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TONTOS Y APAÑAOS
- Por miguel-galindo
- El 17/03/2023
(de Tamaimos)
Entre los colaboradores de Putin están esos prohombres europeos tipo y modelo Berlusconi, que, por cierto, fue cooptado por Agag, el yernísimus de Aznar, al grupo popular europeo, y elevado a Estrasburgo. Quizá apronto sea desbancado y superado por su propia crianza: Meloni, más derechistona y más inteligente que él.
También colaboran los supuestos opuestos: las y los Belarras del superizquierdismo, los genuflexos del expansionismo por la fuerza de los sátrapas. Los cobardes equidistantes entre el invadido y el invasor, entre el verdugo y la víctima…
Luego está el húngaro, el turco, y otros, que son los tontos útiles. Y después andan China, que, junto a su contrario EE.UU., hacen la guerra (o sea, el negocio) por su parte.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
QUE VIENEN LAS MUNICIPALES
- Por miguel-galindo
- El 16/03/2023
(de OndaCero)
Ya tenemos las municipales encima y mis zagales encueros, que se dice... Podría expresarse imitando a los antiguos en el santo del patrono (o patrona, que tanto monta, monta tanto). Vale el remedo – que no el remedio – si mudamos zagalería por intención de voto, como se dice ahora de las encuestas. A mí, por lo menos, me pasa conforme también pasa el tiempo, no crean. En lo de elegir munícipes, de ayer a hoy existe una mudanza que antes no tenía cabida, y es el partidismo. Observen vuecencias que no digo ideologías, porque, al menos a mí, así me lo parece. La ideología está cada día más vendida al interés del poder y de las posaderas, más que a otra cosa. Y eso de las siglas se debe a la incidencia enfermiza de la polaridad del votante. Examínelo por usted mismo, y piénselo.
Hace años, por lo general, en cuanto se trataba de los Ayuntamientos, los ciudadanos miraban más al personaje que a la banderín de enganche que representaban.. Así, si se equivocaban, se equivocaba el mismo personal votador, y si acertaban, pues también. En los pueblos, la gente, más o menos, conocen el talento y el talante de los que se presentan a regidor, y se confía más en el “conocimiento” que en el “cocimiento”. Esto tiene ciertas garantías, aunque no siempre avale el éxito de la empresa: elegir bien. A veces se yerra en el intento, se pica en hueso, y es que la pureza no es certeza, ni la “conocencia” es pura ciencia.
El otro día me decía una conciudadana, que es que éste, o aquél, Miguel (pónganlo también en versión femenina, please) era, o es, “buena persona”… Eso cuenta, le contestaba yo, pero se puede ser buena persona, y ser, a la vez, una nulidad, absolutamente incapaz de una buena gestión. Entonces salía automáticamente aquel desgraciado refrán de “más vale malo conocido…”. Normalmente, en estos casos, a su alrededor fluyen aspirantes a concejalías por ser solución económica hoy en día. Por la nómina y lo que caiga, se piensa muy a menudo. Mi amiga, me respondía que, aún y así, ella ponía lo de buena persona por encima de la aptitud o no del personaje. Naturalmente, le rebatía este servidor: ¿pero, y si se presentara una “presona” que, a la vez de buena, y honrao y trabajaor, y de buena familia y eso, fuera capaz de levantar un pueblo al que se le considera caído y bien caído, uséase, hundido?..
“Y andestá ese mirlo blanco?, culminaba en su razonamiento. Pues, equilicuestión, cerraba yo el parlamento… Y en esas tales estamos. La gente, en la actualidad, en los pueblos que aún llevan la vitola de pueblos, claro, todavía se dejan llevar por esa proximidad de conocimiento del candidato; por lo de “sí, hombre, sí, si es el zagal, o zagala, del tío Pichurri”… “mú buena gente, joel”, y luego, después, se mira la bandera por la que se presenta. Pero eso, ya digo, de una manera sutil, está variando a primero buscar la marca del ganadero, y luego mirar al que tira de ella, y eso es porque el enfrentamiento partidista, y bolsillista, que mantienen los políticos de toda ralea y condición, lo han inoculado y contagiado a un ciudadanaje que ya solo responde a llamadas demagógicas, y poco – yo diría nada – meditadas. De forma y manera que, cuando no hay primer plato, nos conformamos con el segundo, o los postres “pelaos”…
Pero lo cierto y verdad es que las elecciones locales sirven, al menos, para un par de cosas: para fortalecer al partido cabecero de la región que las suma, y para levantar o abatir a un pueblo. Lamentablemente, al partido le importa lo primero, y un bledo lo segundo (incluso los locales, o aparentemente locales)… Si alguien no ve esta realidad, mejor que vaya a un oculista (yo tengo una estupenda que les puedo recomendar). Así que, llegados a este punto, lo único primordial e importante para el borregámen votante, en el que, por supuesto, yo me incluyo, y lo aclaro para que no nos sintamos ofendidos, es procurar examinar muy, pero que muy mucho, a los que piden la venia, o a repetir venia, antes de echar la papeleta a la urna, y miren bien la cuadrilla que llevan arropándolo y arropándose.
…Porque nos jugamos la buena navegación o el hundimiento del Titánic. De nuestro Titánic. El empobrecimiento, la decadencia, la cuestabajo de un pueblo se basa en las medidas de acierto o error en materia económica. Básicamente. Como, por ejemplo, (o mal ejemplo) el Sistema de Licitaciones, que reduce, muy injustamente además, la capacidad de generar y reinvertir impuestos, y entorpece, traiciona y zancadillea a las propias empresas locales… Y no hablo de legalidad, si no de honestidad. El saber eludirlo es la obligación moral y ética de cualquier político honrado, fuera éste de la formación política que sea; y no utilizar esa excusa para hundir al rival a costa de los intereses de ese pueblo. Aquí solo vale la unión de los concejales y abanderados, y lo otro es tan solo que la defensa de las respectivas poltronas.
Por eso mismo que hay que conocer y conocerse. Y es lícito equivocar y equivocarse. Lo que no debería ser normal es reiterarse en los errores y escagarruciarse en los compromisos. Yo siempre he sido de la opinión que los aspirantes a ediles deberían levantar actas ante notario de sus programas, y que nunca, jamás, se pongan un sueldo superior a la media del Pib del propio pueblo al que aspiran regir. Y que se enriquezcan ellos al tiempo que enriquecen a su municipio, y eso tan solo como normas elementales. Ya sé que, a veces, lo estético priva sobre lo ético, pero por algo se empieza.
Así que, vengan, miren, comparen, y si encuentran algo mejor, cómprenlo. Es un viejo slogan televisivo de una antigua marca de detergentes, ya lo sé, pero quizá nos pueda servir de algo.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
SABER LO QUE SE DICE
- Por miguel-galindo
- El 14/03/2023
(de Gaceta UNAM)
En el último Día de la Mujer (8M), una de las pancartas-emblema, enarbolada en cabecera, rezaba: “Estado Represor”… Aquí solo caben un par de posibilidades: O ese grupito de féminas lo forman unas embusteras que mienten sin empacho, o es que son unas ignorantes que no tienen ni zorra idea de lo que es un régimen represor…
Yo las trasladaría unos meses a vivir en un país verdaderamente represor, no sé, Siria, Irán, Afganistán, Turquía, Corea del Norte, Rusia… No por nada, tan solo para que aprendan sobre la marcha a distinguir entre la verdad y lo falso.
Una simple cura de realidad. No hay mejor aprendizaje que conocer de primera mano lo que se dice.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
COSAS DE LA EDAD
- Por miguel-galindo
- El 14/03/2023
(MAFALDA, de Quino)
Cuando leo mis periódicos diarios desarrollo un ritual. Empiezo por el dorsal y última página, para luego saltar a la cabecera, y ya seguir el orden, y terminar en el crucigrama de obligado cumplimiento a mi edad, por la cosa de que las neuronas salgan al patio a hacer su ejercicio de cada día, como el pan nuestro… Lo repaso todo, sopando en aquellas noticias que atraigan mi interés, pero tengo mis espacios y columnistas fijos, de cabecera, con los que me enjuago los forros del intelecto (o de lo que sea) cada mañana. Existe una de esas paradas obligadas, en el culo del periódico nacional en el que siempre, indefectiblemente, entrevistan a un personaje del arte o del desastre, más o menos popular y conocido, al que le hacen un favor sacándolo. En muchas menos ocasiones se lo hace así mismo el periódico porque al entrevistado ni puñetera falta que le hace.
