VINO Y MUJERES

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Yo creo que el jefe del Eurogrupo, el danés Dijsselbloem, no quiso decir lo que dijo cuando criticó a los países sureños, casi que concretamente a España, aunque es cierto que metió la pata y se llevó un rosco en diplomacia, aparte, creo, que lingüísticamente se hizo un lío. Esas cosas se dicen de otra manera, y se consigue que lleguen de otra forma, y no tan chapuceramente, pero, enfín… Ellos no son tan plurilingües como nosotros, que hablamos español en todos los idiomas.

            A mí, personalmente, me parece que le falló el traductor simultáneo, nada más. Que le introdujo lo de que nos gastamos los dineros “en fiestas”, y le salió lo de que nos lo fundimos en “copas y mujeres”. Pero eso es todo. Hizo una traducción libre, errónea, totalmente equivocada. Yo pienso que el concepto de fiesta, traducido a los países del norte de Europa, donde la falta de sol y de salero, y lo caro del alcohol, los condiciona tanto, juerga se traduce por irse a beber con la propia o con la impostada, y poco más… A lo peor ni siquiera se van a ningún sitio, si no que se compran unas botellas y se quedan en casa a emborracharse. Y, claro, eso tan triste, sin una mujer al lado, ya me dirá que puñefla de fiesta es eso…

            Pero lo que este hombre quiso decir y no dijo, es que no gastemos tanto en fiestas y así tendremos que pedir menos ayudas a la CEE. Y en esto, reconozcámoslo, es posible que sí que lleve razón. Aquí atamos una fiesta con otra, como las morcillas, en una inacabable traca que empieza un día en un lugar y solo termina cuando comienza otra al lado, y otra, y otra, y sigue y sigue como el muñequito de Duracell. Vivimos en un estado de fiesta contínua.

            Pero como los cohetes forman parte de la fiesta, aquí también hemos vivido en un continuo castillo de fuegos artificiales con despilfarro de fondos en aeropuertos inútiles, auditorios cerrados, autopistas infrautilizadas, megaconstrucciones inoperantes, inversiones catastróficas, que, además, han costado cinco, seis, o diez veces más, inflando los valores presupuestados, cobrando los tresporcientos consabidos, y luego abandonándolos o malcediéndolos, o malvendiéndolos por casi nada. ¿O acaso no es verdad?..

            Es que, eso también es pura cohetería, grandes fallas, y, por lo tanto, fiesta… aunque el gilipollas este del pelo rizado lo haga maltraducido por copas y mujeres. Lo cierto, la verdad, seamos sinceros, es que nos hemos agarrado como un clavo ardiendo a su desgraciada, malhadada y pésima interpretación, para ponerlo a parir hasta que de jodido machista, y pedir su dimisión… que, dicho sea de paso, nuestro De Guindos se está postulando para ocupar su puesto hace ya bastante tiempo.

            Lo que yo aconsejaría a Jeroen, que así tiene el nombre de pila este tipo paisano de Hamlet, es que preguntara a todos los jóvenes descerebrados de por ahí arriba, que vienen a ponerse ciegos de alcohol y balcóning, lo que es una fiesta, y porqué leches se toman la molestia de pasar por aquí… A lo mejor aprendería algo. Y ya de paso, que nos lo cuente a nosotros para aprender también a quitárnoslos de encima. Sería beneficioso para ambos. Mientras tanto, somos de la misma Europa, aunque no seamos la misma Europa… Al menos, mientras dure esta Europa… No sé si me entenderá el joío este…