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SIN EMPRESAS NO HAY PUEBLOS

Foto de Alamy

 Quizá que por mi antigua dedicación de servicio empresarial; puede que por mis más de treinta años entregado a defender intereses propios y ajenos (más de lo segundo que de lo primero); a lo mejor porque aún conservo cara de tonto… que todavía me comentan en pequeños negocios, empresarios vecinos, tiendas y comercios, lo que está ocurriendo en el municipio con el nueviejo Sistema de Licitaciones, con el que el Ayuntamiento gasta en empresas de fuera lo que sus empresarios de dentro le pagan en impuestos. Y se muestran patidifusos, desagradablemente sorprendidos, enfadados, y casi que no terminan de creérselo, y van y me lo espetan a mí, poniéndome ojos como platos, de cordero degollado, como si yo aún fuera responsable, o representante, de algo, álguienes o algunos…

El cinismo regodeante que utilizan los de las administraciones locales, es que, encima, se atreven a montar, por navidad o por peteneras, campañas pidiéndole a una ciudadanía que también ha abandonado a sus comercios, que compre en ellos, en su pueblo, porque si no lo hace, está debilitando a ese mismo pueblo. Es de una sinvergonzonería casi que soez. Son capaces de pedir a los ciudadanos lo que ellos no tienen las narices ni la voluntad de cumplir. Lo que sí cumplen es con aquel viejo axioma de “haced lo que yo diga, pero no lo que yo haga”… Y esto está ocurriendo en muchos pueblos, ciudades y administraciones.

Dicen y cuentan sus políticos y administradores – y debe ser verdad – que es de arriba de dónde les viene la orden, el mandato, la obligación de imponer tal malhadado sistema de Licitaciones en sus compras y consumos. Y se lavan las manos, como inútiles Pilatos. Por nefasto que sea, injusto, negativo, cínico, despótico, arbitrario, inícuo, funesto, desgraciado, fatal, infortunado, perjudicial, maligno, destructivo, cabrón, y unas cuantas cosas peores… Tan solo es legal, o eso dicen, que no moral, encogiéndose de hombros y justificando así su pésimo proceder. “Nosotros semos unos mandaos”, sueltan esos malos políticos que presumen de defender el interés de sus pueblos de los que bien medran… Naturalmente que sí, y también unos mantenidos por los que deberían ser sus beneficiados, pero son sus perjudicados, ya que su nómina sale de sus impuestos. Pero ninguno, ni ninguna, tienen la dignidad de poner su dimisión en manos de quién, o quiénes, les obligan a adoptar un sistema tan infame y cobarde para con sus administrados. Saben que es una práctica nefanda para la economía de sus comunidades, claro, pero practican el “llégueme el sobre, aunque venga del pobre”

Ya digo, una o dos veces por semana, bajo de mi retiro al pueblo por el que un día me dejé lo que ahora me falta, como ferpecto gilipuá que soy, y aún me recitan el de los periódicos, el floristero, el papelero y el librero, el panadero y el mercero, sus lamentos, sus quejíos, sus estosacaboses y sus nohayderechos… Y aún consiguen transmitirme su rabia y su pena por tal injusticia. “Yo ya solo os puedo dar pálidos consejos” les voy contestando uno a uno, por órden y sin concierto, conforme me van calentando la caballuna oreja.

¿No tenéis a la Coec?, les digo, pues unidse y exigidle que luche por vuestros intereses, y que los defienda de tan traicionero ataque. Tenéis un derecho moral ante este desastroso y desastrado sistema de Licitaciones. Que vuestras organizaciones empresariales se ganen la cuota que les pagáis, y dejen de contemporizar… ¿Para qué estar afiliado a lo que no os defiende?.. Todo el dinero que se mueve entre asociaciones y administraciones sale de vuestros bolsillos, de las cajas de vuestras tiendas, de vuestros negocios, empresas e industrias… Si esta puñalada hubiera acaecido en mis tiempos de tonto útil, hubiera llevado la guerra hasta los últimos confines: Coec, Croem, Ceoe y quizá también Cee, y a las instancias a las que hubiera podido llegar… o hubiera puesto mis cargos idiotas encima de la mesa de algún idiota.