Entiendo, pues, que ese espacio se reserva más a dar un empujón al aspirante de la fama, que a lustrarse – que no ilustrarse – con aquellos que ya no lo necesitan. Una obra de caridad, o de justicia social. En uno de ellos, aparece un más joviejo que viejóven, (no voy a poner aquí su nombre, pues lo que deseo es analizar el hecho, y no la identidad), que se define a sí mismo inconformista; y que dice de sí que “pasó de ser fanático a librepensador”, lo cual tiene cierto sentido en su mudanza, aunque luego sigue, sin mayor empacho, con toda la fruslería innecesaria con la que hace pose en su rostro y en su cuerpo, y entre su música y su músika, que “hoy es crítico del sistema…
…Aunque ese sistema tenga sus cosas buenas”. A la pregunta del entrevistador de cuáles son esas cosas positivas, responde, tajante y convencido, “pues… los Juegos Olímpicos, los Mundiales de Fútbol, los Festivales de rock, y todas esas cosas”. Lo que hace que, con un sobresalto, me diga a mí mismo: ¡Dios mío!, si eso es un crítico del sistema, un antisistema, ¿cómo serán los no críticos, los integrados y digeridos por el sistema?.. Y, la verdad que resulta acojonante.
Es posible, sí, puede ser, que me digan que eso no llega a ser ni siquiera un biotipo de la sociedad, de nuestra sociedad… Pues a lo mejor, quién sabe, pero un servidor del convento cree que, si lo han entrevistado en un sitio principal de un periódico principal, es, precisamente, porque no es una “rara avis” que no vende, si no todo lo contrario: porque es de una tipología que abunda, y que, por eso mismo, se vende. La prensa solo se ocupa de aquellos pájaros que ponen los huevos que el personal quiere comprar. La cabecera de ese periódico les pone el nido para participar en el negocio de una, aún en ciernes, rentable popularidad, por efímera que pueda llegar a ser… o quizá no.
Lo que a mí me llama la atención, y que me permito compartir con todos ustedes que me malcrían, es que, si esa juventud crítica y antisistema; esos jóvenes reventadores de eventos; parcantoides unidos que jamás serán vencidos; y toda esa movida, lo que quieren conservar del estatus es, precisamente, su pan de circus, apañados estamos. Lo de que no son todos, me lo figuro, pero que son una buena parte de ese todo, me lo temo… de ahí el prototipo aireado en tan puntera cabecera. Y si dicen, aquellos que lo suelen decir, que la juventud es el futuro de la sociedad, entonces está meridianamente claro que la sociedad va a seguir siendo más de lo mismo.
Perdón… en las últimas líneas del anterior párrafo, he dicho “me lo temo”. No me he expresado correctamente. Debiera decir en su lugar “me lo barrunto”, pues de ese futuro al que aludo voy a pillar muy poco. La cola de la gamba, y, luego a luego, ni eso. Por lo tanto, nada tengo que temer, aunque sí que me tome la libertad de barruntarlo. Al fin y al cabo, el oficio de los opinadores es el “barrunte”, si bien soy plenamente consciente, y así mismo lo confieso, que el mío anda sendas incómodas y pedregosas. Lo suficiente como, por el contrario del ejemplo con que éste empiezo, ser escopeteado tras un tiempo de ser acogido y conocerme el hospitalario. Resulta una constante interesante.
La vejez es potencialmente peligrosa: o se cantan las verdades del barquero, ya que “de lo perdío al río”, y “lo pasado ya se ha cagado”, o, por el contrario, se diluye entre su pan mojado en leche de su circus del Inserso; o se pierden los papeles, y hasta el “oremus”, como Ramón Tamames, que pasó de comunista a izquierdista (no… no es igual) para, por último, convertirse en vocero de esa Vox, valga la sutil redundancia, que lo usa como ariete de una moción de censura contra esa misma izquierda suya de principio, y que, ni siquiera los palanganeros de esa Falange tienen los redaños de hacerlo por sí mismos… Yo tuve el privilegio de conocerlo personalmente y departir con él, y me entristece su patética y senil figura, debatiéndose en una dignidad perdida.
Ya somos los viejos útiles para algo… Propongo a la populistoide madrileña, que, en vez de arrojarnos a los morideros de sus asilos… bueno, no, vale, residencias, que nos aproveche para estas cosas, ya que no para decir verdades como templos. A mí, por ejemplo, mis prójimos próximos tienen la bondad de decirme que “son cosas de viejos” cuando suelto algo incómodo y comprensiblemente incomprensible.; un trato amable, y perdonable, al fin y a la postre.
Pero aún conservo la enorme suerte de decir lo que me viene en gana, sin más cortapisas que las que dicta la prudencia y la conveniencia, aunque, a veces, se me achaque falta de respeto a esos buenismos hipócritas actuales, que son cinta americana en boca… Ahora se ha roto un molde: lo de críticos y antisistemas resultan más de lo mismo. ¿Ya no quedan asideros a los que agarrarnos?..
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
TODA LA VERDAD
- Por miguel-galindo
- El 13/03/2023
(de Público)
Por lo general, solemos preguntarnos por qué en Francia se tiran a la calle por el asunto de la jubilación, que su presidente quiere alargarla a los 62 años, cuando aquí, en España, está en 67, y el personal sigue tan pancho…
Y se ponen a envenenar la cosa. Lo que aquí no se cuenta es que allí la cotización está en 42 años, y aquí en 35 tacos, y, claro, se considera que ambas cosas sería un abuso de lesa cantidad.
Cuando no se dice mas que una parte del todo, y se oculta la otra, nuestro juicio resulta falseado, y nuestra opinión manipulada. Ya saben aquello de la media verdad a la mentira completa… Pues eso mismo.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
EL DOLOR (y II)
- Por miguel-galindo
- El 10/03/2023
(de C.Indisa)
Con mi artículo “el Dolor” conseguí – benditos sean - que algunos de mis lectores se interesaran por mí, me aconsejaran, compartieran sus experiencias… Un buen amigo mío, al que la Meditación le ha procurado muchos y muy constatables beneficios, me insta, o mejor, me insiste, sobre la práctica de la misma, enviándome un ejercicio apropiado a tal efecto, así como recomendarme un libro. Su buena voluntad es superior a mi reticencia de que: no es que yo no crea en la meditación, sino que es la meditación la que no cree en mí. Lo he intentado por la sobrado (ya confesado en varios de mis artículos) y he fracasado impenitentemente. Pero ni voy a defraudarlo a él, ni voy a defraudarme a mí mismo, así que lo pruebo una vez más, y van ya…
Las instrucciones son ya viejas conocidas, que, nada más escucharlas, se van reconociendo como familiares. Son amables y afables, atractivas y atrayentes, dulces y hermosas… Entiendo y asumo el fin de su práctica, el cómo, y el por qué, y el para qué. Lo comprendo y lo admito. Y lo comparto y respeto. Sus principios y metodología son lógicos y de pleno sentido común, sin ningún género de dudas. Es un método que me sé de memoria… Pero que, a la hora de la relajación, cuando he de librar y liberar (no es del todo lo mismo) a mi cuerpo de tensiones, desde los dedos de mis pies a mi cuero cabelludo, paso a paso, todos y cada uno de ellos, piernas, brazos, estómago, pelvis, cintura, tórax, etc… en el preciso momento de ordenarles y/o rogarles que queden en paz conmigo y con ellos mismos, y con el cosmos entero, me dicen que ”…y una leche pá mí”, y se ponen en plan chota de Minessota. Peor de lo que ya estaban, si cabe. Son ya decenas y docenas, quizá cientos, de repetir intentos.
Tan solo caben dos o tres motivos, o porquéses, y ninguno es achacable al método, por supuesto… Está inventado hace miles de años, y a miles de millones de personas le funciona. Eso está tan probado como probada está mi incapacidad para ello (imagino que no seré el único inepto de este mundo), pero el caso es que, lo admita o no, es así… Uno de los posibles motivos es que mi cuerpo está peleado conmigo, con mi mente, o lo que sea; o que sea yo el que esté peleado con mi cuerpo, vaya usted a saber. Pero está claro que no nos entendemos. Al menos por las vías habituales, conocidas y practicadas por el común del personal.
