YA VEREMOS...

Entre lo del re-entierro de Franco y los sucesos de Cataluña estamos dejando pasar otros detalles que, no por modestia de su naturaleza, dejan de ser importantes, ni merecen no ser comentados. A mí, personalmente, lo otro ya me está hastiando, no los hechos en sí mismos, pero sí el tratamiento abusivo mediáticamente, y el político electoralmente, que se le está dando, por parte de toda oposición, derecha o izquierda, contra el gobierno, en un afán de conseguir réditos de urna (justo lo que ellos achacan a Sánchez). Con lo primero, que es un sainete berlanguiano, no demuestran más que la propia ruindad y ridiculez de los partidos. Pero con lo segundo están jugando con la seguridad de España, y el no demostrar su apoyo y unión en eso, lo que demuestra es lo miserables, banales e irresponsables que son todos y cada uno de ellos…

            Pero a lo que iba… que hoy me apetece tratar lo del ya pasado y pesado cambio de hora. Que, a estas alturas, tras décadas de machacarnos con esta historia, la Unión Europea ha llegado a la conclusión de que apenas comporta beneficios para la economía, como así se creía, pero que, sin embargo, produce un impacto negativo para la salud… Manda huevos, y a buenas horas mangas verdes. Pero, en fin, bueno es que se den cuenta y rectifiquen dentro de lo posible, en vez de seguir haciendo el idiota…

            Porque en esto de hacer el bobo es a lo que vamos precisamente ahora. Que aquí, en España al menos, el personal prefiere el horario de verano, que es el menos natural biológicamente hablando, y el menos aconsejado, al de invierno, que es el más aconsejable y natural… Y las razones dadas, como siempre, claro, son meramente económicas por parte de sectores empresariales implicados, y puramente hedonistas por parte del sector de ciudadanos usuarios. Los hosteleros y alta gama, porque solo quieren más horas de luz y rendimiento para su negocio, y los consumidores porque solo quieren más horas de luz y jolgorio para tomárselas. Lo de la gilipollez esa de lo natural y saludable les importa bien poco a todos…

            Sin embargo – yo no sé si a tener en cuenta o no, ustedes verán – proponen quedarnos el que aplicamos de Octubre a Marzo, la conocida por GMT+1, porque es el que más se acerca al horario que nos corresponde por nuestra situación geográfica con respecto al sol y aprovecha mejor durante todo el año las horas de luz de manera más racional y de forma más natural. Personalmente, opino que llevar una hora adelantada nuestro reloj solar, ya es innatural, pero llevarlo dos hora adelantado es demencial.

            La ciencia médica es de esa misma opinión. Trastocar los ritmos circadianos, como bien se comprueba, por ejemplo, en los vuelos transoceánicos, conlleva problemas de insomnio, nerviosos, somáticos y psicosomáticos, digestivos, de circulación, y un muy largo etc…

            La singularidad española, heredada de la etapa del desarrollismo franquista, consiste en comer y cenar más copiosamente y más tarde que el resto de los europeos, con sobremesas algunas extensas e innecesarias, dicen los expertos. Y añaden otra cosa más: “el pasar más horas en la oficina, no implica trabajar más ni mejor”… No es extraño en este país. De hecho es el que menos rinde en el trabajo de toda la unión europea.

            Y esto es lo que hay. Desde que este invento está establecido, el llamado “horario de verano” a mí siempre me ha generado cansancio y la sensación de ir a contrapelo… es una sensación física incómoda y agotadora. Sin embargo, en el conocido por “horario de invierno” siempre me he sentido mejor, más descansado y relajado… Pero en estono se vota. Desgraciada o afortunadamente, no lo sé… La UE ha dado un tiempo, una moratoria de un par de años para que los países se pongan de acuerdo. Ojalá y prime la sensatez, el sentido común y la cordura en ello. Y que lo saludable esté por encima del puro interés económico de ciertos sectores interesados. Aunque tampoco seamos mucho de fiar. Ni tratamos bien nuestra cultura, ni miramos nuestra educación lo suficiente como para intentar mejorarla. Ya lo veremos  

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