Existe acuerdo cuando existe voluntad entre las partes, y voluntad entre los partidos que se reparten los plenos de cualquier cotarro municipal. Lo demás son cuentos chinos que nos venden. En los casos en los que pésimos, injustos y criminales sistemas atacan la línea de flotación de sus propios barcos, no han de doler prendas en incumplirlos, como el que soslaya una injusticia. Hasta la propia insumisión fiscal en bloque es explicable, al estilo de hace unos años en Islandia por un algo parecido. Con la conciencia bien tranquilica… Se trata de negarse a pagar la fundición de los cañones que nos apuntan. O no financiar impuestos que los municipios no revierten en sus propios municipios, salvo en sus sueldos, claro… y que se rinden a un sistema de engordar bolsillos ajenos y alejados empobreciendo a los propios. Así, en bloque, en conjunto, solidariamente, como en el “Fuente Ovejuna, todos a una, señor…”, que aquí no se paga un puñetero Ibi, señores, mientras esto no se corrija, y ustedes verán…

No se me ocurre otra cosa, amigos míos, sinceramente… Vivimos tiempos absurdos, traicioneros y retorcidos, donde los principales valores humanos, políticos, sociales, económicos, e incluso morales, no solo se han perdido, si no que hasta se justifica su pérdida viviendo opíparamente de ello, de su atrocidad… Eso, el esquilmar al ganado del que se come, el robar al de abajo para engordar al de arriba, es un ejemplo entre otros. Un ejemplo principal para todo pueblo que se precie a sí mismo, por supuesto… Así que éste es mi consejo de viejo conejo, amigos y excompañeros: que, a grandes males, grandes remiendos…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

PARA QUE SE ENTEREN

(foto XLSemanal)

Las bolsas de pobres que estos… digamos “comunistas” de hoy querían negociar con las grandes distribuidoras de alimentos, son las mismas Cartillas de Racionamiento que los fascistas de ayer negociaron con las tiendas de ultramarinos en posguerra.

Si se molestan en indagar un poquico, verán que la cantidad y calidad que los grandes ofrecen en el lote tienen los mismos precios que los pequeños ofrecen al despelote. Los grandes no hacen ningún esfuerzo.

Y encima, estas… digamos “izquierdas” de hoy, favorecen y encauzan las ventas hacia los grandes distribuidores, manipuladores de los precios de mercado, y perjudican a las tiendas de barrio y de fiado. Ellos sí que no son de fiar.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

EL VALOR DE UNA VIDA

(foto de FORMED)

 

Desde los antiguos filósofos y pensadores griegos hasta los modernas teorías humanistas, pasando por el cristianismo y todos los ísmos religiosos o no, la vida humana, su existencia sobre la tierra, se ha tendido a proteger, si bien que retóricamente, sobre todas las demás consideraciones (no seré yo quien lo critique), si bien en la práctica real esa vida humana ha valido bien poco: de todas las vidas perdidas en el mundo cada día, más del 40% son por agentes provocados: guerras, aplicación de políticas por intereses económicos, masacres, atentados, asesinatos… o simple desprecio por la existencia humana en ciertos casos, y no precisamente por motivos naturales.

Esa es la farisea circunstancia que el también humano cinismo intenta ignorar, disimular, esconder, e incluso, a veces, hasta tratar de explicar en contra de toda lógica y sentido común… Entre lo “sagrado de la vida humana” y/o el interesado valor estratégico de esa misma vida humana, la reconocida realidad es que hay un abismo difícilmente explicable.

Resulta lícito preguntarse en una sociedad – la nuestra – donde la vida del hombre ha cotizado como un valor en alza por el hecho de que una vida es un voto (reconozcámoslo de una puñetera vez) y un productor de algo que se vende, que, si así no lo fuera, la cultura judeocristiana le hubiera reservado el estándar que tiene dentro de las legislaturas de las naciones occidentales… En la edad media, por poner un simple ejemplo, el valor de esas vidas estaban en función a si morían de la peste, la explotación por el señor medieval de turno, o en las sacrosantas cruzadas. Esas vidas truncadas tenían un precio según el interés establecido por los que entonces mangoneaban, y en función de los motivos de sus mangoneos y sus réditos.

Hoy, todo eso se considera ya superado… Hemos evolucionado, nos decimos a nosotros mismos. De acuerdo, aunque para nuestro “nosotros” profundo no tenga el mismo valor la vida de un niño sirio que la de un niño ucraniano. Reconozcámoslo. Y seguimos sacrificando vidas en guerras, conflictos, luchas y revueltas, subliminándolas en nombre de ideales, o ideologías, o lo que puñetas sean, cuando en realidad son en nombre de jodidos intereses político-económicos o de pura influencia de poder. Y pueden llegar a ser hasta héroes los caídos, o también verdugos, o mártires, invasores, defensores, soldados, asesinos, ángeles o demonios… Dá igual el título. Son vidas disponibles que se sacrifican por cualquier causa determinada y las que pueden etiquetarse de noble o de ruín, lo sea o no lo sea… ¿es ese su valor real?..

