ROYAL CRONICLE PARTY TWO

Resultado de imagen de LA CENA DEL rEY EN eL tRASGU

Hace nada, cuatro días, escribí aquí mismo un articulico sobre la familia real en el estiaje del último viaje. Y hablaba de su situación de desmontaje, y del despiece de sus miembros, etc., etc… y decía del emérito rockabilly (los viejos rockeros nunca mueren), que su augusto hijo lo justificaba con un “está fastidiado, el pobre, y le gustaría estar aquí, pero…”, sin saber dónde, ni cómo se encontraba.

                Bueno, pues como los hados me son como los oráculos, hete aquí que dos o tres días después, como si el universo contestara mis estivales demandas, encuentro en un periódico cercano la respuesta al arcano. Una noticia a pie de página que habla del exRex, y como la canción de aquel venerado conquense, nos habla qué fue de él, adonde está, a qué dedica el tiempo libre… Y todo lo que yo me preguntaba a mí mismo en ese artículo al que hago referencia, pues eso, que la causalidad me fue propicia y… voilá.

                Y la verdad es que, de estar fastidiado, nada de nada. El pasado 18 de Julio (sospechosa fecha, a fuer de ser sincero) fue pillado in fraganti, cenando en franca francachela en El Trasgu, de Torrelodones, su restaurante favorito, en compañía de Javier Solana, ex ministro y ex Otan, con su señora esposa, Cristina Iglesias y su actual billetero y alto empresario mexicano, y la financiera Alicia Koplowitz, la dama divorciada de Alberto Cortina, otro vip de tronío íntimo del gran Borbón… Un par de días después del tal ágape nocturno don Juan Carlos canceló su ida a Palma para la foto oficial de familia que selfía unida permanece unida, ni siquiera para regatear con su Bribón y su tripulación. “conmigo no contéis”, les soltó el expatriarca a la tribu. Traducción oficial de su hijo/rey: “está fastidiado, el pobre, pero le gustaría estar aquí…”.

                El periodista (T. Pestierra) obviamente no sabe lo que allí se trató, ni se dijo, pero el más que nunca Don Juan y menos que nunca Carlos, entre las dos damas con las que el exmonarca siempre hizo buenas migas “llegaron a cogerse de las manos en incontestable gesto de real intimidad. Risas, felicidad y confidencias dichas al oído y tapándose la boca para esconder el movimiento de los labios, que no el de los ojos”, según reza en la crónica del plumillas. Y también según la revista LOC, tan solo que una frase escapada de la Koplovitz refiriéndose al Juanqui en un momento expansivo, que vale como ella sola para alimentar el mundillo de la rumorología, y que sirve para justificar esta segunta party de este minimundi de Celtiberia Show carandeliana: “NOS NECESITAMOS”. Dos palabras que valen por todo un tratado.

                Influencia, poder, dinero, relevancia social, reunidos alrededor de una mesa redonda en un Camelot hispano de mucha enjundia, donde, según esa misma fuente, nuestro emérito presumió de hijo coronado, y hasta mostró, en su reconocido buen humor y campechanía, un même rescatado de las redes sociales en el que aparece vestido de jeque árabe. Buen rollito, sin duda, y algo más, quizá, que, salvo por alguna indigestión de alguna clase de marisco, no justifica dejar plantados a sus regatistas y a su real familia, por un “estar fastidiado, el pobre…

                El hombre dirá que ya no es nadie, que está apeado de sus responsabilidades, y que le quedan cuatro ratos para disfrutar de su vena borbónica de falderío y fina francachela, y que ya hizo cuanto pudo cuando tuvo que hacerlo. Y que cada palo (hijo) aguante la vela con la que ha elegido navegar el mar del poder – y no lo digo por nadie – que apañao vá, y que a él lo apeen del postureo. Es su opción personal, naturalmente.

                Peor es lo de nuestro presidente, que se larga en un Phantom de la FF.AA. (gasto costeado con dinero de los ciudadanos) al festival borrachero de Benicassim con su propia, a la que también le ha buscado una puerta giratoria espléndidamente remunerada – sigue pagando España – en el Instituto de Empresa, en un puesto creado exclusivamente para ella. Se ve que con su jornal no alcanzan el fin de mes. Estos son los mismos que se declaran republicamos y se permiten criticar el nepotismo de las casas reales. Incongruencia e hipocresía a manos llenas… ¿Cuál de ambos casos tiene peor conciencia?. Pues eso mismo.

                Porque miren, a estas alturas del globo, veo menos inmoral lo del Juanca que lo de esta gentuza que nos ordeña desde el gobierno. Están los que se sirven después de haber servido, y los que antes de ponerse a servir, se sirven a sí mismos y a su parentela. Y mí que no falte…

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