TAHÚRES Y FULLEROS

                 Leí por ahí no hace mucho (E.P.-3/9) las veinte medidas más relevantes que Sánchez pone sobre la mesa, y que promete llevar a cabo si consigue encaramarse a la legislatura de una vez por todas. Sencillamente magníficas todas ellas, una por una. Son tan estupendas que no resultan creíbles. Y son increíbles por una sencilla razón: hasta el más bobo sabe que no hay caja para llevarlas a cabo. Mucho menos en vísperas de una nueva recesión económica a las puertas, y con España en una precaria situación con la deuda pública disparada como un cohete festivo. Me recuerda a aquella afirmación zapateril de que España jugaba en la Premier League de la economía, cuando la crisis anterior, ya saben… Cuando jugábamos en tercera…

            Pero resulta llamativo que los políticos y altos regidores aún piensen que el personal de la calle, por p… que sea la calle, seamos gilipollas congénitos. Su izquierda más a la izquierda aún lo cree más, y su divino Iglesias abusa de este discurso populista. Se trata de prometer, irresponsable y demagógicamente, cosas que saben muy bien de antemano que son imposibles de llevar a cabo. Y a pesar de ello, lo hacen. No son capaces de ver que la sola posibilidad de que comulguemos con tales ruedas de molino, ya es un insulto y una ofensa. Pero todos, en mayor o menor medida, siguen utilizando ese burdo recurso. En la izquierda, si cabe, más que en la derecha, y eso contrasta sangrantemente con su espíritu, o supuesto espíritu, izquierdista, donde lo importante son (deben ser) las personas.

• “Sí… (me sopla un colateral), pero, ¿qué personas?, ¿las de dentro del aparato o el resto de las demás de fuera?”.. Malicioso comentario, por cierto, pero no exento de probadas razones, desgraciadamente. Hace décadas que estos “internacionales” de puños fuera (lo aprendieron con su Matzinguer Z), todo estos amigos de “los pobres del mundo”, entienden la política como un recurso para medrar ellos, y para la recogida de privilegios personales, una especie de funcionariado de alto standing con superdacha millonaria, pero eso sí, con el pañuelo jordano al cuello y la chapa de solidario del año en la solapa.

Volviendo a lo que íbamos, de esas 20 medidas, más de la mitad requieren unos recursos económicos que en absoluto tenemos, que tampoco son capaces de generar, porque ni saben, ni pueden, ni en el fondo quieren ya que tendrían ellos que renunciar a algo… y encima, por si faltaba alguna cosa, con una Deuda Pública que rebasa el 100% de nuestro cada vez más pobre Pib, imposible también de tirar de fiado por esos mercados del mundo…

Guardaré esa lista de 20 puntos durante un tiempo entre las tapas de mi cuaderno-vomitorio, por si tengo que volver a ellas más adelante, o por si alguno de mis lectores tiene el capricho de que se la mande… Cualquiera de ellas es tan digna y respetable que puede que haya que recordarla después con un “esto prometisteis, cabrones…” en vez de ensuciarla con lo que ahora es: un embuste adelantado, una mentira a sabiendas, una burda y cada vez más torpe añagaza…

Saben que somos de memoria floja y negados consultores de hemerotecas. Es bueno construir utopías, aun sabiendo que pertenecen al reino de lo ilusorio, pero pueden ser reales si se reconocen como posibles. Eso es tener altas miras, como los almirantes. Pero utilizarlas como anzuelos indignos, es engañar, faltar a la verdad, torticear la realidad, falsear las cosas y reírse de la gente. Una burda burla. Y eso solo lo hacen los buhoneros y los trileros.

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