REFLEXIÓN
- Por miguel-galindo
- El 22/12/2016
Es asombroso. Pero leo textos de la Toráh judía, El Corán árabe y La Biblia cristiana, y son exactos. Sobre todo los relacionados con el Génesis y con los de San Juan… Si yo transcribiera aquí algunos de ellos, nadie sabría decir a cual de las tres fuentes pertenece, y todos jurarían que están sacados del Antiguo Testamento. Y, sin embargo, nada más al contrario. Quizá se deba a que las tres religiones (los llamados Pueblos del Libro) sean ramas de un mismo tronco, cepas de una misma viña…
El tronco, la viña, es Abraham, padre y patriarca de las tres creencias. De su hijo Ismael, nacido de su esclava Agar, desciende el pueblo ismaelita, o agarenos – árabes -, de su hijo Judá, nacido de su esposa Sara, desciende el pueblo judío, o hebreo, así como de éstos segundos nace la fe cristiana.
No es de extrañar en modo alguno que la raíz de Alá y de Elhoí sea la misma. O que el saludo de la paz, Shalam, árabe, y el de Shalom, judío, sean ambos casi exactos. Son simples ejemplos identitarios que señalan un mismo origen. Como la nariz ganchuda de ambos pueblos, los dos de raza semítica, que vienen de una misma carne, de una misma sangre, de una misma genética…
Y, sin embargo, se odian profundamente entre ellos, así como los musulmanes, a la vez, desconfían de los cristianos, quizá por ser “herederos” religiosos de los judíos, si bien honran de corazón y con toda su alma a Isa (Jesús), hijo de Máriam (María), como un respetado profeta no menos que Mahoma.
No obstante, se odian. Es un odio fratricida, hondo y atávico. Si el génesis bíblico fuera el relato de una crónica actualizada del ser humano sobre la tierra, podríamos decir que es la misma guerra entre hermanos que Caín y Abel, cuyo pasaje, tras eones de tiempo, se mantiene viva y activa a través de sus descendientes.
…Porque dicen y cuentan que los europeos y americanos, los arios y los anglosajones, somos también descendientes de una de las doce tribus perdidas de Israel, por lo que se cerraría el círculo de la historia, y quizá también de la historia de las principales civilizaciones. Muy curioso e interesante, ¿verdad..?.
Es que, cuando veo el fanatismo de los unos, el populismo de los otros, y el fundamentalismo de ambos lados, me está pareciendo como una maldición bíblica sobre el ser humano, tan vieja como ese propio ser humano sobre la tierra. Y un empeño suicida y ciego en ver más lo que nos separa que lo que nos une. Y todo, en nombre de unas religiones cuyos libros vienen a decir lo mismo, fundamentalmente. En fin, lo que digo, que estamos rematadamente locos. No obstante, felices pascuas a todos.