TONTADAS
- Por miguel-galindo
- El 10/11/2015
A modo desintoxicativo, valga el palabro, el de esta semana irá por los caminos del absurdo. Conviene reírse de vez en cuando, a fín de oxigenar el ánimo, y como los payasos del circo político ya solo hacen llorar, pues busquemos hoy otros disparates de otros locos bastante menos dañinos. Por ejemplo, los Premios Nóbel IG de este año. Los IG son unos para-Nóbel gamberros que, con toda la comprobada base científica del mundo, otorga la prestigiosa Universidad de Harward, también con carácter mundial, a las diferentes disciplinas.
Tal es el caso como el de Biología, para un equipo chileno que ha demostrado que las gallinas con un palo en la cola andan como los dinosaurios. No me pregunten para qué sirve tal descubrimiento, como no sea para efectos especiales de Speelberg, un JurasicParck o un Gottzilla japonés con plumas, no lo sé… pero ahí está. Un americano de la University de Cornell, New York, Michael Smith, investigando el comportamiento de las abejas se le metió una por el calzón y le picó en los mismísimos cogolondrios, así que, ya puestos, se hizo picar en 25 puntos del cuerpo más para saber cuales son los más sensibles al dolor. Son el labio superior, las aletas de la nariz y la base del pene. Si usted no lo cree, puede comprobarlo cuando quiera, pero parece ser que es cierto.
El de Medicina es para un equipo que ha demostrado que los besos intensos (con lengua) reducen las reacciones alérgicas, puesto que actúan a modo de vacuna por la mezcla de la saliva a través del Adn. Así que si se resfría, a besar como un poseso. O se inmuniza usted o lo declaran peligro público por infectar al ídem, pero dicen que funcionar, funciona, aunque yo pienso que será en estado normal de salud, ¿no?.. El de Matemática ha sido para otros investigadores de la Universidad de Viena. El sultán Ismal de Marruecos, el Sanguinario (S.XVII) tuvo 888 hijos con 65 mujeres durante 32 años… bien, pues se ha tenido la santa paciencia de demostrar que es verdad. Tampoco me pregunten cómo ni para qué puñeta sirve.
Imagínese con un ataque de apendicitis y trasladado a toda prisa por una carretera llena de baches. Bueno, pues el Nóbel de Diagnósis ha sido para un método elaborado a partir de que, cuando llegue un paciente con un dolor no definido o enmascarado, meterlo en un coche por una carretera con badenes a toda velocidad, eso sí, acompañado de un médico experto. Dicen que funciona al pelo, sin dudas ni confusiones… Otro: Taiwan se lo ha llevado por el estudio “la duración de la micción no cambia por razón de tamaño corporal”. Es rigurosamente cierto, aseguran. Pero tampoco me pregunten como han llegado a probar tal conclusión, porque yo, con el mismo tamaño de siempre, nunca, jamás, duro lo mismo…
La Policía Metropolitana de Bangkok se ha llevado el de Economía, por su idea de premiar con pagas extras a los agentes que no se dejan sobornar. Se basa en la idea de que es preferible el soborno legal al ilegal, porque, al menos, reduce el delito (¿?). Posssí, prefiero que me paguen por ser bueno que por ser malo, pero me huele que el crimen es más rentable… El premio de Empresariales ha sido a un estudio que demuestra que el empresario que más arriesga es el que ha sobrevivido a alguna catástrofe natural a lo largo de su vida. Yo, aquí, tengo mis dudas, pues un servidor ha arriesgado siempre hasta los calzoncillos como un gili, y la catástrofe natural más grande de mi vida, si acaso, es haber nacido, así que, no sé, no sé… En el apartado de Química el Nóbel ha sido para Australia. Presten atención: una receta que permite descocer un huevo cocido. Pues un servidor, el que los huevos duros vuelvan al estado normal solo lo conozco en los humanos varones por causas normalmente biológicas, pero con las poneduras de gallina, jamás de los jamases había oído yo tal portento… El de literatura ha sido para un equipo de lingüistas holandeses que han demostrado que la interjección “¿eh?” resulta una expresión universal que está en todos los idiomas del mundo mundial (en inglés, “huh?”). Hay que joerse. Tanto estudiar idiomas para entendernos con una sola expresión, como los neanderthales. Usted dice huh?, o eh?, el otro mueve la cabeza para decir sí o no, y ya está…
Los seres humanos somos inmensurables, una caja de sorpresas. Tanto tiempo escribiendo sobre gilipolleces y me encuentro de sopetón con que existen cosas tan serias e importantes como éstas… P´a darme de coscorrones, óiga usted…
miguel galindo sánchez