YA VEREMOS...

En Alemania, la dama de acero, Ángela Merkel, vuelve a ganar las elecciones, si bien que perdiendo posiciones. Sin embargo, la extrema derecha gana posiciones y se cuela en el parlamento. Mala cosa el postnazismo neonazi. Y el socialismo alemán, al igual que el francés, al igual que el español, saca los peores resultados de su historia. El socialismo europeo tendrá que hacerse un buen chequeo. Así que doña Angelines habrá que pactar con los verdes y los liberales si quiere seguir echando una manita a Europa…

            De España, ni hablo… El pulso catalán, ya finiquitado el I Acto – aproveche para visitar nuestra cantina – que enseguida dará comienzo el II Acto de esta dramática obra. Porque a mí me huele a reparto del chocolate, óiganme… Que, llegados a este punto de no retorno, a los dos contendientes interesa llevar el drama hasta el final en sus respectivos papeles con todas las consecuencias. Porque ambos tienen cosas que guardar y casos que ganar. El gobierno del PP asegurarse las próximas elecciones por haber frustrado el envite nacionalista. Y los nacionalistas porque se les facilita una palma de martirio a la que poder agarrarse en las inevitables elecciones autonómicas catalanas que han de venir tras el día D.- Y por eso los medios de comunicación, sobre todo las cadenas de TV, nos machacan a diario con la cámara fija en lo que interese y conviene.

            Porque luego está la contracrónica de lo que pasa fuera de esos determinados focos de atención. Y resulta que no pasa nada. O pasa poco. O pasa menos de lo que aparenta pasar. El pasado viernes, días 23, en El País, se leía un pequeño reportaje de apenas media página en que el periodista decía que, fuera del escenario en que la estrategia independentista había montado el show, en las calles paralelas eran una muestra de la normalidad más absoluta, donde los turistas siguen con sus selfies y los barceloneses a sus cosas. Incluso hablaba de la apertura de una especie de Zara japonés en la que, proporcionalmente, había más asistencia que a la manifestación de la calle de al lado…

            Y me recuerda a Cécil B. de Mille, que hizo aquellas míticas películas de Los Diez Mandamientos con apenas 200 figurantes que los movía haciendo parecer que eran miles. Y les recuerdo a ustedes a uno de los detenidos en las algaradas catalanas: un menor (17 años) de Molina del Segura contratado de figurante… ¿Cuántos extras de cuántas comunidades españolas hay rebozados de senyera?.. Es una simple pregunta. ¿Y cuántos habrán sido contratados de toda Europa para lo del 1-O?..

            Pero me sigo barruntando que esta superproducción tiene un final pactado, con un nuevo reparto de papeles en la próxima película… ¿Qué no?—Bueno, ya lo veremos.