Sin embargo, la propia ciencia, la medicina, que también se justifica a sí misma como que está para salvar vidas humanas (y tampoco diré yo que no), a veces pone también en evidencia tal concepto, y quiénes la mantienen al menos, plantean lo que se ha venido en llamar una duda razonable… Pongo un ejemplo reciente y real: acaba de salir un fármaco que trata una rara enfermedad mortal. Es el Libmeldy, de la farmacéutica británica Orchard Therapeutics, y sirve para hacer frente a la leucodistrofia metacromática, una terrible enfermedad genética que detiene el desarrollo de los niños, con frecuencia al cumplir los tres añicos, y que es letal al destruir las conexiones neuronales. Por dar un dato, cada año nacen en España alrededor de cuatro mil críos con esa enfermedad.

La cuestión es que ese fármaco se considera el más caro del mundo. Cada dosis cuesta 2,5 millones de euros para cualquier sistema sanitario que quiera adquirirlo para salvar esas vidas… ¿o habrá que decir para comprar esas vidas?.. ¿O acaso no habrá disponible para salvarlas todas?.. Porque el tratamiento no se basa en una sola dosis… Así que, ¿cuáles se salvarán y cuáles se dejarán morir?.. ¿o, ante tal dilema moral, se terminará por no tener que elegir y optar por el siempre válido remiendo moral de “que sea lo que Dios quiera”?.. Y la pregunta del millón: ¿cómo se actúa en conciencia cuando hay que decidir?.. Y, sobre todo, ¿quién pone precio a esa decisión y a esa vida?..

Porque, al final, nos repugne o no, resulta que a las vidas humanas se nos tiene puesto un precio, por mucho que se nos diga que esa vida humana no tiene precio. Las religiones, los políticos, las oligarquías, las financieras, los que viven de dorarnos la píldora para que a ellos nos les falten las suyas, nos pueden vender la idea de nuestro incalculable y sagrado valor de seres humanos, pero, a la hora de la verdad, es que no es así. Que hay vidas que valen más que otras, y que, en definitiva, todas se ajustan a según qué intereses.

Que nuestra propia especie humana ha puesto un precio a las cosas, incluido a nosotros mismos, es lo único cierto… Gracias a Dios, de momento es a nuestra presencia, y no a nuestra esencia (eso es lo que yo creo, claro), aunque muchos de ellos, y de nosotros, y de esos que están allí y estos que están aquí, hayamos vendido también nuestra alma al diablo… Es que esa es otra, amigos míos, esa es otra…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

INCONGRUENCIA LETAL

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Aquí va una de cal: “la inmigración irregular a Europa crece al mayor ritmo desde 2016”. De entonces acá las solicitudes de asilo han subido un 90%, y 155.000 personas han cruzado ilegalmente las fronteras del viejo continente.

Y aquí va la de arena: “la natalidad desciende en Europa, y muy alarmantemente en España”; junto con otra: “existe una demanda de mano de obra en sectores de servicios que no se puede cubrir con la oferta actual”…

Ahora vienen ustedes, me atan esas dos moscas por el rabo y me las pintan de colorao… Si existe lógica y sentido común en ambos extremos me lo expliquen, porque ni yo lo entiendo ni otros quieren comprenderlo tampoco.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

COMERCIO... ¿QUÉ COMERCIO?..

 

Viene en portada del periódico y en páginas interiores con profusión de titulares (LO-20/7): “devorado por la era digital”, otro: “el comercio tradicional no resiste ante el avance de las grandes plataformas y de Internet…”, etc., etc. Y así todo. Se pide que a esos “Amazones” se les grave con impuestos, y es que, porcentualmente, esos monstruos cierracomercios pagan cien, mil veces, menos que una tienda de cualquier calle de cualquier pueblo. Tal cual. Amazon Europe, por ejemplo, sita en Bruselas, ha pagado este año CERO euros de impuestos, aunque, por otro lado, y esto resulta sangrante, los ciudadanos nos empeñemos en engordar las andorgas del que nada y nada comparte, pero todo lo absorbe.