Quizá, puede ser, es posible, no lo sé, que tengo que encontrar mi propio y personal metodología, mi propia fórmula, mi propio sistema para conectar y entenderme con mi jodido y puñetero body – puede que el jodido y puñetero sea yo, y no él – y entonces pasa que hasta que no dé con la vía apropiada, esto no va a funcionar en modo alguno… Claro que, si así fuera, está claro que mi buen amigo Andrew lleva razón y debo insistir, o, al menos, estar abierto en la búsqueda de la senda apropiada que me lleve a conseguirlo….
…O puede que aquí se abra una de las incógnitas de las que la humanidad ha dialogado y discutido a lo largo de milenios, sin dar aún con una respuesta concreta: Que el dolor tenga un propósito. Si así fuera – y no estoy cerrado a tal posibilidad – entonces se plantean una serie de cuestiones, amigos míos… Si eso fuese así, cuantos, en el sistema sanitario, tratan el dolor como un sufrimiento “inútil”, no llevarían del todo razón. Tan solo en la parte en que el cuerpo está avisando de una anomalía. Pero… ¿es ese el único propósito, o va más allá?..
No cabe duda que a esta existencia venimos a experimentar. Las creencias más antiguas y los evangelios más escondidos por silenciados, nos dicen que el alma humana (el “ser humano” es el compendio de lo físico y lo espiritual) pasa por esta vida, y seguro que por otras, para acumular saber y conocimiento a través de experiencias, para, y por, un fin concreto, al que, por alguna razón también concreta, nacemos sin poder recordar… Si fuera así, la experiencia del dolor obedecería a ese propósito, precisamente. Sería – yo creo que es – el efecto de una causa: la enfermedad, el accidente, u otras, serían el motivo externo, físico, algo así como el “pretexto”. Pero… ¿Cuál sería el verdadero motivo espiritual?..
Existen tapadas y evitadas Escrituras, que pertenecen al orden de los evangelios y otros, coincidentes con filosofías, culturas, creencias y otros conocimientos ancestrales, que apuntan a que el hombre (como ser humano), dentro de su propio ciclo evolutivo, y entre existencia y existencia, es él mismo el que decide sus propias condiciones, experiencias y pruebas por las que debe pasar para superarse a sí mismo en el camino. Pero que, en la interface del nacimiento, esa parte le es ocultada a su conciencia, o, al menos, a su consciencia… Esto encajaría con lo conocido por el “Libre Albedrío” en nuestros registros creacionales bíblicos.
Por supuesto, todas estas… llamémosles “elucubraciones” son para no alterar la visión tranquila de mucha, muchísima, gente, pero sería una posible explicación a la existencia – y el propósito – de la enfermedad y el dolor en los seres humanos. Se observa que, salvo altos gurús y entidades practicantes, el general de la humanidad, usuarios o no del yoga, zen u otras disciplinas, salvo que actúen en régimen paliativo, al final siempre suelen acudir a solicitar alivio a sus males, al chamán, al curandero, o a su médico de la seguridad social. Invariablemente.
Todos queremos librarnos de nuestras dolencias y padecimientos, pero quizá todos nos hayamos trazado y/o “programado” esas mismas dolencias previamente… Y no se me alteren, que he dicho quizá, puede que, es posible, a lo mejor… ya saben. Mi deseo es que, con la excusa de contestar a los que se interesaron por mi artículo sobre “El Dolor”, los que lean esto se pongan a pensar sobre las siempre posibles trascendencias de nuestras ocurrencias… y de las seguras consecuencias. Tal cual.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
DESCANSE, ¡AR!..
- Por miguel-galindo
- El 08/03/2023
( de WikiMurcia)
“La Vírgen de la Fuensanta descansa, por fin, en la Catedral”, se publica gloriosamente tras su traslado desde su santuario del monte…
“La Virgen de la Fuensanta descansa, por fin, en su Santuario”, se vuelve a publicar cuando se la traslada de nuevo desde la Catedral… ¿es que no descansa en ninguna parte, por fin, o es que es virgen de mal asiento?..
Esta siempre burda contradicción se da y seguirá dando porque lo correcto y exacto sería: “la imagen de la Virgen de…”, puesto que a la propia y mismísima Virgen no se le puede someter al descanso de arriba y de abajo… y una imágen no se cansa... Sí, lo confieso, yo soy iconoclasta, ¿vale..?
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
NO ES ESTO, NO LO ES...
- Por miguel-galindo
- El 07/03/2023
(de La Sexta)
Invierno, siete de la tarde, aproximadamente, de un día cualquiera: canal 1 de Tve: “El Comodín”, la subcultura de la cultura; canal 2, el único que salva semidignamente sus contenidos; la 3: “Y ahora, Sonsoles”, porquería a discreción; La 4: “Cuatro al Día”, más de la misma basura; la 5: “25 Palabras”, ya ni te cuento en cuanto a burdo cotilleo; la 6: “Más vale tarde”, exactamente el mismo cutrerío; la 7: “Murcia Conecta”, todo lo anterior corregido y aumentado, palurdismo en toda su esencia…
Podríamos seguir el suma y sigue, pero a partir de aquí lo único que abunda son las películas del oeste, alguna película más del oeste, y otras tantas películas también del oeste, pero con toda la poca calidad y falta de imaginación e inteligencia en su programación, revisten más dignidad que las de sus hermanas más importantes y subidas a sus manipulados rankings de audiencia. Esto es lo que hay. Esto es lo que tenemos en este país. Estoy seguro que la televisión de Burkina Faso tiene más vergüenza que la nuestra.
Aquí podríamos aducir un par de cosas, al menos: o la bazofia con que “alimentan” los llamados “cerebros” pensantes de la gente es lo que hace ser a esa misma gente tan adocenada y tan aborregada y aburregada… o es que la cosa funciona al revés, esto es: que la calidad cultural del personal es tan sumamente baja, que demanda este tipo de subprogramas de consumo. Y no creo – y es ésta una opinión personal que me van a permitir y a disculpar – que son ambas posibilidades las que se retroalimentan la una a la otra. Es el tipo de educación pública que se nos está suministrando para que respondamos a tan bajos estímulos. El dato demostrativo está en la cantidad apabullante de series, mediocres la cuasi-absoluta mayoría de ellas, a las que están enganchadas, en una verdadera adicción mental, millones de personas.
Soy totalmente consciente que éste que hoy expongo aquí a sus ojos y entendederas, me va a reportar más críticas que asentimientos. Lo sé, y así lo admito y lo asumo. En mayor o menor grado la inmensa mayoría de la ciudadanía estamos enganchados a este tipo de alimento intelectual de ínfimo nivel… Y aquí hay algo que me gustaría señalar, si es que algunos, o algunas, no han dejado de leer y han llegado a éstas, ya mediadas, líneas. Y es que la obligación moral de cualquier Estado es formar e informar en sus medios de comunicación, pero no deformar y desinformar, que es la pauta que, cada vez con mayor claridad, se sigue y se aplica. Naturalmente, se contestará que “es la demanda” la que se atiende, olvidando su responsabilidad en la formación del ciudadano.
El otro día tuve la santa barra de contabilizar en las programaciones de los canales de televisión, cuántos de sus programas, llamados “de entretenimiento”, eran inequívocamente formativos y culturales, y cuántos eran absoluta morralla, sin llegar tampoco a calificarlos de abyectos… Pues bien, atiendan: sobre un 7% de los primeros, y un 93% de los segundos. Pero hay una cosa aún mucho peor: que estos últimos son los que mayor ranking de audiencia tienen.
…O eso es lo que proclaman, vox et pópuli, las mismas cadenas-cloacas que vierten tales contenidos. Esto es, se da “a demanda”, a modo de la moderna lactancia y cría de los nasciturus. Que aquí, en lo del ranking digo, oiga, reside el verdadero negocio, y es lo único que importa y hay que atender… que miren vuecencias que de aquí salen muchos empleos, y es riqueza para el país, y demás calandracas con que se visten estos casos y estas cosas. Al final de todo, por supuesto, queda el quid of the questión: que la calidad (bajísima) se transforma en cualidad. Y así, poco a poco, lentamente, la ciudadanía de un país va estructurando su propia cualidad, y su menos calidad, de poco pan pero mucho, muchísimo, circo.
