RECICLANTES NO, REPLICANTES.
- Por miguel-galindo
- El 15/04/2020
El deporte no es ajeno al fenómeno del cambio climático, y participa del mimetismo que la sociedad ha adoptado a través de los intereses económicos, tanto empresariales como deportivos, pues, en definitiva, el deporte, una vez convertido en negocio, no es más que una empresa, al igual que se ha hecho empresa el “verdismo” y el ecologismo, sin que importe ni poco ni mucho el cambio climático. Se trata solo de vender el producto y mantenerlo mediáticamente, mientras se compre…
Cuando el último teatrillo montado en España sobre la Cumbre del Clima (les recuerdo mis crónicas al respecto en su día), un club mediático como el Real Madrid, aprovechando el tirón ecologista, en su partido del 07/12 contra el Español, sacó a lucir una camiseta verde, que abanderó ante los medios como gente concienciada con la cosa esta del cambio climático, que tan de moda se puso por unos días (mientras la capital se montó el chiringuito). Un mes antes, el gobierno había declarado, acorde y a tono con la conferencia, una especie de “emergencia climática, Y EL Real no iba a desaprovechar hacer la pose. Como todos, claro…
Sin embargo, poco después de la puesta en escena, nuestro Real Madrid tenía que jugar un partido de Copa con la U.F. Salamanca, al ladico mismo de su casa, y no dudaron en cubrir esa miserable distancia de 200 kms, desplazándose en avión, el vehículo más contaminante de todos. Ese es el ejemplo de conciencia postiza de cuanto verde mediático hay por ahí. El avión contamina doce veces más que el automóvil, veinte veces más que el tren, etc… Green Peace fue la única organización que hizo pública denuncia de tal hipocresía, y de tan farisea pose. De hecho, está haciendo un listado de equipos de fútbol de los que más abusan en toda Europa de esta modalidad. Real Madrid y Barcelona están a la cabeza.
La intención social de esa molesta Ong es tratar de trasladar el malestar de conciencia (a quienes la tengan) a todos los directivos del mundo del fútbol. Loable propósito, a fé mía, pero esta gente juega por interés económico, no por otros. Su representante en España, Sr. Fernández, dijo a propósito de tal iniciativa que “la sensibilidad social está creciendo muy rápidamente, al mismo ritmo que crecen las emisiones del sector de la aviación”… ¿usted cree, maestro..?
Bendito sea el buen señor. Ojalá así fuere, pero yo es que, sinceramente, no veo, perdónenme, que crezca una mayor sensibilidad en el común de la sociedad, en más medida que la de las empresas deportivas o comerciales, deportes incluidos. Como una moda, sí, como un compromiso, pues no. Aquí mucho selfie, mucho discursito, mucha camiseta, pero pocos, muy pocos, hechos. Yo no sé, por ejemplo, cuánto CO2 es necesario verter a la atmósfera para llenar un gran estadio como los que estamos tratando, cuántos desplazamientos rodados o aéreos, pero sería interesante calcularlo. Otra cosa es que, como en los cuarenta y cincuenta, se vaya al campo andando o en bicicleta…
Tranquilos, no creo que nadie vaya a echar las cuentas. No interesa. Mejor dicho, no nos interesa. Hay demasiada gente comiendo de ese pesebre. Y lo lúdico sigue primando en nuestra escala de valores, el consumismo y el hedonismo es prioritario, incluso, ya lo verán, una vez pasado el coronavirus y su miedo implícito. Pero hemos copiado las formas con que las empresas – repito, tanto deportivas como comerciales, pues es lo mismo – se han camuflado para seguir vendiéndonos el mismo producto verdecologista de pin y banderita.
Disculpen my burda falta de fe, pero es que no, no veo yo esa “sensibilidad social” de la que habla el de Green Peace español. Por ningún lado. Treinta millones de tubos de escape pusimos a escupir veneno a nuestra atmósfera en el último puente antes de la venida del Cóvid-19 y su confinamiento. Así, sin pestañear. Eso sí, naturalmente… bájate la basura, nene, y tírala a los contenedores por su naturaleza, a según nuestra imagen y semejanza, y luego saca el coche del párking que yo ya tengo las maletas hechas y los zagales puestos. Que los envidiosos de los vecinos, como no pueden salir a ningún lao, luego hablan de nosotros que si somos unos irrecicladores incívicos, y cosas así…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php / próximo programa, día 17 Abril: …MISIÓN CUMPLIDA
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