PREDICAR CON EL EJEMPLO

Tras la larguísima égida coronavírica, ya cerca el abordaje a la segunda fase de la lucha contra el Cóvid-19, se nos empieza a preparar al personal para afrontar una recesión económica superior a la crisis del 2012. Algunos incluso la comparan a la posguerra, dispuestos a meternos en cintura por el método de meternos también el miedo en el cuerpo. No sé si querrán engañar a la gente exagerando cuanto pueden, si es solo parte de la verdad, o si es solo la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad… Aparte los que están muriendo, aún quedamos, y algunos quedarán cuando esto acabe, si es que termina algún día, de los que fuimos críos de la posguerra auténtica. Y entonces se pasaba hambre y necesidad, y se carecía de todo, y la gente moría de tuberculosis a chorrete, y había que construir de la nada cuanto se había destruido, que era todo…

Hoy no se ha destruido nada, tan solo la economía, y los mercados productivos y de consumo están intactos, y no creo que pueda ser comparable a lo que quedó de una guerra… aunque, miren, el cambio climático agradecería que así fuese, para poder regenerarse la atmósfera a pajera abierta, que buena falta le hace… A lo mejor deberíamos plantearnos, antes de volver a nuestra locura consumista y transportista, si no es mejor pararnos a pensar, y frenar en lo posible nuestra existencia de hedonismo puro, antes de reengancharnos como burros a algo que sí que nos va a llevar a la destrucción, y que esa sí que nos va a parecer una posguerra de verdad.

Pero el caso, sea como fuere, es que economistas y políticos nos están preparando el cuerpo y el cerebro para un tiempo de escasez y vacas flacas, económicamente hablando, claro. Y que en las comparecencias de todos y cada uno de nuestros cargos de la alta, mediana y baja política, nos están vertiendo en los oídos y advirtiendo en los ánimos, que nos viene una época dura en que habremos de apretar los dientes (a los que les queden) y el cinturón (al que tenga), porque, ya saben, entre todos pasaremos y entre todos venceremos, plas, plas, plas, todos al balcón que toca animación, que salga el de la canción, que mola mogollón, plas, plas, plas…

Sin embargo, si eso es cierto, y yo no lo dudo, y se nos está disponiendo el ánimo para eso… para el recorte, aún no he visto que ellos se dispongan a recortarse y bajarse sus superemolumentos, sus superagastospagados, su superniveldevida, y sus privilegios a costa del gasto público… ¿Usted puede creer a los que lo está avisando de una carestía sin aliviar el costo público que suponen sus propias y abultadas nóminas?.. Y es que, como ya es nuestro natural, y como todo político de este país, sean de izquierdas o de derechas, las apreturas son siempre para el que menos tiene, no para el que más obtiene. Aquí siempre han soportado las crisis los de abajo, nunca los de arriba, ¿o por qué cree que este país es el que ostenta el mayor índice de desigualdad de toda Europa?.. Pregunten al Relator de la Onu mismo, al que le echaron la manta encima.

Debían de fijarse en Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda, que ante la recesión en puertas, ha rebajado el sueldo a sus ministros, a los altos cargos del gobierno y a sí misma un 25%, y a los presupuestos de gastos festivos, celebraciones, conmemorativos y superfluos una media del 50%. Una persona con sentido de Estado que es consecuente y da ejemplo. Que si anuncia recortes a su gente es la primera que se recorta de sus propios bolsillos y en los gastos de su propio gobierno… Eso es ser responsable, tener vergüenza, y credibilidad.

¿Pero qué autoridad moral puede tener aquí una clase política, central y de 17 taifeños, que se miran sus bolsillos, sus negocietes y el de sus amiguetes… y, claro, los de su partidete, pero, eso sí, anuncian malos tiempos a sus súbditos rifeños?.. ¿Ha visto un solo político, nacional, de comunidad autónoma, o de ayuntamiento local, que haya decidido bajarse el pienso a sí mismo y a los suyos - que se lo supersubieron apenas hace nada - a pesar de la que anuncian que se nos viene encima?..

Yo sí. La alcaldesa de Alhama, creo. Bajada de sueldo para ella y todo concejal, la mitad del presupuesto para las fiestas, y una política económica de sobriedad en los gastos innecesarios. Justo es decirlo y reconocérselo. Igual, lo mismo, e incluso antes, que la presidenta neozelandesa. Pero aquí, a uno de la oposición me parece que ha sido, se le ocurrió insinuarlo, y hasta los de su propio pesebre se le revolvieron, y lo mandaron callar. Esas tenemos, y con estos apañaos nos las vemos…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php / próximo programa, día 17 Abril: …MISIÓN CUMPLIDA

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