El paisaje urbano cambia a peor en la medida que desaparecen escaparates y se cierran locales, y no solo se destruye el ambiente, si no que también la economía de las poblaciones se resiente grandemente. Las franquicias van ocupando los cierres de persianas en las ciudades, pero apenas suponen un 10% del comercio autóctono. Las más jóvenes, y menos jóvenes, generaciones, se han incorporado masivamente a la compra on-line, y eso significa certificar el acta de defunción de un comercio tradicional que daba servicio y trabajo, sumaba empleos dignos, pagaba impuestos y colaboraba a mantener la economía local y la vida urbana… Ninguna de esas cosas hacen los gigantes de la distribución a los que nos hemos vendido tan egoísta, insolidaria e ignorantemente.

Con la pérdida del comercio tradicional de las ciudades y pueblos desaparece parte de nuestra mejor cultura”, dice la presidenta de Coremur… Ya lo sé, señora mía, pero es que, hasta que no vemos las cosas a través de nuestros insensibles sentidos, no lo captan nuestros sentimientos. Y aún y así. Yo mismo hace décadas… sí, dé-ca-das, que lo vengo escribiendo y advirtiendo, y solo he cosechado sonrisas conmiserativas, cuando no despectivas, de muchos de quienes me leen. Resulta que ahora los medios se dan cuenta, y afloran los datos, gráficos, previsiones y fotos dramáticas de cierres de miles de comercios de toda la vida, y se hacen eco de una dolorosa realidad. Es curiosa la autoceguera que nos imponemos cuando no nos conviene mirar de cara a la verdad que nosotros mismos nos hemos construído… “Se sale buscando ocio solamente, pero hay menos puestos de trabajo y más calles solitarias”, se queja un presidente de uno de los pocos Centros Comerciales Abiertos supervivientes de aquella vieja iniciativa que no supimos, o no quisimos, o desistimos, de llevar a cabo en su día, cuando yo formaba parte de una utopía que nunca llegó a ser.

…Porque lo de que “el comercio cambia al mismo ritmo que la sociedad”, es la verdad de Perogrullo de un Director General de Comercio actual, cada vez más inútil en su cargo, que se está quedando sin comercio del cual ser su director general… Es una constatación la suya que no reconoce que los cambios de una sociedad lo dictan los individuos de esa misma sociedad. Es que, la responsabilidad de esa derrota, porque es una derrota y no un avance, es de todos. Desde una Administración impotente e incompetente que hace las cosas al revés (miren el nefasto y nefando sistema de Licitaciones, por solo ejemplo), a una ciudadanía que apuñala insensible lo que luego dice echar de menos cínicamente, pasando, claro está, por los propios comerciantes que se han puesto la soga al cuello con su miopía y miraombligos seculares.

Y sé perfectamente lo que digo. Esos Centros Comerciales Abiertos se pusieron en marcha en tiempos de mi buen amigo Guillermo Herráiz, otrora Director General de Comercio de la C.A. de Murcia, y cuando yo era multipresidente de algo… La filosofía entonces era adelantarse a las grandes áreas comerciales, ya en ciernes, que se sabía iban a arrastrar a las clientelas, con acciones concretas en los mismos centros urbanos como localización de la actividad comercial. Hoy languidecen las que quedan, porque esa filosofía no se pudo establecer en su totalidad y en respuesta a lo que vino, por personalismos, insolidaridades y falta de colaboración. Otras no llegaron ni a funcionar, pues se quiso creer que solo se basaba en señalizar la zona y poner carteles, sin añadir un esfuerzo común y colectivo.

Lo de la puntilla (la venta on.line) que hoy tanto se comenta y lamenta, entre Herráiz y un servidor montamos un prototipo de respuesta con un modelo de ensayo, aquí, en mi pueblo, Torre-Pacheco, que se quiso llamar Pachecomercio. Se trataba de una herramienta que diera un servicio, a la vez, de venta por Internet, globalizado, y que hiciera frente a lo que ya se veía venir. La concienciación de la ciudadanía se confiaba a la Comunidad Autónoma y Ayuntamientos… Pero ni los comerciantes quisieron, supieron ni pudieron (¿?), ni las administraciones se molestaron un jodido ápice, ni, por supuesto, los clientes respondieron ni se interesaron un ardite…

Por eso que las campañas puntuales y locales de hoy, justificativas de la más pura y dura inacción, de colgar de las farolas cuatro cartelujos de “Compra en tu pueblo”, me suenan a reírse de un muerto… La realidad está en lo que comienzan a hacerse eco los periódicos. En esas fotos y reportajes de calles vacías y sin vida que empiezan a empobrecer nuestros pueblos y ciudades, siendo ocupadas por extranjeros que vienen a retrotraernos un comercio pobre y ruin de subsistencia… son las desastrosas consecuencias de unas causas que nacen en todos y cada uno de nosotros mismos.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

COMERCIO... ¿QUÉ COMERCIO?..