Como notarán los suspicaces, no estoy entrando en los llamados Informativos, en los noticieros o noticiarios… En éstos, cada vez abundan más los ocultados, cuando no son manipulados. Algunos de forma sutil e inteligente, y otros, como los de las teles regionales, de manera grosera, espesa y vergonzante (fíjense usías en nuestra 7, por poner un triste y cercano ejemplo), de un catetismo soez y patético. Y esto es así, y se admite de buena gana por la población, porque a ese ciudadanaje se le ha vestido de tal pelaje y se le alimenta de ese potaje. Porque se le ha puesto a dieta exclusiva de tal forraje. Y se nos hadado pastar en bancales podridos donde solo abunda ese forraje…
Es en esas comunidades dónde más y mejor se nota el sometimiento, el servilismo y la prostitución de los contenidos al servicio de los políticos que quitan, ponen y disponen gabelas a sus paniaguados sin el menor pudor ni disimulo. Casi resulta admirable que la gente (yo ya diría el gentío) no advierta el hedor que se desprenden tales componendas.
Como me diría cualquier prójimo próximo: ¿qué… tú haciendo amigos, eh?.. y no, no se trata de hacer amigos o enemigos, sé muy bien que si viviera de esto me moriría de asco. Se trata de intentar despertar del malsano sopor a algún alguien, si aún resulta posible. Se trata de tirar piedras en las aguas mansas, a ver si despierto de su mortal sueño a unos pocos peces. Se trata de gritar en el desierto, por si aún hubiera alguien tras las calcinadas dunas que no tuviera arena en las orejas… Quizá no me entiendan, o no me quieran entender. Es posible que yo sea un perfecto gilipuá de hazte p´allá… Tó pué ser.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
NO ES ESTO, NO LO ES...
- Por miguel-galindo
- El 07/03/2023
(de La Sexta)
Invierno, siete de la tarde, aproximadamente, de un día cualquiera: canal 1 de Tve: “El Comodín”, la subcultura de la cultura; canal 2, el único que salva semidignamente sus contenidos; la 3: “Y ahora, Sonsoles”, porquería a discreción; La 4: “Cuatro al Día”, más de la misma basura; la 5: “25 Palabras”, ya ni te cuento en cuanto a burdo cotilleo; la 6: “Más vale tarde”, exactamente el mismo cutrerío; la 7: “Murcia Conecta”, todo lo anterior corregido y aumentado, palurdismo en toda su esencia…
Podríamos seguir el suma y sigue, pero a partir de aquí lo único que abunda son las películas del oeste, alguna película más del oeste, y otras tantas películas también del oeste, pero con toda la poca calidad y falta de imaginación e inteligencia en su programación, revisten más dignidad que las de sus hermanas más importantes y subidas a sus manipulados rankings de audiencia. Esto es lo que hay. Esto es lo que tenemos en este país. Estoy seguro que la televisión de Burkina Faso tiene más vergüenza que la nuestra. Aquí podríamos aducir un par de cosas, al menos: o la bazofia con que “alimentan” los llamados “cerebros” pensantes de la gente es lo que hace ser a esa misma gente tan adocenada y tan aborregada y aburregada… o es que la cosa funciona al revés, esto es: que la calidad cultural del personal es tan sumamente baja, que demanda este tipo de subprogramas de consumo. Y no creo – y es ésta una opinión personal que me van a permitir y a disculpar – que son ambas posibilidades las que se retroalimentan la una a la otra. Es el tipo de educación pública que se nos está suministrando para que respondamos a tan bajos estímulos. El dato demostrativo está en la cantidad apabullante de series, mediocres la cuasi-absoluta mayoría de ellas, a las que están enganchadas, en una verdadera adicción mental, millones de personas. Soy totalmente consciente que éste que hoy expongo aquí a sus ojos y entendederas, me va a reportar más críticas que asentimientos. Lo sé, y así lo admito y lo asumo. En mayor o menor grado la inmensa mayoría de la ciudadanía estamos enganchados a este tipo de alimento intelectual de ínfimo nivel… Y aquí hay algo que me gustaría señalar, si es que algunos, o algunas, no han dejado de leer y han llegado a éstas, ya mediadas, líneas. Y es que la obligación moral de cualquier Estado es formar e informar en sus medios de comunicación, pero no deformar y desinformar, que es la pauta que, cada vez con mayor claridad, se sigue y se aplica. Naturalmente, se contestará que “es la demanda” la que se atiende, olvidando su responsabilidad en la formación del ciudadano. El otro día tuve la santa barra de contabilizar en las programaciones de los canales de televisión, cuántos de sus programas, llamados “de entretenimiento”, eran inequívocamente formativos y culturales, y cuántos eran absoluta morralla, sin llegar tampoco a calificarlos de abyectos… Pues bien, atiendan: sobre un 7% de los primeros, y un 93% de los segundos. Pero hay una cosa aún mucho peor: que estos últimos son los que mayor ranking de audiencia tienen. …O eso es lo que proclaman, vox et pópuli, las mismas cadenas-cloacas que vierten tales contenidos. Esto es, se da “a demanda”, a modo de la moderna lactancia y cría de los nasciturus. Que aquí, en lo del ranking digo, oiga, reside el verdadero negocio, y es lo único que importa y hay que atender… que miren vuecencias que de aquí salen muchos empleos, y es riqueza para el país, y demás calandracas con que se visten estos casos y estas cosas. Al final de todo, por supuesto, queda el quid of the questión: que la calidad (bajísima) se transforma en cualidad. Y así, poco a poco, lentamente, la ciudadanía de un país va estructurando su propia cualidad, y su menos calidad, de poco pan pero mucho, muchísimo, circo. Como notarán los suspicaces, no estoy entrando en los llamados Informativos, en los noticieros o noticiarios… En éstos, cada vez abundan más los ocultados, cuando no son manipulados. Algunos de forma sutil e inteligente, y otros, como los de las teles regionales, de manera grosera, espesa y vergonzante (fíjense usías en nuestra 7, por poner un triste y cercano ejemplo), de un catetismo soez y patético. Y esto es así, y se admite de buena gana por la población, porque a ese ciudadanaje se le ha vestido de tal pelaje y se le alimenta de ese potaje. Porque se le ha puesto a dieta exclusiva de tal forraje. Y se nos hadado pastar en bancales podridos donde solo abunda ese forraje… Es en esas comunidades dónde más y mejor se nota el sometimiento, el servilismo y la prostitución de los contenidos al servicio de los políticos que quitan, ponen y disponen gabelas a sus paniaguados sin el menor pudor ni disimulo. Casi resulta admirable que la gente (yo ya diría el gentío) no advierta el hedor que se desprenden tales componendas. Como me diría cualquier prójimo próximo: ¿qué… tú haciendo amigos, eh?.. y no, no se trata de hacer amigos o enemigos, sé muy bien que si viviera de esto me moriría de asco. Se trata de intentar despertar del malsano sopor a algún alguien, si aún resulta posible. Se trata de tirar piedras en las aguas mansas, a ver si despierto de su mortal sueño a unos pocos peces. Se trata de gritar en el desierto, por si aún hubiera alguien tras las calcinadas dunas que no tuviera arena en las orejas… Quizá no me entiendan, o no me quieran entender. Es posible que yo sea un perfecto gilipuá de hazte p´allá… Tó pué ser. Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
FERROVIAL
- Por miguel-galindo
- El 07/03/2023
(de Público)
Ferrovial, una empresa que ha engordado hasta límites insospechados por los contratos en obra pública, se larga del país para cotizar en otro. Del todo legal y del todo inmoral. El desagradecimiento no es delito.
Pero, además, gozaba de réditos fiscales. Desde hace tres años que esa compañía no paga el Impuesto de Sociedades. Se les procura ganancias (1.000 millones en la época Sánchez) y encima no arriman impuestos.
