...PORQUE ASÍ LO VEO

…Así lo creo. Un gran amigo mío, me hace llegar la información que sobre el Cóvid-19 y la pandemia, se está vertiendo en el nada sospechoso Discovery Salud. Una publicación seria que llega a todos los responsables, tanto políticos como profesionales, de la sanidad, así como a los organismos, públicos o privados, y a científicos e investigadores… Información sobre el Coronavirus, que, curiosamente, no ha sido contestada oficialmente, ni tampoco denunciada a fiscalía alguna, ni nada de nada. O sea, la callada por respuesta, el silencio…

Y he de reconocer que, algunas de sus tesis expuestas, pueden hacer dudar hasta tal punto que le sirvan de pólvora, debidamente sacadas de contexto, a cualquier acérrimo negacionista por sistema. Ese puede ser el riesgo. Sin embargo, apunta una posibilidad terrible, y es que, desde instancias oficiales, políticas y de poder fáctico o intereses económicos, se pueda poner la etiqueta de “negacionista” a todo aquel científico y/o investigador, honesto e independiente, que no se pliegue a la oficialidad más o menos impuesta desde la autoridad del poder establecido.

Porque tal posibilidad existe, y eso hay que reconocerlo. Unos poderes fácticos mundiales que nos han llevado a un sistema de vida y desarrollo basada en un consumismo desaforado e indiscriminado, que nos ha llevado al actual desequilibrio climático, y abocado a los desastres que tenemos en puertas, y que, apenas reconocidas tímidamente sus evidencias, siguen propugnando los mismos errores que nos están llevando al colapso, sin poner remedios efectivos para pararlo, son capaces de cualquier cosa con el fin de eximir sus responsabilidades en ello. En cuatro palabras: es un sistema no fiable y no confiable.

Un ejemplo mundial es el atraco y robo de que el agua potable del planeta ya cotiza en bolsa… luego ya no es nuestra, de todos, porque empieza a tener dueños concretos. Uno doméstico lo tenemos en la intención de nuestro gobierno en sacarse de la manga una especie de “Ministerio de la Verdad”, destinado, en teoría, a depurar la verdad de la falsedad, lo real de los bulos, lo fiable de las fake news… Pero, ¿cómo fiarse de un estamento político contra los embustes, cuando los políticos son los mayores mentirosos?.. Es como poner a la zorra a guardar gallinas, como encargar a los embusteros profesionales que separen la verdad de la mentira… Y aquí salta la gran pregunta de ¿quién vigila al vigilante?.. Yo, personalmente, desde luego no me fío…

La cuestión resulta ardua. Y solo existe una solución: que el ciudadano se preocupe por formarse e informarse; que busque fuentes fiables; que se eduque a sí mismo en la adquisición de cultura social; que destierre la ignorancia del dejarse llevar; que busque y rebusque respuestas razonables a sus dudas en su sentido común; que nos convirtamos en nosotros mismos, y no en un montón que actúa por simbiosis… Muy difícil, ya lo sé. Desarrollar un pensamiento libre, enfocado en la lógica, no es fácil, pero podría ser posible si todos quisiéramos…

La cuestión es: ¿queremos?.. Yo no lo veo. Estamos en una encrucijada histórica, enfrentados a un nuevo paradigma. Después de todo esto: las pandemias (porque a ésta seguirán otras), la crisis climática y económica, etc., nada volverá a ser igual. Se impone un nuevo orden, una nueva estructura social y política, unos nuevos valores… o infravalores, o lo que sea. Un mundo viejo con unas nuevas maneras, otras formas de entender las cosas y de vivir la vida… Si va a ser un 1984, un Mundo Feliz orwelliano, un Farenheit 451 (Bradbury), en los que estemos sometidos a controladores supergobiernos, o un mundo libre y liberado, respetuoso y respetable, tan solo puede estar en nuestras mentes, en nuestras manos, y en nuestras conciencias.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo