ROBOTS
- Por miguel-galindo
- El 04/06/2021
Lo queramos o no, la robótica ya forma parte – si bien que aún moderada – de nuestra vida cotidiana, en pequeños ingenios que funcionan como tales, aún en baja escala… Pero es ésta una ciencia, y una industria, que avanzan ambas (ciencia e industria) y por lo tanto su comercialización que es lo que importa, a paso ligero. Antes de una década podremos tener auténticos ayudantes personales en hospitales, talleres, recepciones, e incluso auxiliares domésticos que nos harán la existencia aún más fácil y entretenida… Eso será el primer paso, breve y transitorio, porque, casi que inmediatamente, la siguiente generación ya serán más humanoides que robots. Y esto, nos guste o no, ya resulta irreversible…
Los resultados en lo que se ha venido a llamar biorrobótica, esto es, combinación de biología y tecnología, son auténticamente reales y asombrosos… Tanto, que los dilemas, que empiezan a presentarse ya, sobre la marcha, no son técnicos, si no morales. El nivel al que se está trabajando en esta disciplina es en la incorporación de reacciones de lógica humana, con lo que se les dotaría de los sentimientos más elementales… No estoy soñando, ni delirando, ni suponiendo. Es ya una realidad como una casa. Y esto entraña un… ¿alto? riesgo, porque si son, al final, copias de nosotros mismos, distarán mucho de ser perfectos, ya que nosotros no lo somos (más bien, al contrario)…
Llegados a este punto, resulta imprescindible recordar las tres leyes éticas propuestas por Isaac Asimov para las creaciones robóticas: A) un robot nunca dañará a un ser humano; B) obedecerá a los humanos, siempre que éstos no violen lo anterior; y C) se protegerá a sí mismo, siempre que esto no viole ninguno de los puntos anteriores… Como verán, tres puntos simples, elegantes y sencillos. Son leyes – sobre todo la tercera – que es tremendamente natural, puesto que todo organismo autónomo tiene a protegerse de peligros para no autodestruirse. Es casi que un instinto primario: el de la conservación, el de la supervivencia… Y yo pregunto, y ustedes me perdonen: y si nosotros los ponemos en peligro a ellos, ¿nos protegerán, o se protegerán?..
Desde 2.009 (doce años ya) que los mismos científicos se están desgañitando para pedir una legislación internacional basada en un código ético, que regule el desarrollo de la Inteligencia Artificial… El problema es que este escogido grupo de biólogos moleculares, es también un selecto plantel de investigadores independientes, y pongo el acento en que en este mundo todo depende del dinero, y el dinero no garantiza independencia alguna. Pero, aún y así, ellos se manifiestan en un sentido que es contrario a quiénes están financiando tales avances: el uso militar de la computación inteligente…
EE.UU., por ejemplo, promulgó hace un par de años una Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial (NSCAI) que, lo primero que ha hecho es secuestrar toda la investigación en nombre de esa misma seguridad nacional… Esto es todo lo contrario a lo propuesto por Asimov: en defender una nación entra atacar a humanos que se supone nos atacan, ¿no?.. y eso es todo lo mismo, o sea, soldados-robots… Es la filosofía espuria de todo ejército: “para preservar la paz, prepárate para la guerra”… Y esto me hace pensar que nos puede salir el tiro por la culata. Algo funciona mal en la evolución humana cuando inventamos artefactos más evolucionados que nosotros mismos. No estamos preparados para crear robots humanizados, si nosotros estamos a medio humanizar…
Europa, por el contrario, se pronuncia por un marco legal “seguro y ético” ante la última y escalofriante declaración de la NSCAI, que defiende “la integración de las tecnologías de inteligencia artificial en todas las facetas de la guerra”… La manu militari ante todo y por encima de todo. No resulta extraño entonces que 4.500 científicos se hayan unido a la propuesta europea frente a la norteamericana. Lo malo son los que no pueden manifestarse porque trabajan para el Pentágono, para otros gobiernos dudosos y para cuántos Doctor NO encubiertos circulan por ahí…
Tal futuro es ya el presente, y los conocimientos científicos van por delante de los valores morales, dado lo que hay… Bienvenidos sean los robots, pero Dios nos guarde de los robots. Y no por ellos, si no por nosotros. Así que, mejor dicho: que ese Dios nos guarde de los intereses maquiavélicos que los financian. Son seres inocentes manejados por hijosdeputa…
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