El Sr. Del Pino, el presidente de tan mala gente, ha demostrado lo que son… Pero España se beneficia de esa deserción, pues empresas así son una ruina para el país. No quisiera ver yo un cartel más de esos suyos que abundaban por nuestro mapa, la verdad…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
FERROVIAL
- Por miguel-galindo
- El 07/03/2023
(de Público)
Ferrovial, una empresa que ha engordado hasta límites insospechados por los contratos en obra pública, se larga del país para cotizar en otro. Del todo legal y del todo inmoral. El desagradecimiento no es delito.
Pero, además, gozaba de réditos fiscales. Desde hace tres años que esa compañía no paga el Impuesto de Sociedades. Se les procura ganancias (1.000 millones en la época Sánchez) y encima no arriman impuestos.
El Sr. Del Pino, el presidente de tan mala gente, ha demostrado lo que son… Pero España se beneficia de esa deserción, pues empresas así son una ruina para el país. No quisiera ver yo un cartel más de esos suyos que abundaban por nuestro mapa, la verdad…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
CZOS Y ORDEN
- Por miguel-galindo
- El 06/03/2023
(de Freepic)
En las Saturnales romanas, precisamente de donde proceden las fechas de nuestra Navidad histórica, la festividad residía, entre otros casos, en subvertir el orden natural de las cosas… O si no el orden natural, que no, sí que el orden establecido. Y esa transgresión se hacía con el beneplácito de los que mandaban, para que, luego, una vez transcurrido ese tiempo de catársis, todo siguiera igual. Lo único que había prohibido era el castigo. Así, los esclavos podían burlarse de sus amos; se intercambiaban regalos bromistas y maliciosos; y todo se ponía patas arriba. El dramaturgo clásico latino Marcial, dejó escrito sobre “las festivas pullas y lascivos jugueteos, cuando toda norma era desarbolada”, para regocijo de los que, el resto del año, sufrían la condición de esclavitud y de las normas impuestas.
Podría considerarse que, en aquella sociedad tiránica de amos y siervos, aquello podía ser como la espita de escape que equilibrara, al menos aparente y brevemente, el estado de las cosas por un lado, y por otro evitaban posibles revueltas y perjuicios mayores… A lo mejor la tradición se impulsó tras la revuelta de Espartaco, vaya usted a saber, pero el hecho en sí es que esto permitía mantener el “estatus” dentro de las diferencias sociales y humanas de la época. Por supuesto, la cultura antigua, quizá la más arcaica y esotérica, sabía que la renovación exige destrucción; que ha de asolarse lo viejo para que de él nazca lo nuevo; que todo caos precede a toda creación… Al fin y al cabo, no es más que el movimiento entrópico del universo. La entropía de la física quántica, o el redescubrimiento de la sabiduría más antigua. Nada nuevo bajo nuestro sol.
Incluso podríamos decir, fíjense ustedes, que en esas especies de cataclismos se gozan los espíritus más sencillos y elementales de la creación. Miren a los niños pequeños de cualquier casa, por ejemplo, cuando a alguien se le cae un jarrón, o se derrama un vaso de agua, o sucede algún pequeño estropicio, las risas que provoca y las palmas que hacen… o cuando alguien se estampa contra la pared, o se cae al suelo, las carcajadas que provoca. Sale por los aires cualquier trapo que se enreda en una lámpara, se arma el desaguisado padre, y el jolgorio en los críos es total. Nadie como ellos aprecian el efecto liberador del desorden. Porque cualquier orden impuesto no es natural. Y quizá, puede ser, que lo que les encanta es romper cualquier orden establecido, casualmente porque su orden reside en el desorden… Porque, cualquier orden impuesto, precisamente porque es impuesto y no aprendido, no enseñado, no les gusta… porque puede que intuyan que va contra el orden establecido en lo natural de los acontecimientos y de las cosas… ¿acaso no nos lo hemos preguntado alguna vez?..
Ya… ya sé que estoy mostrándome un tanto contradictorio conmigo mismo, amigo mío. Que parece que estoy predicando la anarquía, y todo eso. Pero, en realidad no es así. La cuestión está en ver si lo que la humanidad actual está aceptando como orden, en realidad lo es, o no. Porque el cargarnos la naturaleza, como lo estamos haciendo, no lo es. El imponernos una globalización que agota los recursos del planeta y explota la economía abusiva, no lo es. El que vivamos provocando guerras y sometidos a las armas nucleares, tampoco lo es. O el que nuestra existencia la hayamos consagrado al consumismo y al hedonismo, tampoco es ningún tipo de orden, si no de caos… Si nos paramos a pensar un poquico, nos daríamos cuenta que vivimos conforme a unas normas contrarias a toda normalidad.
En realidad, lo único que esta desarmonía tiene de normal es que nos lleva inexorablemente a esa entropía disolutiva universal. A que colaboremos, aún inconscientemente, en esa mecánica del “volver a empezar”… En definitiva, la regresión es uno de los caminos de la evolución, o, al menos, así me lo parece a mí. Las saturnales romanas eran un burdo recuerdo de una sabiduría ancestral desaparecida, donde alegría y caos ponían orden en el desorden, ya que ninguna imposición que no sea natural es natural… Y esto pueden tomarlo como la constatación de un hecho, o como definición de algo que está sucediendo hoy en día. ¿O acaso no vivimos en un “tótum revolutum”?..
Por eso sería bueno pensar que la aparente reinstauración de las saturnales romanas en festejos como los carnavales, o, incluso, la Semana Santa (y ustedes disculpen), donde al iconoclastismo original se le impone todo lo contrario – nos convertimos en adoradores de imágenes – es una subversión de los auténticos valores… Pero no estaría mal que los gobiernos dejaran de gobernar por unos días y fueran puestos en manos de los ciudadanos gobernados; que el pueblo les hiciese catar a todos los políticos su propia medicina… Donde las oligarquías fueran un infierno para ellas mismas, y donde los abusos de todo tipo y clase pudieran volverse como boomerang´s contra todo el canallismo al que estamos sometidos el común de la gente… Una Arcadia feliz por unos días en que dejemos de ser esclavos de nuestras propias cadenas para ser amos de nuestros amos.
Pero resulta que nuestras propias y heredadas Saturnales las hemos convertido en todo lo contrario a lo que debieron ser. Las hemos hecho más eslabones de esa cadena con las que esclavizarnos en lugar de liberarnos… Es la democracia vuelta en pseudodemocracia, tontolhabas, donde se nos miente y creemos a nuestros mentirosos… Porque es una partitocracia, tontolnabos, o sea, lo contrario al régimen liberal con que nos venden la moto… En el fondo, el truco es tan burdo como sencillo: no te molestes en organizarte tus Saturnales, que ya nos encargamos nosotros de hacerlo. Os vamos a convertir en individuos virtuales de vosotros mismos; os vamos a sujetar a vuestras propias sogas (por eso se os conoce por sujetos); y os vamos a hacer partícipes de nuestros propios embustes como si fueran vuestros… Y tan felices y contentos totus tuus.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
RUINOSO
- Por miguel-galindo
- El 03/03/2023
(de Diario Siglo XXI)
Dice la prensa que más de 30 empresas se van a instalar en el parque logístico junto al Aeropuerto de Corvera… Una de ellas es una internacional que se dedica a la producción de larvas de mosca para la cosa de la alimentación (¿?)…
Y, hablando de larvas, la mayoría están relacionadas con Amazon, como ampliación a su sector de ventas y distribución… Como paguen los mismos impuestos que en Bruselas, será una mosca cojonera. Mal negocio para la Administración.
…Y ruina total para el comercio de la región. Seis mil de ellos se prevén que cierren, según datos de las organizaciones empresariales. Nos hemos propuesto acabar con ellos, y, entre todos, lo vamos a conseguir.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
MÁS DE CENSURA
- Por miguel-galindo
- El 02/03/2023
(de ESAN)
En nuestra posguerra, la censura impuesta por al bando vencedor de la contienda, fue tremenda, terrible, puesto que, lo político-social-militar aliado con la Iglesia (católica y catódica) se ejercía en todo rincón del país y sobre toda sociedad civil, y sobre toda vivencia y experiencia, con el único y exclusivo fin de tener vigilado a todo y a todos en un régimen con la máxima ausencia de libertad posible… Hago un llamamiento a generaciones jóvenes para que traten de imaginarse ese estado de cosas, aunque sea ligeramente – tampoco quiero que se quiebren en el esfuerzo –, es tan solo por que valoren lo que tienen.
