La cadena de Televisión Española es de una cutrez y mediocridad manifiestas. Eso es cierto. Por regla general, se ven obligados a construir sus propios foros y Academias a fin de crear premios que otorgarse a sí misma. Es tal su atonía cultural. Sin embargo, aún siendo la primera cadena estatal, cuya responsabilidad debería ser subir el nivel de calidad puesto que goza de dinero público y no necesita prostituirse comercialmente como las otras para sobrevivir, no solo no lo hace, si no que encima hay que achacarle el servilismo oscuro y espeso al partido gobernante.

                Siempre ha sido del Estado, cierto, pero antes se repartían el control proporcionalmente entre los partidos, existía cierta democracia interna, pero desde que llegó el PP al poder impuso la dirección absoluta del ente por mayoría simple, con lo que se cargó de un plumazo la también relativa independencia y transparencia informativa que mantenía. Así que ahora TVE es el simple y vulgar correveydile del gobierno, la voz de su amo… al que debe derecho audiovisual de pernada. Allí donde el amado líder (como en Corea del Norte) aparece en un acto, mitin, inauguración o autocomplacencia, allí que aparecen las cámaras a rendir tributo de pleitesía y a destacar el momento decisivo de la frase inmortal del gran timonel. El sometimiento es brutal, si bien, eso es cierto, algo más disimulado y disimulable, por ejemplo, que nuestra insigne e inefable TV.7 regional.

                Aún y así, TVE conserva un Consejo de Informativos que intenta ser fiel a su misión de elaborar manifiestos e informes para su patrón, indicándole al mismo tiempo cómo están las cosas y cómo van los casos, a fín de que se procure corregir todo lo que apesta en demasía…

                …Y el último apunta a la excesiva manipulación político-informativa del ente. El correspondiente al trimestre último, recopila un par de docenas, al menos, de malas prácticas, entre las que sobresalen, y cito textualmente, que“cada vez son más numerosas las informaciones omitidas, tergiversadas y censuradas”, o que “crece el amarillismo”… o que “la Redacción paralela se carga las informaciones más sensibles”, o que… en fin, creo que con esta pequeña muestra basta, pero así hasta 24 consideraciones que se saltan a la torera el más elemental código de ética.

                Quizá estamos genéticamente, o visceralmente, acostumbrados al movimiento automático de sentar el culo en el sofá y pulsar a la vez la uno, todo al mismo tiempo. Bueno, es un hábito adquirido, y, por lo tanto, corregible si nos esforzamos un poquico… pero encendamos, al menos y a la vez, la lamparita en el cerebro y quedemos avisados: su mente corre grave riesgo de asumir información manipulada y en ma

l estado. Su salud moral está en peligro de ser secuestrada, abducida y suplantada… Fumar mata, sí, pero esto es peor, mucho peor, donde va a parar...

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ /// www.escriburgo.com