alejarse lo bastante como para tomar perspectiva sin perderlos de vista. Al final prevalece una visión holística del mundo, en que, piezas incluso de aparente distinta clase y naturaleza, van encajando y acoplándose en el puzzle universal… ¿Mis herramientas?, solo dos: paciencia y observación.
En este caso ha ocurrido – y sigue ocurriendo – que todos los gobiernos del planeta, han negado, y aún niegan, la verdad de su existencia. Es más, se hacen verdaderos esfuerzos en plantar y esparcir cortinas de humo, y montar estrategias que desmientan su posible realidad… Y, sin embargo, por otro lado, contrariamente, invierten ingentes medios en organizaciones de búsqueda, seguimiento, estudio, rastreamiento (y posible ocultación) de los ovnis. Miren, por ejemplo, el proyecto Setti. Un verdadero contrasentido. Todos los países líderes, en mayor o menor grado, tienen tapados equipos de militares, científicos, lingüistas y toda clase de expertos, trabajando en protocolos ante un potencial contacto con vida extraterrestre… ¿qué ocurriría si descubriéramos que, en verdad, no estamos solos porque tampoco somos los únicos?..
Desde la Guerra de los Mundos a la de las Galaxias, pasando por Mars Attack, la literatura y el cine han dirigido nuestra atención, en la inmensa mayoría de las veces, al extraterrestre hostil, depredador y feroz, invasor, que nos ataca sin piedad… y para hacerse con unos recursos vitales, ¡ja!, que nosotros ya hemos arruinado. No sé si influido, o no, por determinados intereses, o quizá, incluso, guiado por ellos, el imaginario colectivo de la humanidad se ha dirigido hacia el extraterrestre=enemigo. Hay que estar preparados para un posible ataque. Esa, y no otra es la realidad que nos hemos construido, matizada, a posteriori, eso sí, por algún desvalido y amable extraterrestre tipo Half o Et, e incluso metiéndonos nosotros directamente (liderados por Amerikan-Hollywood) en los fregados… siempre bélicos, nunca pacíficos, por supuesto.
Vamos, si les parece, a sosegarnos, echarnos una siesta a espuerta, y luego ponernos a pensar con cierta lógica y una pizca de sentido común: en el caso de que los marcianos sean como nos los hemos cantado, contado e imaginado: bordes hasta la médula, invasivos y desalmados, y encima feos y repugnantes, claro está, porque quieren robarnos el medio, etc., etc… ¿a qué carajo esperan?.. Más a huevo que en la actualidad no lo van a tener nunca: un mundo en guerra, los unos enfrentados a los otros, en perfecta competición entre todos nosotros mismos y entre nuestros bloques… Y si fuera al contrario, que son unos meros vigilantes evolutivos, estudiosos y observadores de nuestra estupidez humana, ¿con cuáles de los líderes mundiales contactarían, tal y como está el patio?.. ¿quiénes los buenos y quiénes los malos?, ¿qué país merece el privilegio y cual no?..
Difícil, ¿verdad?.. Cualquier terrícola de medio pelo entre los miles de millones de la gleba, es más digno que sus gobernantes. Y no me extrañaría que entablaran cháchara con los del sótano y no con los de la torre; antes con los esclavos que con los amos… En los primeros puede haber ignorancia, pero en los segundos lo que hay es ambición, e incluso maldad. Tan solo échenle los que me siguen leyendo un vistazo al estado actual de los casos y de las cosas, tomen altura y aire, y véanlo desde la distancia de esos hipotéticos “ellos”.
Además, hay otra posibilidad que solemos olvidar (o que también ha interesado olvidar), y es que no sean extra-terrestres, si no extra-dimensionales… hasta puede haberlos intra-terrestres. Es que no es lo mismo, ni mucho menos. Acuérdense de Paul Elouard: “hay otros mundos, pero están en éste”… Resulta extremadamente curioso que, en pleno siglo XXI, en la era de la Física Quántica, sigamos pensando y razonando en términos de materia y no de energía. Y estoy hablando también de energía inteligente, naturalmente.
A pocos se les ha ocurrido pensar en módulo “evolución”. En que todo y todos estamos metidos en un plan general evolutivo que no admite excepciones, y no deseo orientar a nadie en ningún sentido concreto ni inconcreto, ni en el aspecto religioso, ni en ningún otro patriótico ni dogmático, que viene a ser lo mismo… Que cada cual le ponga “su” etiqueta, que para eso ha sido etiquetado él mismo antes…
Pero existe una regla: “La evolución se ayuda a sí misma”; los cosmos, los universos, las galaxias, los mundos, y las entidades avanzadas echan una mano a las atrasadas… Así fue antes, así es hoy, y así seguirá siendo hasta el final. Otra cosa distinta, si bien que relacionada, es que la voluntad (o mala voluntad) coincida o no con la receptividad, pues igual otra ley universal dicta un respeto absoluto por la libertad, la actitud y la aptitud, del género humano: su Libre Albedrío… Espero y confío que los que me entiendan y comprendan – que tampoco es lo mismo – tomen buena nota… y que también la saquen a la hora de su ebau, o lo que sea que fuere eso.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com