POLITICASTRVM

A ver… las piezas parecen ir encajando en la izquierda española. Poco a poco… El tono moderado de Iglesias en la escenificación (puro teatro de los Quintero) de la moción de censura a Rajoy, una escenificación montada solo para el sanchismo socialista, es la vaselina que ha servido para abrir la cerradura por la que el Psoe cruzará la puerta a entenderse con Podemos. El comunicado post-circum, donde “El Psoe comparte con Podemos el diagnóstico de la situación de España, y no tiene dudas de que hay propuestas que pueden ser comunes”, es un claro manifiesto de entendimiento.

                Ha bastado que el zorro de coleta plateada se pusiese la careta de mofeta para que se produjese el anunciado acercamiento del nueviejo secretario general socialista. Se pone en marcha, pues, el ansiado y trompeteado movimiento de izquierdas, glorioso movimiento al fin y al cabo. Vale. El panorama queda expuesto en los mapas geo/estratégicos de aquesta guisa: matrimonio de izquierdas bien avenido por un lado y matrimonio de derechas mal avenido por el otro, entre Ciudadanos y PP. Como debe ser.

                Por la derecha política parece claro que el centroderecha de Ciudadanos mantiene las distancias con el derechanepotismo del PP, y no está dispuesto a ser llevado al huerto. El ejemplo y modelo vecino de Macron en Francia le señala el camino. Pero por la izquierda no está del todo claro. Ambos líderes ambicionan comerse el uno al otro, y abanderar la izquierda una, grande y libre, ansiada por cualquiera de los dos. Y está claro que uno de ellos no sobrevivirá al duelo.

                Porque esto es eso, un Duelo en O.K. Corral, no lo duden. Pasado el estiaje nos encontraremos con este potaje. De momento, se están estudiando en la distancia, los movimientos, la situación, el sol de cara o a la espalda, a qué altura están colgadas las pistolas… ya saben. Ambos dos quieren lo mismo, y solo puede haber uno, solo uno debe quedar entonces en el rancho de las izquierdas rocosas.

                A Iglesias le gustaría hacerse un llavero con Sánchez, al igual que se lo ha hecho con Garzón, una cabeza jibarizada con una marca (IU) que ya no marca nada. Solo adorna. Una cabeza parlante que habla cuando le toca y lo que le toca hablar, pero nada más. Se le da cuerda, y funciona. Y a Sánchez le encantaría ser reconocido e inmortalizado como el Napoleón de las Gauches, así que dudo que se deje reducir la cabeza. Si bien Pablo es más sibilino y astuto que Pedro, no se nos escape el detalle…

                Así que ya veremos como acaba esto. Lo ideal sería que el Psoe fuera el colchón centroizquierda moderado que marcase distancias con las viejas y arcáicas formas pseudostalinistas de los nuevos soviets, al igual que la marca Ciudadanos con respecto al fachismo rijoso del PP, pero el abandono de Sánchez de tales posiciones centradas y moderadas, y su postureo de puños en alto e internacional cerrada, cuestiona tal solución.

                Por lo que, como tales dos se disputan el mismo escaque del tablero, está claro que sobra una pieza. Así que se abre una porra en este ágora sobre quién será al caballo ganador. Pero no se nos olvide que a tal caballo siempre puede haber después un indio que lo monte…