SEGÚN ME VAYA LA FERIA...

Los alcazares historia balneario de la encarnacion 1

Creo que he escrito bastante sobre el problema, nuestro problema, del Mar Menor. Quizá demasiado… aunque muchos me dicen que, en este caso precisamente, nunca es demasiado. La cuestión es que las Danas siguen estando a las puertas, nuestro pequeño mar sigue agonizando, y nuestros vecinos del mismo mar siguen vendidos y desprotegidos. Sin remisión. Mientras los poderes públicos, económicos y sociales, siguen echándose las culpas los unos a los otros, responsabilizándose mutuamente, y salvando cada cual sus propios muebles de la quema… digo de la inundación. Cada cual, según sus intereses sectoriales. Eso sí, todos juntos y unidos a la hora de manifestarse queriendo todos mucho, muchísimo, a ese Mar Menor…

 

Incluso poniéndose a la cabeza de la pancarta todos aquellos políticos que no han hecho nada, incluso desde su mayoría absoluta durante un cuarto de siglo de poltrona y mando… Es más, hoy todos se rasgan las talares vestiduras y lanzan ayes y lamentos, pero hace cuatro días el grupo parlamentario de los tres mosqueteros de la derecha, PP, Ciudadanos y Vox, votaron contra una moción que instaba al ejecutivo regional a aprobar un Plan Integral sobre el Mar Menor. Así, como lo oyen. Luego, van y me vienen con las explicaciones, excusas e inventos que quieran, pero esa Ley de Protección de la Laguna a la que tanto invocan ahora y se ponen la medalla de su autoría, la han tenido “cajoneada” bastante tiempo, al igual que otros antiguos proyectos protectores del Mar Menor que las Comunidades de Regantes les expusieron, incluso siendo costeados por ellos, y tampoco les hicieron puñetero caso… Que ahora se pongan de dolientes presidiendo el entierro y en las fotos de la manifestación de duelo, la verdad, es que escama bastante…

 

Yo puedo entender que las administraciones han de conciliar intereses empresariales de distintos sectores, todos legítimos, naturalmente, y que muchas veces chocan entre ellos por diversas razones. Eso es así. Y comprendo los equilibrios y políticas que hay que emplear en su mediación. Por supuesto que lo entiendo, siendo yo Mediador Profesional… Por nadie pase, algunas veces… Pero si las normativas, la legislación existente, no sirve para nada, hay que cambiarlas con urgencia, y si son útiles y sirven de algo, hay que aplicarlas con diligencia. Por ejemplo:

 

En mis muchos desplazamientos últimos a Los Alcázares, me doy cuenta (igual soy un lerdo en estas cuestiones, pero lo cuento) que un ambicioso résort que se está levantando pegado a la carretera, ha elevado su nivel sobre la misma ostensiblemente. Con lo que está pasando, es lógico que se me ocurra pensar que, en la próxima gota fría gorda, la acumulación de agua en la carretera será ostensiblemente mayor que antes, al ser desplazada de la zona alta a la más baja, lo que incidirá directamente en la avenida hacia la costa. Y solo se me ocurre preguntar: ¿se ha tenido en cuenta el trámite de Impacto Medio Ambiental de dicha obra?.. Por supuesto, que yo no lo sé. Lo ignoro, pero lo pregunto.

 

Es tan solo que una simple (y fortuita) observación que me viene al paso, y nunca mejor dicho… Pero que, comentándola el otro día a la ventura de compartido y amigable diálogo, un contertulio avisado, y aviesado, me soltó que no… que no solo no existe tal trámite, sino que además se contesta con silencio administrativo a cualquier interpelación por escrito que se haya a tal efecto… que tiene pruebas documentales de ello… Pues, sin comentarios, hermano lego…

 

Lo que está claro es que todos amamos mucho al Mar Menor. En estas desgraciadas circunstancias, muchísimo. Pero que las soluciones empiezan por uno mismo antes que exigírselas a los demás. Las manifestaciones públicas de queja y dolor están muy bien, pero el que cada uno se ponga las pilas, está mejor…

 

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