PACTO DE PERDEDORES

  

                Es la nueva muletilla que se ha sacado de la chistera de los fatuos ingenios el PP para ejercer su derecho al pataleo cuando le dan un manotazo en el manejo (pésimo) del gobierno que creía de su exclusiva propiedad. Como la ciudadanía le ha quitado, por mal uso de la misma, la mayoría absoluta en las pasadas elecciones, como también piensa quitársela en las próximas generales, pues ahora, desde el gran capitoste mariano, hasta el último alcalde o alcalda, pasando por los gerifaltes autonómicos, todos los sublimes portavoces del mando sacan a pasear y airear el mantra del “pacto entre perdedores”, a la voz de ¡ar..!.

                Sin embargo, aquí no hay más perdedor que el que no ha ganado la suficiente mayoría para gobernar sin pactar. Es así de simple. Mientras la han tenido no han dicho ni pío, y cuando la disfrutaron los otros y ellos eran oposición, bien que la defendían y se apuntaban a lo que ahora critican y llaman pactos de perdedores. Lo que pasa es que no es igual cuando uno lo usa que cuando lo sufre. Pero lo cierto y verdad es que lo que es igual para todos no es beneficioso para nadie. Y si ellos no son capaces de pactar con quién pueden o deben, la culpa es solo suya.

                Lo desleal, lo deshonesto, lo indecente, es querer cambiar las reglas de juego cuando a uno le toca perder la partida, para con esas malas artes tratar de ganarla. Eso sí que es ser un mal perdedor. Rajoy quiere ahora cambiar esas reglas, y que gobierne la lista más votada, dice, repite y cansinea… pero, ¿porqué no lo dijo cuando chupaba cuerda y él usaba y abusaba del de esa misma matemática democrática?..

                Además, es mejor que se calle el muy tonto, porque pronto tendrá que correr a rebufo del más votado, y entonces volverá, otra vez, a ir a su favor lo que ahora vá en su contra… Naturalmente, lo que quiere es tener siempre el culo pegado al sillón al precio que sea. Como sus regionales, y sus ediles y/o edilas. Y por eso el discurso es solo el que conviene hoy, que mañana Dios y las urnas dirán.. y si hay que pontificar lo contrario a lo de ahora, pues se hace y listo. Lo hemos hecho con lo del agua, y con cien cosas y casos más, pero como el pueblo es gilipollas y ni se acuerda ni piensa…

                Pero no, no es de recibo el insultar como perdedores a los que hacen patente nuestra propia incapacidad. El PP, y sus mariachis y marionetas, con esa cantinela convierten a Boabdil en su santo patrón, que lloró como perdedor lo que no supo defender como ganador, convirtiendo en ganadores a los que, en teoría, fueron los perdedores.

                Lo que pasa es que es justo al revés de lo que dicen y al contrario de cómo lo dicen. Y son tan obtusos y romos que no saben, o no quieren saber, ni darse cuenta, ni mucho menos reconocerlo… Pero el verdadero ganador es el pueblo, que otorga una victoria condicionada porque no se fía, y el auténtico perdedor es el que le ha sido suprimido esa confianza. Y si esa mayoría absoluta se le ha sumado a los que antes no la tuvieron, eso hay que valorar, y sobretodo, respetarlo.

                Pero, repito, aquí no hay más perdedores que los que no saben perder y no respetan las reglas del juego cuando pierden. Ni respetan a la ciudadanía que así lo ha dispuesto, tampoco. Y mucho menos, se respetan a sí mismos.