¿SOMOS, O NO SOMOS..?

“Los políticos son gallinas que, para comer, han de inclinar la cerviz”. Son palabras de Alberto Garre, pero muy bien podrían ser mías. Yo lo vengo escribiendo año tras año. Vengo diciendo que nuestro secuestrado sistema electoral hace de la partitocracia un clientelismo político que, al final, se convierte en una profesión para forrarse bien el bolsillo, situarse en el poder y obtener privilegios. El que quiera, que agache la cabeza y me siga, dice el partido. Pero eso que vengo pregonando largo ha por ciencia infusa, mi amigo Alberto lo sabe por pura y dura experiencia, mejor que nadie, porque intentó no rebozarse en el cubo de la basura al que le obligaban, y lo echaron del pesebre de malos modos y peores formas y maneras.

Ahora Garre abre las puertas de la sede de su partido de naturaleza murciana y murcianista, y se permite decir lo que nadie mejor que él sabe y conoce de primera mano. Naturalmente. Ni PP ni tampoco PSOE van a hacer por la región nada que no pase por sus propios intereses, y para eso han de inclinar la cerviz. Porque hay cosas que no entran, aunque a sus “gallinas” de aquí les permitan cacarear que sí. Como son el tema del agua, del Mar Menor, etc… Lo del agua, por ejemplo (él mismo votó en el Congreso de los Diputados contra la consigna de su propio partido, recordémoslo) la cosa es de una elementalidad pasmosa. De nada valen mil Pactos del Agua entre los caseros de la finca, si los dueños de la misma – Madrid – no pactan entre ellos. Y nunca lo han hecho, esté el que esté al mando.

Y lo del Mar Menor es prácticamente casi lo mismo. Los franquiciados murcianos del PP quieren arreglar el desaguisado trayéndose a su actual líder, Casado, a bañarse en plan Fraga dentro de un Meyba, y hacerse fotos formando la uve y con una sonrisa que se tocan los extremos en el cogote. Eso está muy bien como gesto para vender la estampita al creyente paciente (de pacer). Pero si desde el puente de mando del barco no libran los medios y efectivos – la pasta – para de verdad hacer lo que hay que hacer, y por lo que nadie ni ninguno se ha mojado, para nada sirve el remojón del que ahora está en la oposición, porrompompon… Cuando el desastre del Prestige en Galicia, por ejemplo, como Rajoy es gallego y en su tierra le cortaban los mejillones, en los Presupuestos Generales del Estado se notó la paisanía y cercanía… Pues a ver si ahora, como Perico Saura es de aquí, y el Secretario General del PP también, se nota lo mismo. Así que recen a Santa Rosa del Puño y a la Divina Gaviota a ver si se nota la sensibilidad de origen.

…Y es que, cuando el partido, el que manda, el que paga, coloca y/o despide, el que maneja las puertas giratorias, sean derechones o izquierdones, dice “noesno”, es que no. Ya pueden ser de los suyos o de los otros. Y chitón, que a quien ose piar se le corta el grifo y las alas. Y entonces se baja el telón. Y cuando se vuelva a subir, a esos actores-marionetas se les ve falseando la verdad en lo posible, simulando cuanto pueden simular, y justificando hasta lo injustificable echando culpas a próximos o ajenos que no las tienen. Ese, y no otro, siempre, siempre, ha sido, y sigue siendo, su “modus actuandi”.

Alberto Garre (era cuestión de tiempo) abrazó la única causa que merece la pena en este fangal de palestra: la causa regionalista. Tenía dos opciones, o se retiraba a su molino, o, como es un animal político, volvía a las andadas. Pero esta vez su andadura es por las sendas polvorientas de su tierra, de nuestra tierra. Porque sabe que la otra causa es una mentira gigantesca trufada de pequeñas mentiras. Y que ahí solo prima el interés de la poltrona para soltar la güita en interés de la región que alquile sus apoyos (véase el caso catalán, vasco, canario, etc.), a los que solo escuchan cuando les interesa su voto. Y a eso hay que jugar, sencillamente, por que no dejan jugar de otro modo.

Dice que las perspectivas son favorables. Pos malegro. A ver si con los resultados, y con él al timón, los de esta región espabilamos de esa “cansera” ciega y suicida, incluso servil, y despertamos de una puñetera vez. “Nosotros solo podemos pactar con un único objetivo, que es la región”, o algo muy parecido dijo el otro día para terminar… Aunque también para empezar. Porque esto empieza ahora, y requiere gente con tripas, “sin problemas de estómago”… Pues, ¡hala!, al resto de los metepapeletas urneras, les pregunto: nosotros, ¿somos, o no somos… región?.

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