SS. MM. LOS MAGOS

 

Ya han pasado los Reyes Magos… ¿Qué tal se han portado con ustedes?.. Conmigo bien, gracias a Dios. Tranquilo y rodeado de mis hijos y nietos, ¿qué más se puede pedir?.. Yo, por lo menos, no quiero más. Me es absolutamente generoso y suficiente. Cuando era niño, ya me prevenían de que no pidiese lo que no se podía tener ni obtener. Sabíamos muy bien de líneas rojas. Eran Reyes Magos pobres, aunque siempre suficientes. Claro que entonces, y en una inmensa mayoría de niños de posguerra, la suficiencia era virtud por lo escaso en que se formaba y con que se conformaba. El regalo era lo extraordinario, no la cuantía. Y el valor estaba en lo poco, no en la demasía. Como lo generoso se encontraba en el sacrificio, y no en la pudencia… Hoy, lo que no hay es prudencia, pero, enfín… corramos un tupido velo.

                Antes, SS.MM. los Reyes Magos eran de Oriente. Hoy, ya no lo sé… Bueno, nunca lo supe muy bien, la verdad. Siempre me pregunté qué oriente con relación a qué lugar. Si era Belén, los Reyes estos deberían de ser hindúes, o más amarillos que el aliacán, asiáticos perdidos… y si el oriente era con respecto a España, entonces sí, podían ser un poco más de acá… Es que, el señalar un punto cardinal tan genérico como origen siempre depende de donde se encuentre el objetivo, o la causa, o el destino, o lo que sea, y ya no sé, ni sabía entonces tampoco, si ese era, o sigue siendo, el pobre pesebre aquel o nuestro dúplex adosado de aquí y ahora…

                Pero sí que tengo una cosa meridianamente clara, y es que este año al menos no han podido venir de oriente, porque una de dos: o estarían retenidos en nuestras ricas, medrosas y cobardes fronteras europeas orientales, como unos refugiados más a los que tampoco se les ha dejado pasar, no sea que algún obispuelo dijera que en sus sacos podrían traer bombas yihadistas, o si son lo que debiera y como debieran, habrían descargado sus extraordinarios sacos de juguetes e ilusiones entre esos miles de niños enfermos con frío y hambre, y hubieran vuelto grupas llenos de indignación, tristeza y profunda vergüenza…

                …Por eso sé que no son ellos los de las cabalgatas sacabarrigas que pasean su burguesa tradición de ricos entre la sociedad pudiente del primer mundo. Esos son los reyes magos bastardos, los de pega, los con minúsculas… Los Reyes Magos de Oriente, con mayúsculas, los originales, los de pata negra, los denominación de origen, eran Reyes magdeístas, de ahí la raíz mag, Magos, y eran oriundos precisamente de lo que hoy es – aún es – Siria, la que produce millones de refugiados que huyen de una muerte cierta a otra incierta, para encontrarse con el rechazo ignominioso. Los Reyes Magos de verdad, hoy no visten de armiño, ni van en soportes lujosos, ni entre comitivas luminosas, ni con cortejos costosos. Es mentira, un embuste más. Los Reyes Magos de Oriente, están a las puertas de nuestro occidente, y visten de harapos, y están enfermos de inanición y de abandono, y ya no traen regalos, si no mala conciencia. Por un lado los rechazamos y por otro nos disfrazamos de ellos… Aunque sigan llamándose lo mismo, no son los mismos. Nosotros tampoco lo somos.