POR SUS FRUTOS...

Los frutos del independentismo cerril catalán solo se pueden entender desde la ceguera más obtusa. Siempre he creído, como creo que toda España, que el pueblo catalán formaba la ciudadanía con más seny de todo el Estado. Por eso me horroriza pensar que ese mismo seny no se manifiesta con igual firmeza y determinación al menos a como se están manifestando los que están llevando a Cataluña a la más pavorosa ruina.

            Lo primero que hicieron los mangantes de sus gobernantes fue dar un golpe de estado. Pero no un golpe de estado a sí mismos como políticos, sino un golpe de estado al pueblo catalán. Un secuestro. Pues lo que a todos afecta, por todos ha de ser decidido, y no por unos pocos. El pasado 6/9 el Parlament dejó a todos sus ciudadanos a merced y en manos de un govern revestido de un poder sin límite alguno. Igual, exactamente igual, que hizo Maduro ante el asombro y la reprobación del mundo entero. Los catalanes están sometidos por unas leyes impuestas por el más burdo y torpe absolutismo. Y chantajeados en las calles por el discurso del miedo, el señalamiento, la violencia, el insulto y la amenaza… Ya solo falta que, desde ese mismo poder, conviertan a su criatura ominosa de Harrán en un monstruo como Eta. Es la escuela que están siguiendo.

            Pero es que, los frutos que están cosechando, y esto no ha hecho más que empezar, son unos números de auténtica ruina económica. Más de 1.300 empresas han salido de Cataluña y la sangría sigue abierta. De la banca catalana ya no queda nada. En un mes se ha reducido la inversión extranjera más de un 10%. La venta de coches (es un indicador inequívoco) se ha desplomado en un 40%. El descenso de la actividad turística sobrepasa el 20% y las cancelaciones el 30%. Las ventas en grandes áreas se han reducido en solo un par de meses en un 25%. La merma económica de ingresos para lo que queda de año se cifra en 1.200 millones de euros… Un experto comentaba que si ahora se produjese esa hipotética independencia, la república catalana nacería con una pobreza congénita inconmensurable, y el fenómeno charnego se conocería justo al revés de cómo ha sido: los catalanes saldrían por cientos de miles a trabajar y vivir en el resto de comunidades españolas…

            Por eso, porque por los frutos ya se van conociendo, repito, es por lo que me sigo preguntando porqué aquella aparición fugaz de esa mayoría silenciosa catalana no se repite y se prodiga tanto o más que los miles de activistas ubicuos y movidos por la estrategia soberanista. No se concibe que tal mayoría tenga que ser silenciosa y no pueda gritar, salvo que sea, claro, el silencio de los borregos. El “Basta Ya” del pueblo vasco fue el punto de inflexión para que los lobos de Eta dejaran de aullar.

            Allí tuvo que correr la sangre que no pudo ponerse a salvo para que sucediese, y aquí solo está corriendo el dinero que sí puede ponerse a salvo, para que también pueda suceder. ¿Tendrá que hacer falta el asesinato de un Miguel Ángel Blanco?.. No creo. Mejor, no quiero creerlo. De momento, los frutos son el secuestro político, el sometimiento por la amenaza, el chantaje y el miedo, y la más absoluta pobreza… ¿Qué más ha de pasar para que esa mayoría salga todos los días a la calle y deje de ser silenciosa?.. ¿Alguien puede pasar estos manifiestos a Catalunya?..