¿VERDAD O MENTIRA?..
- Por miguel-galindo
- El 27/03/2019
¿Dónde vivimos más tiempo, en la verdad o en la mentira?.. En la actualidad nos hemos construido un tiempo de postverdades, que son el falseamiento de la realidad, con una mezcla de medias verdades y mentiras completas. Nos estamos habituando peligrosamente a usar la verdad o la mentira, según nos convenga en cada caso, engañándonos a nosotros mismos por pura irresponsabilidad. Ahora mismo estoy viendo las noticias en la TV, donde el político que está hablando lo hace mintiendo descaradamente. Él lo sabe, y sabe que nosotros lo sabemos, pero que acertamos el sucio juego por puro cansancio, por mero agotamiento. Le está contestando a otro que ha hecho unas declaraciones antes, del partido rival, y que también se ha basado en un embuste burdamente amañado…
- Es que la política es una gran mentira, me dirán ustedes. Ese es nuestro error. Primero: la política no es una mentira, si no los políticos unos mentirosos. Y segundo: la estrategia utilizada es que todos nos acostumbremos a la mentira, que nos habituemos al embuste para que olvidemos la verdad, y lleguemos a creer que la verdad no existe. Piénsenlo, por favor… Pocas cosas hay más limpias que la verdad. Una verdad oportuna, sin ambages, dicha a tiempo, sin ambigüedades, aunque sea un riesgo a corto plazo para quien la dice. Por eso mismo, los políticos al uso se guardan mucho de soltarlas tal y como son. Mejor revestirlas de mentiras hasta que parezcan verdades, aunque sean falsas verdades. Eso importa muy poco. Es la estrategia usada por Göering, el ministro de propaganda nazi, y que hoy adoptan todos los políticos de uno y otro extremo del espectro. Lo que importa es la apariencia con que se visten las mentiras, no lo demás. El problema es que a la ciudadanía se nos está acostumbrando a consumir pseudonoticias, aun sabiendo que no son noticias.
De la verdad, incluso ambigua, a la mentira, incluso podrida, tan solo hay un mitin, unas declaraciones a los medios, una proclama del político de guardia… Y aquí estamos, en el inventado movimiento continuo de una campaña continua, para sacar adelante unos presupuestos, o para no sacarlos, o para torpedearlos por motivos espurios y egoístas que ya ni se molestan en disimular, tal es la falta de ética y la sobreabundancia de ruindad. O para sacar adelante una ley, o una reforma, o lo que sea. O para cargárselas y evitarlas. O para ambas opciones, según los intereses personales y/o partidistas. O para ganar o perder unas elecciones…
Que ese, y no otro, es el objetivo de todo Gran Hermano orweliano. Lograr unos años y unos escaños de monopolio del poder, para fraguar las propias mentiras que justifiquen la actuación de una partitocracia que ha secuestrado y abolido a la democracia. Es posible que nunca a lo largo de nuestra corta historia democrática se haya mentido tanto como ahora. No por nada, sino porque jamás han existido más medios para hacerlo con éxito, ni se han sometido tanto al manejo. Vivimos una época que encarna la revolución cibernética de la mentira. Hoy olemos a mentira igual que en la posguerra olíamos a ajo, a vino barato y picadura de estopa.
Y se molestan tan poco en disimularlo, que a cualquier ciudadano le bastaría pensar como persona para saber que se le está mintiendo. Pero es que ya, ni eso. Nos han rebozado tanto en mentiras, que ya nos supone una molestia el solo intento de rascárnoslas de encima…
Pero, entonces, me susurra uno… ¿qué podemos hacer, si todos mienten y se comportan igual?.. Pues no lo sé, le respondo, pero igual podemos empezar por votar a los que menos mienten… A ver si así, restregando la mugre poco a poco, se esfuerzan en parecer dignos o en desaparecer como basura. Vamos, que digo yo, claro…
El próx. Viernes, 29/03, a las 10,30 h., en radio T.Pacheco, FM 87.7 (queda colgado en YouTube): EL DOGMA POLÍTICO.- No nos damos cuenta, pero es lo que está pasando