TRATAMIENTOS

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Prefiero hablar de tratamientos porque la palabra manipulación puede ser malinterpretada, y no de mal, si no de malvado, o sea, malvadamente interpretada. Así que, por si las moscas, hablaremos de eso, de los tratamientos distintos que solemos dar a los mismos casos, al diferente trato al que nos adherimos porque así se nos encamina más o menos sutilmente.

            Y he dejado cierta distancia en el tiempo para que se alejara un poco el doloroso episodio de la muerte del niño Gabriel. Este inmenso drama humano ha adquirido unas cotas de sensibilización social que ningún otro anterior no menos terrible que éste, ha logrado alcanzar. Y este fenómeno no es achacable a una ciudadanía que es igual de permeable emocionalmente en otros casos iguales. No. Si se ha producido con gran diferencia de escala en este caso con los anteriores (ej. Caso José Bretón, en que fueron dos los niños víctimas, o el más reciente de otro padre desalmado que mató a su hijo con una sierra de disco).

 Y perdónenme el tener que citarlos, aún que no es agradable en modo alguno, pero es por causa del desigual tratamiento otorgado por los medios de comunicación, por el estamento político y gubernamental, y por las directrices dadas a tales medios de difusión públicos e instituciones y fuerzas a su cargo. Cuando la diferencia se siente tan enorme entre uno y otros casos similares, no se intuyen los motivos humanitarios, puesto que todos los dramas son iguales. Así pues solo se adivinan los motivos políticos y estratégicos del momento.

            No es normal una Misa de córpore insepulto con asistencia de la vicepresidencia del Gobierno, presidencia autonómica, ministerio del interior, delegación de gobierno, cúpulas policiales y políticas, obispo mitrado y demás cargos curiales… No digo que no lo merezca, no, digo que no es normal una carga representativa y mediática que no se ha producido en otros casos desgraciadamente a éste próximos en el tiempo… ¿Tiene que ver la incapacidad de resolución de problemas como el catalán, entre otros que hay que disimular con estas cosas?.. ¿Tiene algo que ver que el partido del gobierno esté en caída libre en todas las encuestas y al año próximo comience el carrusel electoral?.. No sé, pensémoslo.

            Lo de la gente es fácil de enfocar sus sentimientos de atención aquí o allí en momentos determinados y en la intensidad apropiada. Me viene a la memoria, hace unos años, el caso del esquiador hispano-alemán Johann Mühlegg, que ganó una medalla de plata en unos Juegos de Invierno, y que formaba parte del equipo español. De inmediato, desde los medios políticos y mediáticos, se dio en llamarlo Juanito por activa y por pasiva con la mayor efusividad y cercanía. Juanito fue héroe nacional de casta y raza por un tiempo. Justo hasta que le retiraron la medalla por caer en una investigación por dopaje. A partir de ese preciso momento, como por ensalmo, volvió a llamarse Johann para todo el mundo de nuevo, y se le cayó la españolidad para ser solo alemán.

            A eso me refiero cuando hablo de tratamientos. Que cambiamos, bajamos o subimos, mantenemos en cartel o dejamos caer en el olvido, el tratamiento, según las conveniencias o según las influencias. Lo demás es dejarse llevar por el eco de los tambores…