SUSTO

 

En un ambulatorio de la Seguridad Social, alguien se entretuvo en fotografiar un cartel y difundirlo por la red: “Por favor, espero a ser atendido y no abra la puerta. Puede haber una persona dentro, y podría ser usted”…

Vamos, yo abro esa puerta, y me encuentro a mí mismo, allí mismo, delante de mi médico, y la espicho allí mismo…

Hay carteles que dan risa, o dan miedo. Si uno se para a pensar lo que pone, y recapacita, desde luego que no abre la jodida puerta, por si acaso… Y, aún y así, yo preguntaría al doctor antes de entrar si ya estoy dentro. Por si acaso.