En aquella época, años sesenta, semana arriba semana abajo, un servidor trabajaba en la imprenta de mi padre, entonces tipografía pura y dura, y pare usted de contar, pero un espacio supervigilado por aquello de lo que allí se pudiera imprimir. Entonces existía la por sobradamente conocida Ley de Prensa e Imprenta, impuesta por Franco y regida con puño de hierro por aquel Fraga Iribarne, ministro de interior de la dictadura fascista, y luego reciclado en políticaperturista de los primeros gobiernos demócratas. Un hombre reversible y muy aprovechable, como la Historia habrá tomado buena nota…
Esa Ley obligaba, bajo pena sumaria, a pasar por Censura siete ejemplares de todo impreso que se elaboraba en esos talleres de imprenta, en oficinas delegadas por los gobiernos civiles en los Ayuntamientos: un ejemplar quedaba a custodiar por la oficina municipal designada, otro para la industria declarante de la impresión, y cinco que se enviaban al Depósito Legal de la capital de la provincia (entonces éramos provincias)… A excepción de las tarjetas de visita y los trabajos de remendería, todo el resto, absolutamente todo, había que pasar por el control de Censura establecido. Los trabajos de ediciones se sometían a una Censura previa, esto es: había que presentarlos antes de imprimirlos (a esto se le llama rizar el rizo). Luego, una vez recibido el “plácet”, pasaba la segunda Censura, que comprobaba que los contenidos se ajustaban a lo declarado.
Solo figúrenselo ustedes… en su primera época, hasta los recordatorios de comunión y de esquelas mortuorias había que pasarlos por censura. Yo era el encargado de recoger todo en una voluminosa carpeta, llevarla al Ayuntamiento cada sábado – entonces se trabajaba también en sábado -, y Paco García Villalba, como delegado gubernamental a tal efecto, y un servidor de las monjas, firmábamos ambos aquel ingente papeleo, tras sellar todos los ejemplares y cumplimentar todos los datos exigidos en todos y cada uno de los modelos. Toda una mañana se nos iba en esa labor.
Una sola vez en todos aquellos largos años de plomo y opacidad, se nos abrió un expediente severo por incumplimiento de la normativa establecida: habíamos impreso unos precintos para el corcho de garrafas de vino con la marca del envasador, de 3 o 4 cms. de diámetro… Nuestro pliego de descargo se basó en algo simplísimo, y es que el sello, de 8x12 cms. no cabía en el precinto. Algo tan obvio y elemental no motivó la anulación de la denuncia, si no la “suspensión” de la misma. Debíamos de haberlo presentado a pesar de no ser cumplimentado. De locos… pero eso les da una idea de la cerrilidad de los procedimientos de aquella brutalidad de censura.
Bueno, les cuento este curioso rollo porque, el otro día, me vi una vieja película alemana, Viento de Libertad, sobre las prácticas de la Stassi, la policía política del régimen comunista de la extinta RDA, donde se demuestra que sus etiquetas de socialista y democrática igual las emplean gobiernos absolutistas de los entonces estados del otro lado del llamado “Telón de Acero”… Incluso aquella URSS (Unión de Repúblicas Rusas Socialistas Soviéticas) de estricto régimen comunistísimo. Así, sin ningún empacho.
Lo que quiero decir con esto es que aquella dictadura fascista copipegó los métodos de aquel sistema comunista en cuanto a censura y represión. Que el estalinismo y el franquismo eran lo mismo, con iguales sistemas de persecución de libertades, e idénticas prácticas… Allí se perseguía a los que visitaban iglesias, y aquí a los que no iban a la iglesia. Allá se encarcelaban a los creyentes, y acá a los ateos. Allí se fusilaba a los de derechas, y aquí a los de izquierdas. Pero, en el fondo, todo es lo mismo, todo es igual, tan solo cambian las etiquetas, no las formas, ni siquiera las maneras…
Al fin y al cabo son dos absolutismos gemelos, que, en la época actual, hasta se confunden persiguiendo los mismos fines. El votante de la derecha extrema y el votante de la izquierda extrema son la misma clase de votantes; ambos votan el populismo más ultra y utilizan los mismos medios represivos, de envenenada confusión, y de propaganda: Neocensura a ultranza y persecución de toda idea opuesta a las suyas.
Hoy ese ultrapopulismo ha renacido en todos los países de Europa y en muchos del mundo. Lo de menos son sus discursos y el color de sus banderas, pues lo que buscan es lo mismo y con las mismas armas y procedimientos… Y el repunte se está produciendo por los votos de los propios ciudadanos, incultos e ignorantes, que se creen a sí mismos demócratas. Luego, esa ciudadanía querrán huir de las jaulas que está forjando ella misma. Lo malo, es que entonces pagaremos todos.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
ALIMENTAR, NO, PERO ALIMENTARSE, SÍ
- Por miguel-galindo
- El 28/02/2023
(de Zenit)
Dice el Papa Francisco en su discurso ante la Curia, que “la religión no puede alimentar conflictos”… Pues no, ni puede, ni debe. Pero eso tiene que pasárselo a sus obispos, y sobre todo a los de España, que son ultra/conservadores. También debe dirigirlo a sus colegas ortodoxos, extraños “cristianos” aliados del genocida Putin…
Claro que los católicos también fuimos aliados de Franco, y de Pinochet, e incluso de Hitler, y de cuántos le han dado poder. Y ya de paso, mandarles recado vía ecumenismo a los del Islam, todavía en cruzadas de odio y guerras santas…
Y a sus compadres judíos, que aún andan con el Yahvé justiciero… Y es que las religiones se alimentan de conflictos, mal que le pese.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
FALSAS PRIORIDADES
- Por miguel-galindo
- El 28/02/2023
(de Aleteia)
Imagínenselo: una persona está parada en el margen de cualquier calle (de ahí debe venir lo de marginal), está vestido de harapos, tiembla de frío, tiende la mano y mira al suelo, pues se le ve avergonzado por tener que pedir… puedo añadir algunos detalles más, como un perro, tan apaleado como él, pegado a sus perneras, y unos cartones amontonados junto a sí que se adivinan como la “suite” en la que pasa la noche. Otra persona se le aproxima, habla con él sin saberse qué, le pone en la mano cierta cantidad de billetes, mientras posa la otra en su hombro huesudo, sonriéndole… Puede notarse cierta estupefacción en el rostro del mendigo, mirando un dinero que no se cree tener; los ojos llenos de lágrimas; el azoro comprensible de no saber qué decir, qué hacer, cómo comportarse; y la boca musitando unas gracias que se repiten una, y otra, y otra vez más…
Ahora siga imaginando: esa buena persona se vuelve y camina muy lentamente hacia un objetivo que permanece oculto, y que es la cámara que está rodando esta secuencia. Sonríe abiertamente, alza el dedo pulgar como símbolo de misión cumplida, o de satisfacción, o de triunfo, o de O.K., o de lo que sea eso… abre los brazos con cierta ostentación, como abrazándose a sí mismo, y dice, casi que a medio grito, algo así, o parecido, a “tampoco cuesta tanto hacer una buena obra”… Luego, después, ese sucedido se subirá a las redes, y será también tendencia en Tick-Tock, o en Instagram, o vaya Dios y compañía a saber dónde.
No me dirá usted que no resulta interesante analizar – sociológicamente hablando – este gesto de altruismo, o lo que fuera que sea… Estoy seguro que habrá para todos los gustos, y les pido que no se priven en manifestar sus opiniones, aunque sea para sí mismos. O entre amigos, familia, en la intimidad o en abierto, es igual. Pero es una especie de “acaso” al que merece echar una pensada por lo que plantea: ¿ha hecho una caridad al necesitado, o se la ha hecho a su propio ego?.. ¿o puede llegar a ser ambas cosas a la vez?.. ¿a quién, o a qué, sirve ese acto de, aparente o no, generosidad?.. ¿manda el motivo sobre la consecuencia?..
