PAREMOS Y PENSEMOS

Lo de la “espantá”, aparente, del Rey al acto de entrega de despachos de nuevos jueces en Barcelona, aunque metedura de pata negra, que lo es, y gorda, sin duda, al menos que sirva para aclarar algo que, a estas alturas – parece mentira – muchos, muchísimos españoles, aún no se han dado por enterados: que el Rey representa, pero no decide. Que en una monarquía parlamentaria, el monarca está sujeto al gobierno de turno, al parlamento de la nación. Y es el gobierno de esa nación el que hace y deshace, y decide los viajes y visitas reales, y hasta supervisa el texto de sus discursos… Y que, cuando en los medios se lee, o dicen, que “el Rey no vá a asistir a..”, es una manera torticera de no decir que “el gobierno ha decidido que el Rey no asista a…”.

Lo aclaro, porque hay gentes que, aún sabiendo esto por lo sobrado (muchos hasta forman parte destacada del Gobierno) de que esto es así, aún siguen usando este equívoco, con su retorcido colmillo, contra una institución que no es absolutista para nada, pero sí que es constitucional por encima de todo. Mala fe de gentes con mala praxis (por no decir mala leche), porque, se puede ser antimonárquico, faltaría más, pero también honesto, decente, honrado en la práctica de su política. Cosa que aquí no se da en modo alguno, ni en la mano derecha y mucho menos en la izquierda. Mucha marrullería y muy poca educación. Dicho esto, lo que habría que examinar es por qué el Gobierno no ha querido que el Rey asista a tal acto… Al principio dio la canallada… perdón, he querido decir la callada, por respuesta, a ver si pasaba. Luego, como vio que era un mutis culpable, explicó que no lo estimaba necesario y lo hacía “por seguridad y para preservar la figura del Rey”. Pobre excusa, sin duda… ¿Acaso en Barcelona iban a atentar contra su vida?.. No. ¿Entonces, acaso para evitarle posibles abucheos por parte de los de siempre?.. ¡Ya..!. Felipe VI se ha visto allí en situaciones peores, y le sobra seguridad y dignidad para encararlas.. ¿Entonces..?. Pues, entonces, me pregunto yo, que soy un malicioso ortodoxo, ¿no tendrá algo que ver la cosa de los posibles inmediatos indultos y/o el caso de los más que posibles apoyos a los Presupuestos?. ¿Tan descabellado resulta pensar que el presidente haya recibido “sutiles” indicaciones al respecto?.. Al fín y al cabo, para ellos, el Borbón – sangrante contradicción – es el representante de la realeza dictatorial y absolutista… En fin, si así fuera, ha sido un inmenso error el que han cometido.

El silencio respetuoso y prudente de la Casa del Rey (el diálogo personal y privado de Felipe debe quedarse en lo privado y personal, y si se ha dado a conocer, no ha sido por su culpa, precisamente), muestra, en este caso al menos, que esta Corona está muy por encima de este Gobierno. Lástima que los españoles en general no estemos a la altura de saber entenderlo. Esta es la dinastía borbónica que algunos se empeñan en transmitir como medieval, y muchos se empeñan en creerlo. El asunto este no es anecdótico en modo alguno, pues ha puesto de manifiesto que el Rey, como Jefe del Estado (llámenlo los pusilánimes y escépticos Primer Ministro de cualquier República si así se sienten mejor) aunque no comparta la decisión del Gobierno, se somete a él en estricto seguimiento de las funciones de la Corona, y en su leal relación con los poderes del Estado…

Y esto es así, se piense lo que se piense y se diga lo que se diga. Y si pongo todo esto en negro sobre blanco, no es en defensa ni ataque de nada – y yo no me considero monárquico – si no porque valoro la democracia por encima de la etiqueta que se le ponga a la misma. Por supuesto, estoy seguro, y lo admito, que más de uno y de dos me contestarán zurrándome la badana por retrógrado y porque ellos son muy progresistas, pero solo aspiro a que se sepan respetar las opiniones que no son las de ellos, al igual que yo respeto y admito las contrarias. Es ésta una asignatura aún pendiente en la ciudadanía. Y ese respeto pasa por unos mínimos principios democráticos, como por ejemplo, esa misma democracia, y la Constitución que la sustenta, y que nosotros mismos, por cierto, nos hemos dado. Nadie nos la ha impuesto. Si este mínimum no se respeta, tampoco yo me veo obligado a respetar a quién no respeta… Entiéndanlo.

Es que, a veces, nos comportamos como los cerriles de los nacionalistas nazis, como Otegui, cuando dice que una mayoría tiene que estar por encima de las leyes, y que eso es la democracia, sin darse cuenta (por que no quiere, claro) que esa mayoría es una minoría dentro de la mayoría. Me dan miedo esos demócratas. Y me dan pavor porque, si la auténtica democracia los deja tocar poder, se convierten en auténticos y seguros dictadores, tipo Hitler o modelo Stalin, que igual tiene su marchamo de izquierda o derecha. Miren a Trump, puesto ahí por esa misma democracia, que, cercanas sus elecciones, proclama vox et pópuli, que si las gana, todo bien, pero si las pierde, es porque son fraudulentas. O sea, si yo gano, el pueblo tiene razón, y si no gano, no la tiene… En nuestra política nacional, la democracia ha permitido el desembarco de tales ultras en ambos extremos del panorama. Así lo hemos querido y elegido. Vale, pues. Pero no nos contagiemos de sus virus, ni de su absolutismo excluyente. Son tics que veo cada vez más en el ciudadanaje de peaje…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ http://miguel2448.wixsite.com/escriburgo Todos los viernes, a las 10,30 hh. en http://www.radiotorrepacheco.es/ (87.7 f.fm.) programa especial con este artículo, que queda grabado a disposición de Vds. En YouTube