PIN PARITAL...

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De parida, claro. Me han preguntado varias personas si es que no voy a escribir nada sobre la polvareda que se ha levantado con lo del Pin Pariental (curioso nombre, que suena a estigma genético)… Les contesto que ese tema está tan polarizado que, opine lo que opine, no va a sentar bien a una mitad del personal, al menos. Si no a todos. Y me contestan que cuándo me ha importado a mí quedar bien o mal con mis opiniones… Y, naturalmente, en eso llevan razón. Así que les prometo que sí, que vale, que bueno…

 

         …Y andaba yo buscando la forma, la manera, de hacerme entender con un ejemplo ilustrativo, contundente, cuando, por no desperdiciar el verso, Pablo Casado me lo ha brindado. Suelta el hombre un extemporáneo y absolutamente demagógico: “No va a venir ningún comunista a decirme que mis hijos no son míos…”. Brutal consideración, aparte de lo peyorativo que le dá al calificativo “comunista” – casi que con asco – pero que a él le hace una foto cabal… Bien, pues yo digo que igual, exactamente igual, podría eructarse desde el otro lado del Mississipi: “No va a venir ningún falangista a decirme que mis hijos no son mis hijos”…

 

         Porque es lo mismo. Retrata a la perfección qué está pasando y por qué está pasando. El boniato caliente del “pin pariental” cocido en el horno de Murcia, dado la dependencia de su gobierno con Vox, que ha cedido a su chantaje para poder aprobar sus Presupuestos, y que ha saltado a lo nacional, lo que pone de manifiesto es la enorme división a la que los políticos actuales han llevado a toda la sociedad. Y eso es muy negativo, pues demuestra que aquí, en España, las cosas funcionan al revés de como debieran. Y que son los bloques políticos los que condicionan a la ciudadanía en vez de ser la ciudadanía la que condicione la política. Y trasladan su disensión, sus luchas por el poder y sus ciegos egoísmos a los ciudadanos. Y no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo: bailar a su interés, no al nuestro…

 

         Lo que estamos viendo en realidad es una especie de guerra civil entre los políticos que están haciendo todo lo posible para contagiar y contaminar a la calle. Y con una demagogia, además, tan burda como falsa y escandalosa. Aquí, ambos bloques, enarbolan la misma bandera de conveniencia: la de la libertad. Pero es mentira, pues ambos quieren imponer su criterio a la ciudadanía. Lo de que luchan por la libertad de los padres a elegir, es un embuste al cuadrado, porque quieren hacernos tragar con la cuadratura del círculo… Al final solo se trata de imponer una ideología sacudiéndose otra de encima. Nada más.

 

         El Estado ideológico siempre quiso imponer la suya… Franco la de la digerida Falange de su régimen, Hitler su supremacía aria, Stalin la de su soviets supremo, los gobiernos nacionalistas (ej. vasco y/o catalán) su pensamiento único y dirigido… Todos, absolutamente todos los gobiernos, cuando éstos se polarizan en una deriva dictatorial, quieren imponer el sistema educativo de su propio sistema, valga la redundancia. Eso sí, faltaría más, siempre en nombre de la libertad, sin que la mayoría sepa lo que signifique esa palabra. Porque en una Democracia bien entendida no debe de darse el vergonzoso fenómeno que aquí se está dando, y que estamos viviendo, y padeciendo, y que motiva este artículo. Y es que las circunstancias anormales provocan anormales consecuencias.

 

         Así que si me pedían mi opinión, aquí la tienen. Ya sé que no contentará ni a tirios ni a troyanos, pero es lo que pienso… Son tan zafios en sus planteamientos que lo único que pretenden es enfrentar y dividir al país para ganar ellos. El “pin pariental” es el tapado enigma de cualquier país, gobierno o estado: ¿Educan los padres o educa el Estado?. Y se hace lo segundo pareciendo que es lo primero,,. puesto que lo primero, en puridad, es absolutamente imposible… Lo que pasa con estos necios tahúres es que quieren hacerse dueños del tapete rompiendo la baraja. Y entonces, se les ven las cartas que guardan en la manga…

 

         ¿Quién elige la educación pública de un país?.. ¿los padres?.. en teoría sí, a través de las urnas. Luego vienen los consensos y pactos entre electos y oposición… et voilá… Pero en un desgobierno de caínes como el nuestro, que entre ellos se acusan de lo mismo porque son lo mismo, los perros se lanzan dentelladas por una presa, queriendo hacer servidores a los que deberíamos ser sus amos…          

   

         MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php / próximo programa, día 24: RÉQUIEM POR EL CÍRCULO

Publicado por MIGUEL GALINDO SANCHEZ en 3:4

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