PEPE Y MARI

Iban de camino, y la mujer a punto de parir… Se bajaron en un pequeño pueblo, e intentaron alojarse en algún lado, pero era puente festivo y lugar de casas rurales. Estaba petado. – Cosa del Turismo Rural, le dijeron en un bar… Así que anduvieron por los alrededores del casco y vieron una pequeña nave en las afueras, alojada por okupas, que les hicieron un hueco. Allí mismo dio a luz, entre apretones y sudores, y entre pico y calada de sus habitantes… 

 

- Si no nos ayudamos entre los desgraciaos, vamos daos, sentenció el decano de los fumetas.

 

            A los pocos los días, los avisaron. Afuera había tres tipos que preguntaban por ellos. Algún trajín se traían, les aclaró alguien de la hermandad. Así que salieron a ver qué querían aquellos visitantes. Uno era agente inmobiliario, y les ofrecía una hipoteca cómoda con que hacerse de una chabola digna, un techo bajo el que una familia pudiera vivir como Dios manda... Otro el ofrecía un Fondo de Pensiones, - P´a la vejez y cuando el muchacho tenga que ir a la universidad, y tó eso, ya saben, hay que ser previsores Y el tercero, era negro patera, y se ofrecía de jardinero o esclavo manumiso a media jornada. Cuando él les contestó que por no tener, no tenía ni tarjeta de crédito, los otros les soltaron las suyas. No las de crédito, claro, si no las de visita… Y le dijeron que Adiós, muy buenas, hasta más ver…

 

            Los tres tomaron camino a The Govern House, a ver si el cacique les calentaba la tripa y la cama, y si podían sacar algo… El jefe les preguntó cómo les iba por su reyno, y le contestaron que su reyno no pintaba bien. Que se llenaba de inmigrantes que no tenían dónde caerse muertos, que solo traían miseria, inseguridad sanitaria y ciudadana, delincuencia, y que venían a quitarle el trabajo a sus súbditos.

 

-       Decidme ánde están, que vaya a pedirles cuentas y cantarles las cuarenta, requirió el preboste.

-       Se dice el pecao pero no el pecaor, señor gobernaor, le contestaron.

-       Pos les daré a tós en los calcañares pá que se vuelvan a sus lares…

 

Se corrió la noticia de que las cosas se iban a poder jodidas. De momento, llegó a oídos de Pepe y Mari: van a suprimir los servicios de pediatría, para que los críos sinpapeles se queden con la barriga vacía… Así que se plantearon salir echando leches a otro país, otro lugar, otro sitio, donde fueran acogidos con mayor humanidad… A Egipto mismo, se dijeron entre ellos…

 

-       ¿Y nos vamos a ir sin bautizar al zagal?.. inquirió la Mari.

-       Si nos vamos a tierras de moros, porque el crío esté morico no pasa ná contestó el Pepe.

 

Cuando regresaron tiempo después, se plantearon de nuevo lo del bautismo.

 

-       Habrá que presentarlo en el Templo, ¿no?.. Lo que está bien, está bien se dijeron al unísono y a sí mismos.

-       Como tié que ser, añadió aprobatoria la abuela Anita.

 

Así que hicieron planes y preparativos encaminados al buen término de tan buen asunto.. Pero como el niño ya estaba crecidico, y en el tiempo que estuvo fuera aprendió allí lo que aquí nunca le habrían enseñado, sabía latín antes de ser inventado, y puso al clero a caldo, a hervir en sus propias hipocresías y contradicciones, y los doctores del dogma se quedaron con la boca abierta y el culo cerrado, pues la catequesis la daba el chiquillo a ellos y no ellos al chiquillo. Al final el crío bautizó al cura y las cosas salieron al revés…

 

-       Este zagal un día nos va a dar un disgusto. Se va a perder él y nos va a perder a tos nosotros, sentenció su madre.

-       Sí… y lo van a tomar entre ojos, y le van a hacer la vida imposible, aventuró su padre.

 

Y entre tales cuitas, transcurridos los acontecimientos, y que hay que ver cómo se pasa el tiempo, que se pasa volando, hablando de cuanto las había ocurrido, cayeron en la cuenta:

 

-       Y a tó esto, ni hemos celebrao las Navidades, ni ná de ná…

-       Es que lo que celebra la gente no son Navidades…

-       ¿No?.. ¿Y  por qué lo sabes tú, só listo..?

-       Pues porque las Navidades somos nosotros…

 

Y en diciendo esto, que unos ángeles de pluma pichón, se descolgaron del colimbonimbus más cercano a la pareja, y sobre sus cabezas cantaron en bajo y tenor:

 

-       Mazapán en la Tierra a los hombres de buen tragar…

 

Y volviéndose el uno a la otra, se dijeron la una al otro:

 

-       Ahí lo tienes, Pepe…

-       Lo que yo te diga, Mari…

 

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com /

Publicado por MIGUEL GALINDO SANCHEZ en 9:17

 

 

Publicado por MIGUEL GALINDO SANCHEZ en 23:33

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