Aquí tienen ustedes hilo que desovillar. No cabe la menor duda que la persona necesitada, esa noche habrá podido dormir bajo un techo digno tras alimentarse convenientemente. Seguro. Quizá que durante un par de días, o tres, o puede que una semana, no sé… Luego habrá vuelto a las calles, al hambre, al frio, a la vergüenza, o a lo que sea. Es lo que hacen los Jesús-Abandonado y las instituciones de caridad que se dedican, tan loablemente, a restarle a la inconsciencia social cuánto pueden, y hasta dónde pueden. Lo verdaderamente injusto es que tengan que existir estos centros porque los Estados no saben, no pueden, o no quieren, evitar estos horrores que nos salpican a todos los que tenemos un jodido y puñetero atisbo (aún por mínimo que sea) de conciencia.
Porque la historia que cuento, aún basada en un hecho real, es un símbolo universal de nuestro comportamiento humano, y lo de menos es su realidad o irrealidad. Si de verdad nos ponemos a pensar con la suficiente honestidad, veremos que esa es la forma de encarar el problema de la pobreza por parte de todo el mundo, metiéndonos todos, por supuesto, en ese mundo…Cuando algún ente, sea el que fuere, monta alguna campaña, porque es Navidad, por ejemplo, de recogida de recursos para los que no tienen que llevarse a sus mermadas dignidades, aparecen sus majestades… y las manos se alzan, se acude al evento y a su foto, se dan los nombres, y se airean y publican cuántas caritativas aportaciones. Y eso no está mal, si bien acaba como dice el refrán… pero, reconozcámoslo, es un poco, o un mucho, como acercarse al mendigo con el otro inmortalizando la “hazaña” solidaria que ha de grabarse con el “sépase” de obligado uso.
Yo creo… y es posible que esté equivocado, que en esto existen, o mejor, coexisten, dos clases de valores distintos, que, si bien sirven a la misma causa, obtienen frutos diferentes. Uno es que lo importante sea el objetivo logrado, que se cumpla el fin que se persigue, aunque sean remiendos, pues es lo que es a nivel global, pero bienvenido sea del modo que sea… Y el otro es el de la moral, el de la conciencia, el de convertirse en “ten tops” del buenismo, o, si acaso, el quedarse a bien con uno mismo. Y que nuestras tripas-sonajero no vibren hasta que las tripas del hermano no protesten.
Entiéndanme: yo no quiero ponerme de ejemplo ni dar lecciones de nada, porque yo soy igual a todos y un reflejo de esos mismos todos, en mayor o menor grado, y participo del mismo show, y me cobijo bajo la misma manta, y utilizo el mismo mantra, de los tapaconciencias… Lo que intento es poner en valor que acabar con la pobreza, que es el resultado de la desigualdad, no es cuestión de hacer caridad, si no de ejercer justicia… Lo que quiero decirles es que esa caridad, sea fingida o sentida, no deja de ser una autojustificación de sentimientos, porque no somos capaces de implantar la auténtica y genuina justicia social, y entonces vamos y nos aplicamos el ungüento de la limosna, que nos alivia las escoceduras del alma…
Así es como yo lo veo, y así es como yo lo siento, y así es como y lo digo, aunque ustedes todos, o muchos de esos todos, me respondan que no es así como lo cuento… “¿Y qué podemos hacer?”, es la pregunta-bálsamo, típica y tópica, de siempre… Pues quizá exigírselo a nuestros políticos como una prioridad… pero, claro, naturalmente, ¿acaso es que es nuestra prioridad, en verdad?.. Pues va a ser que no, que la prioridad es el “selfie”.. Entonces, por eso mismo…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
AQUÍ SE OCULTA ALGO
- Por miguel-galindo
- El 27/02/2023
Pedro Sánchez ha marchado a Marruecos a entrevistarse con el “miramamelín” aquél, para tratar asuntos de la exportación agrícola con la que están dañando nuestros intereses en Europa…
El reyezuelo se ha limitado a NO recibirlo, hablar con él por teléfono y enviarlo de vuelta a casa con un “ya te llamaré”… Otra vez ofende y deja en ridículo al presidente, a su gobierno y a nuestro país.
Con lo de los inmigrantes, lo del Sahara, la verja de Melilla, lo de los derechos humanos… y continuas ofensas, está ninguneando a nuestro chulo de mala manera. Y Periquín tragando a embudo abierto… ¿Alguien lo entiende?.. Yo, no.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
LA FÉ EN LA CARNE
- Por miguel-galindo
- El 24/02/2023
(de VidaNueva)
Que Jesucristo fue un personaje real, histórico, está más que demostrado y fuera de toda duda. El historiador judeo-romano Flavio Josefo ofrece suficientes pruebas de ello, si bien… por supuesto, que por su nombre de pila: Joshúa Ben Youseff, esto es: Jesús, hijo de José (el sobrenombre de Cristo, en griego, que significa “el ungido”, como ya ustedes saben, le vino después)… Como también deben de saber que la identidad histórica de cualquier persona, puede encajar, o no, en todo o en parte, o en nada, con la que se le concede por otros motivos, ajenos o añadidos, a esa misma Historia fedataria. Me tomo la libertad de aclarar este concepto para mantener la ecuánime, y deseable, distancia entre la Fé y dicha Historia. Con el permiso de ustedes pues, y naturalmente, sin ánimos de ofender a nadie.
Bien… Pues imagínense los que me siguen, que en unas excavaciones arqueológicas de las afueras de Jerusalem, aparece una tumba de hace poco más de dos mil años, perteneciente a un hombre rico, por la calidad y disposición de tal tumba en su época, y cuyo interior guarda un esqueleto completo, perteneciente a un varón de unos treinta y algunos años, y cuyo restos y una jarra de arcilla de las usadas para ungir con óleos, de primeros de nuestra era, fuera datado todo por el método del Carbono-14, y como propina añadida, una lámpara votiva de cerámica, del mismo tiempo y época, en la cual aparece grabado el nombre de Joshua Ben Youseff… Este es el tema central de una película de hace más de veinte años, dirigida por Jonas Mc´Cord: The Body… No quiero contar más de la misma, por si alguno de mis osados y asiduos lectores quieren buscarla por esos fondos de Dios, y verla.
Lo interesante de esta cinta es el dilema que plantea la posibilidad de que tal cuerpo pudiera llegar a ser el de nuestro buen Jesús, el fundador – a su pesar – del cristiano/catolicismo… Se plantearía una catástrofe de orden universal que podría acabar con la Iglesia Católica, y todo ello con la cadena de consecuencias que traería tal revelación (o desvelación) de tal cosa, ya que su credo se sustenta sobre la premisa básica de la Resurrección. Su resurrección en cuerpo y alma.
Toda su doctrina, dogmas y estructura caerían como un castillo de naipes. Y lo que es aún peor, la Católica tiene una parte muy importante de confesión ultraconservadora que no dudaría un solo segundo en armar otra santa cruzada para hacer lo que hubiera que hacer: destruir, ocultar cualquier prueba, perseguir, e incluso quitar de en medio, si preciso fuera, a quiénes hubiera que eliminar, para lograrlo… Las peores guerras son las guerras de Fe, y también en eso el Vaticano haría lo que estuviera en su enguantada mano para ocultar cualquier motivo de duda ante esa desastrosa posibilidad.
Sin embargo, en este punto y término, este humilde servidor de ustedes se desmarca 180º de la ortodoxia establecida a tal efecto… Me cuesta trabajo llegar a entender que toda una Iglesia base la totalidad de su estructura de esperanza en la resurrección del cuerpo casi más que en la del alma. A mí, lo que me importa, es la inmortalidad del alma espiritual, no la de un cuerpo material, mortal y reciclable. Débil y pobre fé la que pone su aval en la materia corruptible, como demostración poderosa y mágica, sobre lo considerado “normal”. A mí, personalmente, me da exactamente lo mismo que el divino nazareno resucitara su cuerpo con su alma, o se lo dejara en el armario, esto es, en su sepulcro. Lo importante no es la envoltura carnal, si no su inmortal esencia espiritual.
