POLÍTICOS Y DEMOCRACIA

  

Un par de botones de muestra, de distinto calibre, condición, e incluso ideologías opuestas, para intentar ver lo que nuestros políticos entienden por democracia, y cómo lo hacen. Son maniobras y hechos tan rocambolescos, que la capacidad de asombro puede llegar a quedarse en off-out. En cristiano viejo, un fundido de plomos.

                A escala nacional, el espectáculo que nos están brindando los niñatos de Podemos resulta tremendamente ilustrativo. Dos tendencias, una guerra civil, y todos los medios más sucios para uso de los bandos beligerantes. Los iglesistas le quitan a Madrid un peón herrejonista para poner uno suyo, un tal López que les estorbaba, por lo que los herrejonistas se quejan del callo pisado y juran en arameo contra los iglesistas, por lo que éstos, a su vez, arremeten y atacan sin piedad a los herrejonistas por levantar la voz… Tremendamente edificante. Esta es la pura e impóluta izquierda que nos quieren colar estos privilegiados hijos de la clase acomodada de este país. El ropaje más de época, SÍ, y el zancadilleo que aprendieron de sus papás, también. Nada nuevo… Deplorable.

                Pero es que aquí, en nuestro roal regional, el espectáculo que nos brindan los que nos mandan no es menos vergonzoso. Se junta el presi con todos sus alcaldes y deciden firmar una cosa para que, si son investigados, o encausados, o imputados, o como se diga ahora, sigan sentados en sus puestos firme el ademán, hasta que el juez mismo se encargue de apearlos de ellos. Son todos muy aprovechados. Se cubren a sí mismos por lo que pudiera pasar, y al caporal se le hace un favor como una catedral. Ya me dirán, embolado en un par de causas… Etutti contenti. Les importa bien poco, a los del PP digo, que su partido firmara un acuerdo con Ciudadanos para sentar culo en el poder, y dejarlo si se ensuciaban. Con este documento espúreo pretenden incumplir lo pactado y quedarse tan frescos. Tremendamente inmoral querer cubrirse las espaldas con tan inicuos métodos de trileros.

                Pero así son las cosas en este país de tramposos, mangantes y marrulleros. En lo nacional y en lo regional. Y en lo local, me temo. Izquierdas y derechas por igual. Los nuevos o los de siempre, es lo mismo; los jóvenes rompedores o los viejos cascarones, qué más dá…

                Sin embargo, lo que más espanta de todo esto – por lo menos a mí – es que todos ellos enarbolan la bandera de la democracia, revistiéndose cada uno a sí mismo de ser su iglesia en la tierra. Todos dicen serlo, todos dicen representarla genuinamente, todos proclaman defenderla… Cuando, a poco que nos fijemos, la están utilizando para sus propios fines, para sus ruines banderías, para atacar a sus opositores, para apandar poder y medios, para cubrirse las espaldas cuando vienen mal dadas…

                ¿Dónde queda el ciudadano, entonces?.. El ciudadano solo vale para votar y para pagar. Cuando un latrocinio y atraco como las Cláusulas Suelo, por ejemplo, se hace con total impunidad, y los que gobiernan no protegen a su ciudadanía de ello, si no que dejan hacer a sus amigos maleantes… cuando la única y lejana protección nos viene de Europa, ¿dónde están, y para qué están nuestros políticos?.. Contéstese usted mismo.