VUELVE LA CENSURA

Terminamos una Semana Santa que, por mor del Coronavirus, solo ha sido Semana Santa en tradición, vacación e intención. Donde tallas, pasos y figurantes han tenido que ceder, otro año más, el negocio y protagonismo de la fiesta hecha espectáculo...

Pero, aún y en fantasma (o en espíritu, se traducirá) los periódicos y medios regionales rinden más de la mitad de sus páginas y tiempo a eventos procesionales, más profesionales que reales, y censuran opiniones que disientan de mutar la fé en ocio y negocio...

Es la nueva censura con nombre cambiado, que no el paso. Hoy lo llaman línea editorial. Aunque en sus enunciados conste que es plural, no es del todo cierto. Estas y otras celebraciones y creencias (u ordenanzas) institucionalizadas por la nueva moral son intocables. Aunque lo nieguen.