PAVOROSO

  

También Granada… y también el PP. Su alcalde, el concejal de urbanismo y quince personas más… La mancha de la corrupción del partido gobernante se extiende por casi todo el mapa. A los de abajo los cesan y a los de arriba los protegen. Todo anda entre aforados y desaforados…

Y mientras se desmorona, Rajoy permanece impertérrito, incólume y mayestático. Parece la estatua de Espartero, vayamos a elecciones y yo el primero…

Independientemente de ideologías, pienso que cualquier mandatario de cualquier país civilizado y democrático hubiera dimitido y propiciado la total renovación de su partido. Pero aquí, no. Éste, aún tiene la desfachatez de revestirse de paradigma anticorrupción. Y de exigir seguir mandando. Espeluznante.