PEQUES
- Por miguel-galindo
- El 25/07/2016
A la hija de un colega, con cinco años, le han regalado una muñeca más grande que ella misma, maquillada, con reflejos en su pelo sintético, una pulsera en el tobillo y unpearceng en las narices. Cuenta que le ha sobrepasado, y que está descolocado. Que antes, una muñeca era tratada por la pequeña como una hija, y hoy se la trata como una hermana. Y con un especímen de estos, ni siquiera eso, más bien como una hermana mayor experimentada, y la niña se convierte en su alumna, en su pupila… y que las sorprende en conversaciones que le ponen los pelos de punta, y que se siente desplazado…
Y es que los críos de ahora ya no son los críos de antes. Yo tengo media docena de nietos. Los mayores, los medianos y los pequeños (así los clasifico para entenderme con mi mujer cuando me refiero a ellos), han venido en parejas sincronizadas, niña y niño, niño y niña, y niña y niño… Como verán, ordenados secuencialmente en su variación. Guay. En los veranos los tengo más o menos pululando por la casa de campo… Y van desde la mayor, que me dibuja mandalas en las paredes – omm mani padme, omm… - y anda descubriendo un mundo que ella cree que es, pero que en realidad no es el que cree, hasta el menor, que acaba de licenciarse en pañales y me amenaza con “si no me das crespillos no te doy un beso”, cuando, que yo recuerde al menos, el mundo al revés, el chantaje siempre se les ha hecho a los mocosos por parte de los adultos… ya saben, si me das un beso, te doy un caramelo.
Como digo, estos no son los críos de antes. Hoy vienen algo así como más difíciles, como más complicados… Está el que te pide una moto donde antes correspondía un instructivo Mecano, o la que es tímida hasta cuando ella misma se mira en el espejo, o el mengajo que te cuenta que su padre lo ha castigado a no ver en la tele los programas que le gustan, pero sí se traga con él los que no le gustan, así que va a negociar con su progenitor si lo segundo le vale a cambio de lo primero… o de la que dicen sus padres que la van a tener que llevar a la psicóloga, y no se dan cuenta, ¡pobres..! que la cría no tiene ningún problema, pero la psicóloga sí lo va a tener como se la lleven…
Así que si ese colega al que citaba al principio de esta crónica, Santiago Rocangliolo se llama el buen hombre, se siente espantado y sobrecogido por sus hijos, que piense cómo nos sentimos los abuelos con nuestros nietos. Si él se acojona porque su vástaga de cinco tiernos añitos habla como una spacey girl con su muñecona, que se prepare cuando esa criatura crezca, madure, o lo que sea que hagan hoy los jóvenes en su lugar, y lo haga abuelo… Yo le aconsejo, si me lo permite, claro, que esto de hoy lo tome como un aperitivo, como una especie de ensayo general, para lo que, sin duda alguna, se le viene encima.
A mí no creo que me vaya a pillar, pero es posible que a él sí, y que sus nietos lo lleven y lo recojan de la guardería senior´s club, donde lo aparquen y le enseñen los rudimentos más indispensables para estar a la altura de las circunstancias de ese entonces… A ver, abueli, déjate ya de chorras con tu taca-taca… ¿cómo se cazan pokechorbas con el I-Pohne Intergalaxy Luxury Plus..?.. Anda y no me seas inútil, joel…