De hecho, en ningún Evangelio se garantiza que la imagen resucitada de Jesús fuera absoluta y totalmente material. En los que se narra su aparición a Magdalena, e incluso en el Mar de Galilea, se cuida de advertir a sus seguidores que no le toquen… En el camino de Emaús lo reconocen de lejos, por la forma de partir el pan… En el pasaje sobre la incredulidad de Andrés, se le recrimina con un reto: “¿habrás de meter tus dedos en mis llagas para que creas?”… pero de ninguna forma se asegura que llegara a hacerlo.
Por otro lado, la segunda ley de la termodinámica (física) establece que “la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma”, como bien sabe el movimiento entrópico universal: todo lo que existe pasa por el ciclo de energía que se convierte en materia para luego ésta volver a disolverse en energía, y que ésta vuelva a crear materia, en un ciclo inacabable…Incluso la Física Quántica nos enseña (Bossón de Higgis) que todo resucita en el universo por medio de la circulación de la energía a través de las formas (masa)… Tampoco me voy a liar aquí en mayores honduras científicas. Lo que quiero decir es que la materia resucita en su sistema al igual que el alma resucita en el suyo, pues estamos inmersos en una estrategia creacional de muerte y resurrección continua.
Por eso no puedo entender que una fé universal se base en unos rudimentos tan pobres y mezquinos, y en unas bases tan cortas y escasas como la existencia o no de la osamenta de un hombre por muy santo y/o hijo de Dios que sea. Y que nos fijemos más en sus caducos restos mortales que en el contenido de su Mensaje. No logro comprenderlo… Y he leído a muchos más teólogos de los que me han recetado. Yo no creo en una “resurrección de los muertos” que, si lo hicieran todos los diñados desde el principio de los tiempos hasta la fecha, no íbamos a coger en toda nuestra galaxia…
Seamos serios por una vez. Lo importante es lo que somos y lo que nos transciende, no en lo que quedamos y que se nos desprende… ¿Capisqui?..
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
TODO VALE
- Por miguel-galindo
- El 23/02/2023
(de profesorfrancisco.es)
Hay profesores de Historia que confunden a Sagasta con Cánovas del Castillo… O que se empecinan en afirmar que la Base de Aviación de Los Alcázares se levantó contra la República cuando lo del Alzamiento Nacional, y barbaridades por el estilo…
Y es lo que transmiten y enseñan. No resulta extraño que haya universitarios por ahí diciendo públicamente que “fue la República la que se alzó contra Franco”, o que descerebrados se pongan a cantar “volvamos al 36”…
Profesionales de la enseñanza que cobran sus nóminas por decir mentiras y falsedades, y donde todo el mundo sigue tan pancho… Claro, que en un país donde los sistemas educativos secuestran y maltratan a esa misma Historia, todo es posible…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
EL DOLOR
- Por miguel-galindo
- El 22/02/2023
(de Saludesfera)
Me visita últimamente un dolor potente e insistente, recurrente y reincidente, y en un lugar impertinente… Cuando algo duele sin saber la causa ni de dónde proviene, y juega al escondite contigo y con los que buscan un origen, un motivo que no terminan de encontrar, ese dolor se convierte en un tirano que condiciona tu vida a través de la cobardía. No sabes cuándo te va a atacar fuerte, pero lo sientes presente y latente, agazapado día y noche. Ahí, acechándote para amargarte la existencia.
En mis idas y venidas en busca de alivio, me encuentro un amigo conocedor de la naturaleza humana y natural, aunque parezca un contrasentido, al que, desde estas líneas, le agradezco su molestia e interés por mí y a su diagnosis, siempre detrás de las recetas médicas. Son apuntes nada despreciables por extraños que puedan parecernos, y que solemos juzgar a la ligera porque pertenecen a la sabiduría, ancestral y perdida de la naturaleza, que ya no podemos reconocer como válida. Pero que, cuando la otra nos falla, o nos tarda, o se nos queda corta de mangas, la estrictamente material, volvemos esperanzados la vista, aunque ya no sepamos reconocerla.
“Al dolor no puedes enfrentarte por las bravas, porque siempre saldrás perdiendo”, me prepara como aperitivo. Es cierto, pues hasta los calmantes habituales acaban rindiéndose al mismo a la larga, y no al revés, como en apariencia sucede al principio… Y prosigue: “tienes que hacerte amigo del dolor”; “tienes que aprender a negociar con él si ya no te quedan armas”. Y me imagino que es el abusón del patio del colegio al que he de ofrecerle parte de mis cromos, de mis “rompes” y medio bocata del almuerzo, para que me deje en paz. Pero, ¿cómo se negocia eso?.. le pregunto. “Eso es cosa tuya, pues solo tú conoces a tu dolor”, me responde. Pues apañado voy, pienso para mí mismo…
Y me veo hablándole quedo, en tono lo más amable que puedo, dadas las circunstancias: a ver, dolor mío y de mi alma, yo sé que tú te has encariñado conmigo por algún motivo desconocido, y que no estás dispuesto a hacer concesiones, pero te quedaría muy agradecido si te avinieras a pactar una tregua, un acuerdo, un algo… Pero, nada, no me contesta. O es sordo, casi como yo, o es que no hablo su idioma. Se me queda mirando como una lechuza hambrienta sin gesto alguno, impasible, impertérrita. En medio de mi jodido dolor, que es su presencia activa, se me ocurre proponerle algo: mira, si te parece, vamos a llegar a un acuerdo de soportarte a cómodos plazos. Tú me amplías las dosis de tormento pero en intensidad más baja, más asequibles. Tú te cobras lo tuyo y a mí me das más descanso para que pueda reponerme de un apretón a otro.
El dolor se me queda mirando con su mirada gláuca, y, por fín, me suelta seco, como en un susurro: “ya, tú lo que quieres es un dolor-hipoteca”, para seguir martirizándome con una sonrisa sardónica: “mira, es que el Tae ha subido mucho, y no vas a poder pagar los intereses, tío”… Mala cosa. En medio de la madrugada se despide, “hasta mañana”. Ya es mañana, le respondo. “Pues por eso mismo”, termina contestándome el tío borde.
Ante tal tesitura, me pongo a meditar en busca de otra solución posible… ¿Y si me buscara algún intermediario?, ¿alguna especie de mediador superior, ya que yo, a la vista está, no doy la talla?.. No sé, algún santo o santa, alguien que interceda por mí, mi primo el de Zumosol… ¡yastá!: los ángeles siempre se me han mostrado cercanos y propicios, y asequibles. A lo mejor ellos podrían echarme una mano y dejar al dolor como una mona. Así que acudo a ellos, y les largo el muerto,,. a ver sí, como energías inteligentes que son, pueden entenderse con la maligna energía del dolor, y me solucionan la papeleta.
Pienso también si eso del negociado con el dolor es aplicarme el sabio y ancestral ungüento del ajo y el agua (a joderse y aguantarse) que es una manera de ningunearlo y no hacerle ni puto caso. Sabido es que si te centras en otras cosas y distraes tu atención, tu dolor te duele menos – valga la dolorosa redundancia – ya que le prestas menos interés. Pero para eso he de tener espíritu de mártir y alma de cántaro, y me temo que son dos asignaturas suspensas que cargo encima de mi chepa… “mala cama tiene el perro”, me digo a mí mismo, igual que decía mi abuela…
Así que me decido a presentar todo esto por escrito, en negro sobre blanco, y sacarlo a espacio público, en busca de que actúe en forma de catársis. Pueden suceder un par de cosas, o una, o a lo peor ninguna: que mi amigo el de los consejos me lea, sepa que he intentado seguirlos y hacer los deberes, y que, de todos modos, se lo agradezco en lo que sé que vale. A lo mejor puede redondearme en algo más. O ya digo, que esta confesión actúe como redención a mis pecados de obra u omisión y se acabe esta función… Ya saben, algo así como un conjuro a la gallega, una liberación emocional, algún algo que me alivie en mi calvario. Nada pierdo con intentarlo pues.
Hasta puede ser que algún alma caritativa, algún publicano que ande mi camino, pues haberlos háylos como las bruixas, se apiade y rece por mí, que eso siempre ayudará algo; o a lo mejor conoce algún remedio, viejo o nuevo, de la abuela o de la ciencia, que en el fondo suelen ser lo mismo… El caso es chinchar al puñetero dolor éste. Muchas gracias a todos y todas, de todos modos y modas…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com