POPULISMERÍAS

 

Anteayer nos juntamos en La Pinza de Radio Torre-Pacheco para abordar el prometido programa sobre los populismos. La verdad es que, a mi humilde entender, alcanzó un nivel muy más que aceptable. Lo tienen ustedes colgado en Face Book y en You Tube. Los políticos, politólogos y aficionados que nos reunimos allí, y los que nos llamaron para participar en el tema, hizo interesantísimo lo que de entrada tan solo prometía ser interesante. Muchas gracias a todos.

                Pero lo que merece la pena en incidir y resaltar de tal análisis, fueron las conclusiones finales. Y la conclusión a la que se llegó es que la solución al azote de los populismos, de los peligrosos populismos, tan solo reside en la educación de la ciudadanía. Así, con mayúsculas. Porque la educación con minúsculas, la des-educación, la educación intervenida, falseada y manipulada, tipo ikastolas, modelo nacionalistas, es lo contrario a la educación aunque use el mismo nombre. Incluso puede llegar a ser una programación mental populista… Precisamente.

                El ingrediente principal de una buena educación es la cultura. Existen sistemas educativos a los que se les va haciendo huérfanos de cultura poco a poco (se le van quitando humanidades, filosofía… p/ej.) y se les va despojando a los individuos de la capacidad de razonar, de pensar por sí mismos. No me refiero, claro, a esa cultura excluyente. Me refiero a la cultura inclusiva, en la que participamos todos y de la que todos bebemos en común. Del patrimonio de toda la humanidad. No de roales mezquinos.

                Efectivamente. Si nos fijamos en la época actual, en la sociedad actual de este mundo actual, donde el advenimiento de los Trump, Farage, Le Pen, Orban y un siniestro, oscuro y largo etcétera nos invade, y analizamos las inmensas bolsas de dónde sacan sus votos, no resulta muy difícil observar que vienen de una sima desprovista de una mínima cultura universal, y alimentada, sin embargo, con principios patrioteros y cicateros, todos basados en un ombliguismo ciego, desnortado y descerebrado.

                Que en la principal democracia del mundo – los EE.UU. de América – los nazis y los del Ku-Klus-Klan, el racismo y la xenofobia, se destapen manifestando su indisimulada y desbordada alegría, es una demostración clara y diáfana de ello. Y eso asusta… Y mucho. El grito que parece surgir de esa ola que surge de ambos lados del Atlántico, es, precisamente, ese mismo: La Ignorancia al Poder.

                Y es que los políticos actuales, partidócratas más que demócratas, han usado y abusado de las adormideras sociales para con el pueblo: fiestas, fútbol, modas, botellones sociales y circos mediáticos… a fin de hacerlo manejable y manipulable a sus fines. Y han creado un monstruo larvado y dormido, sí, pero también desmotivado, insensible e ignorante, un tanto fanático si se les tocan sus opiáceos, pero sobretodo, inculto, de una profunda incultura.

                Entonces, llegados a este punto, los populistas se encuentran el barbecho labrado y a punto de siembra. Y cuanto mayor cretinismo alberguen sus semillas, mejor agarran en él… ¿Es eso lo que está pasando, o estamos equivocados?.. Piénsenlo, piénsenlo, por favor…