POLÍTICA Y POLÍTICOS

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Dicen que la política es un palabra derivada de la cosa pública, ya saben, polis, res (cosa) pública – de ahí república – y todo eso… Y es, ni más ni menos, que relaciones humanas llevadas al bien general de la gente. Al bien público. Eso es todo. Vale. Sin embargo, lo que en realidad encubre la política es algo bastante más egoísta, cínico, solapado, mendaz y negativo. El interés público se rebaja a interés de grupo, de casta o de partido, terminando en un ruin interés personal de posición y de poder.

            Miren que par de ilustrativos ejemplos, si no, sacados de este mismo periódico impreso, ambos en la misma página, y que se suelen admitir como noticias que, a la postre, reflejan una normalidad de acción y/o actuación, pero que, en el fondo, son tan degradantes que no deberían ser normales, en modo alguno.

            Una es de cosecha propia. Resulta que se levanta el telón, con motivo de los 75 años de la muerte del poeta, del Congreso Internacional Miguel Hernández. Pues bien, ningún miembro del gobierno español se ha dignado confirmar aún su asistencia al mismo. Se me dirá que bueno, que ya lo harán. Puede. Pero si se abre el telón y no están, la vergüenza sería mayúscula. Pero esa vergüenza ya la sufre Orihuela, puesto que los que deberían ser los primeros en ser y estar, aún ni son, ni están, ni se les espera… o si son, serán los últimos en estar. Y sin embargo, no es un desprecio al alcalde. Es un desprecio a la cultura. En toda su extensión. Ni siquiera el propio ministro de esa cultura se ha dado por enterado. Para ellos la cultura es otra cosa, y eso es porque hasta el preboste de la misma ignora el significado de la palabra cultura. A lo mejor, o peor, es que para ellos Miguel Hernández era otra cosa, un mindundi desgraciado…

            Y la otra es de cosecha ajena. A su gran actor Kevin Space se le ha condenado, machacado y crucificado, y eliminado, tanto moral como profesionalmente, de forma, modo y manera fulminante, por la acusación de un presunto abuso sexual, un intento al menos, por parte de otra persona, hace ya muchos años. Bien. Vale. No diré yo que no, para no ser acusado de lo que hoy se lleva mucho. De acuerdo. Pero es que su propio presidente, Donald Trump, confesó públicamente en su reciente campaña su técnica para agarrar los genitales femeninos sin permiso de la fémina, y lo único que dijo alguien al respecto, fue “bueno… eso lo hace más humano”. Y a este, sin embargo, se le regaló la presidencia de la nación…

            En este segundo ejemplo, la hipocresía de la gente se alía con la desfachatez de sus políticos. Tales para cuales. Y en el primero lo que resalta es un ejemplo claro de que los intereses políticos no suelen estar a la altura de lo que demandan sus gobernados, aunque solo sea en materia de cultura. Aunque solo sea por una figura mundialmente conocida y reconocida de las letras españolas. No pueden faltar a la foto en un acto de primera magnitud como son los Premios Príncipe de Asturias de la mano de la Casa Real Española, pero no así en un Congreso hecho por los munícipes de un pueblo, aunque el poeta allí nacido sea de talla universal.

            Al final de todo, todo es política y todo se reduce a política. Los hechos son los mismos, pero las respuestas son opuestas por interés político… Por eso yo, lo siento, detesto la política y sigo prefiriendo las relaciones humanas, pues, aunque los agentes sean los mismos, los sucios intereses espurios, no lo son… Aunque sean otros más…. Digamos, devaluados.