PERSONANIMALES

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A veces, ante determinadas noticias que pasan por mis entendederas, me da qué pensar… Imagínense ustedes un camión lleno de personas que llevan a “darles el paseo”, como eufemísticamente se dice en cualquier guerra fraticida, o a gasearlos en un campo de concentración, como en nuestra más reciente historia europea, o a que mueran allí de puro abandono e inanición, como hoy mismo pasa en nuestras fronteras… O sea, un transporte para dar matarile a lo que lleva dentro. Vale. Y luego imaginen el mismo transporte con ganado (no humano) ovino, que los llevan al matadero, exactamente a lo mismo…

            Lo primero puede considerarse exterminio por tratarse de enemigos o de “estorbantes”, permítanme el palabro, aunque no siempre es así. Lo segundo es lo que yo llamo un MIP (Muerte Industrial Programada) porque se consideran alimento para nuestra especie. Pero en el fondo es lo mismo, una extinción de seres vivos por cuenta y cargo de otros seres vivos, bien o mal considerados superiores, y movidos por determinados intereses. Unas veces, las conciencias conforman los hechos, y otras, los hechos deforman las conciencias. En ambos casos, el embrión animal del humano y el del propio animal es el mismo. Y ambos somos depredadores. El que más puede, más depreda…

            Un caso ocurrido en Holanda ilustra la cosa del caso. De un transporte de reses para sacrificarlas se escapan dos, en un intento de huida desesperada por pura intuición, de sus captores. Una, fue cazada días después, tras una frenética y angustiosa lucha por la supervivencia. La otra atinó a refugiarse en un bosque, desde donde inició una desesperada resistencia. Hicieron exactamente lo mismo que hubiera hecho cualquier ser humano en sus mismas circunstancias. ¿Quién puede asegurar que esas vacas no aventaban que les llevaban a una muerte segura?.. Se sabe que todo ser viviente siente el miedo, la angustia y cuanto sufrimiento puede sentir una persona cuando se amenaza su existencia. ¿Quién se atreve a decir que su grado de padecimiento no es el mismo?.. Y no entro aquí en justificaciones de estómagos dominantes, cuidado…

            La cosa es que el caso de estas vacas - que para más inri tenían el nombre de Herman y Zeus - / nos empeñamos en humanizar a los animales con un nombre, cuando sabemos que el final es cargásnoslos / saltó a la opinión pública holandesa, que formó una plataforma de empatía hacia estas vacas, que presionó, y al final logró indultar, a estas dos reses. La segunda de ellas, aún en paradero desconocido. El resto, naturalmente, al no tener vínculo alguno emocional con los seres humanos, sin nombres conocidos, sin gesta que vender, y con su mansedumbre habitual, fueron sacrificadas, consumidas y desechadas vía su alteza la naturaleza.

            Eso nos remite al silencio de los corderos… o de los borregos, o de lo que sea… O a la Rebelión en La Granja, de George Orwell, no sé si la recuerdan, donde el genial autor hace tabla rasa entre los comportamientos de los animales y de los humanos… Cuando veo jugar a mi hermano con su gata, no sé cuando ella es un pasatiempo para él, o cuando él es un pasatiempo para ella… ¿alquien lo puede saber con exactitud?.. No lo creo, pues las pruebas “infalibles” siempre serán subjetivas.

            Pero cuando se somete a tortura a un animal, y no estamos hablando ya de sacrificio, si no de tortura, tanto para paladear un jodido paté como para saborear una deleznable fiesta, es cuando me afirmo y confirmo que somos seres más sangrientos que pensantes…