TROLLS Y TROLAS
- Por miguel-galindo
- El 23/01/2020
Lo de la toma de posesión del actual gobierno fue, sobretodo, un número circense. En el acto de jura de cargos, cada miembro o miembra se despachó jurando el cargo o carga como le vino en real gana y/o capricho. El único signo de realeza presente haciendo juego con la figura del Rey, ambos dos: la real persona y la real gana de cada cual. Aunque, si lo dejamos en el “ciudadano Borbón” que dijo aquel ilustre tonto hoy ilustre ministro, la cosa queda en nada… Bueno, como decía, que esto de prometer lealtad y demás, fue a demanda, como la teta de la que chupan desde ahora, que es una excelente teta para sacar pingües lácteos… Lo demás, lo otro, les importa menos, y solo lo utilizan como excusado disfraz para sus bobos seguidores. Es como una puesta en situación llegado el tal momento, entiéndanlo… También llegado el momento de pasar por caja a la hora de cobrar la nómina, naturalmente…
…Pero hubo de todo, como en botica. Unos que juraban lealtad al Consejo de Ministros usando el neutro como genérico plural para todos y todas, ¡antiguos, que son unos antiguos!, pues machistas en teoría no se permiten en estos Consejos y Consejas… Los más comedidos y comedidas que lo hicieron según el Cánon (de ahí mismo que fueron los suyos juramentos canónicos) que hicieron uso de la fórmula ministros y ministras, ¿para qué complicarse la existencia, acho y acha..?. Y las hubo que se desplumaron con un ministras a secas, ellas solas, y a los varones que tomen de su mismo frasco, Carrasco… Son aquellas que luchan por la igualdad con otra desigualdad igual en sentido contrario. Claro. Hacer lo mismo que se critica, se llama eso… En fin, todo muy aparentemente edificante y puntilloso, pero marcando diferencias en los modos y en las formas, que mi sueldo se lo debo a mis votantes, y para ellos y las bases va dedicada esta pose, aunque luego me lo paguen todos…
En estos saraos es donde un buen analista o analisto de la psicología humana sabe sacar cacho de la merendola. Las caras, las posturas, cómo se mueven, se juntan o se desjuntan, se saludan o se desaludan, se ponen ante las cámaras, tanto en posición de estudiada dejadez y artificioso abandono de figureo, como en posición de firmes y presenten armas, ¡ar..!. Y,, sobretodo, y muy especialmente, en el palabreo, que escogen como fórmula para jurar, prometer y trincar. También para saltar a la comba, pero eso luego. Silabean marcando las palabras ministrales y mirando a cámara con intención, para que se sepa lo comprometido o comprometida, valiento o valienta, que es prometer así como prometo… Miren y admiren, los pelos que se me ponen de punta, cagonla…
Al margen de toda esta estúpida parafernalia, de toda esta estudiada farsa, yo propongo, en estos y otros casos de igual calidad y ralea, emplear un término neutro o indefinido genéricamente, sea el comulgante chico o chica… Por ejemplo, “ministroide”. Juro lealtad como ministroide, etc, etc. Lo digo solo por economía del lenguaje, entiéndanme sus señorías y señoríos varios… Habría que elaborar un catálogo de palabras protocolarias y sacar de ellas una voz híbrida con que solucionar todas estas ridículas, fantasmales y paripatéticas tontunas. Esta idea va por ustedes, tontolhabas y tontolhabos.
Yo no sé si esta cohorte de gente abrevada al poder de determinada textura política, hablará así en todo el mundo, o solo aquí, en España, donde parece que se ha inventado tan sublime terminología. Lo cierto es que lo ignoro. Eso sí, he hecho mis “preguntaos” por ahí, a gente viajada, a personas que salen y tienen mundología y lustre foráneo, e incluso a un nieto que me estudia en Irlanda. En fin… Todos me dice que no, que esos tratamientos no los han oído en ninguna parte, que se creen que es una forma de castellano antíguo, digo moderno, perdón… Un hijo de un amigo mío tengo por Bruselas que me asegura que, en ciertos círculos sociopolíticos, por donde él se mueve, incluso se pegan unas “jartás” a reír que se descojonan vivos… Pues miren, entonces no me extraña que no nos devuelvan a la joya o joyo de Puigdemont.
Estas son las cosas que me hacen recordar, etc., etc., que en este mundo absurdo, etc. etc., como cantó Massiel en Eurovisión aquel y nos sonó la flauta. Entonces éramos más normales que ahora, se nos respetaba, habíamos hecho una Transición modélica, y se nos suponía una cierta inteligencia medioeuropea alta… Otros tiempos. Luego vinieron los “avanzados” y postmodernos, y nos retrasaron al nivel de chocantes… Hoy no sabemos si somos como fuimos, si somos lo que somos, o si somos lo que somas…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php / próximo programa, día 24: RÉQUIEM POR EL CÍRCULO
Publicado por MIGUEL GALINDO SANCHEZ en 3:46
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