 

Viene en portada del periódico y en páginas interiores con profusión de titulares (LO-20/7): “devorado por la era digital”, otro: “el comercio tradicional no resiste ante el avance de las grandes plataformas y de Internet…”, etc., etc. Y así todo. Se pide que a esos “Amazones” se les grave con impuestos, y es que, porcentualmente, esos monstruos cierracomercios pagan cien, mil veces, menos que una tienda de cualquier calle de cualquier pueblo. Tal cual. Amazon Europe, por ejemplo, sita en Bruselas, ha pagado este año CERO euros de impuestos, aunque, por otro lado, y esto resulta sangrante, los ciudadanos nos empeñemos en engordar las andorgas del que nada y nada comparte, pero todo lo absorbe.

El paisaje urbano cambia a peor en la medida que desaparecen escaparates y se cierran locales, y no solo se destruye el ambiente, si no que también la economía de las poblaciones se resiente grandemente. Las franquicias van ocupando los cierres de persianas en las ciudades, pero apenas suponen un 10% del comercio autóctono. Las más jóvenes, y menos jóvenes, generaciones, se han incorporado masivamente a la compra on-line, y eso significa certificar el acta de defunción de un comercio tradicional que daba servicio y trabajo, sumaba empleos dignos, pagaba impuestos y colaboraba a mantener la economía local y la vida urbana… Ninguna de esas cosas hacen los gigantes de la distribución a los que nos hemos vendido tan egoísta, insolidaria e ignorantemente.

Con la pérdida del comercio tradicional de las ciudades y pueblos desaparece parte de nuestra mejor cultura”, dice la presidenta de Coremur… Ya lo sé, señora mía, pero es que, hasta que no vemos las cosas a través de nuestros insensibles sentidos, no lo captan nuestros sentimientos. Y aún y así. Yo mismo hace décadas… sí, dé-ca-das, que lo vengo escribiendo y advirtiendo, y solo he cosechado sonrisas conmiserativas, cuando no despectivas, de muchos de quienes me leen. Resulta que ahora los medios se dan cuenta, y afloran los datos, gráficos, previsiones y fotos dramáticas de cierres de miles de comercios de toda la vida, y se hacen eco de una dolorosa realidad. Es curiosa la autoceguera que nos imponemos cuando no nos conviene mirar de cara a la verdad que nosotros mismos nos hemos construído… “Se sale buscando ocio solamente, pero hay menos puestos de trabajo y más calles solitarias”, se queja un presidente de uno de los pocos Centros Comerciales Abiertos supervivientes de aquella vieja iniciativa que no supimos, o no quisimos, o desistimos, de llevar a cabo en su día, cuando yo formaba parte de una utopía que nunca llegó a ser.

…Porque lo de que “el comercio cambia al mismo ritmo que la sociedad”, es la verdad de Perogrullo de un Director General de Comercio actual, cada vez más inútil en su cargo, que se está quedando sin comercio del cual ser su director general… Es una constatación la suya que no reconoce que los cambios de una sociedad lo dictan los individuos de esa misma sociedad. Es que, la responsabilidad de esa derrota, porque es una derrota y no un avance, es de todos. Desde una Administración impotente e incompetente que hace las cosas al revés (miren el nefasto y nefando sistema de Licitaciones, por solo ejemplo), a una ciudadanía que apuñala insensible lo que luego dice echar de menos cínicamente, pasando, claro está, por los propios comerciantes que se han puesto la soga al cuello con su miopía y miraombligos seculares.

Y sé perfectamente lo que digo. Esos Centros Comerciales Abiertos se pusieron en marcha en tiempos de mi buen amigo Guillermo Herráiz, otrora Director General de Comercio de la C.A. de Murcia, y cuando yo era multipresidente de algo… La filosofía entonces era adelantarse a las grandes áreas comerciales, ya en ciernes, que se sabía iban a arrastrar a las clientelas, con acciones concretas en los mismos centros urbanos como localización de la actividad comercial. Hoy languidecen las que quedan, porque esa filosofía no se pudo establecer en su totalidad y en respuesta a lo que vino, por personalismos, insolidaridades y falta de colaboración. Otras no llegaron ni a funcionar, pues se quiso creer que solo se basaba en señalizar la zona y poner carteles, sin añadir un esfuerzo común y colectivo.

Lo de la puntilla (la venta on.line) que hoy tanto se comenta y lamenta, entre Herráiz y un servidor montamos un prototipo de respuesta con un modelo de ensayo, aquí, en mi pueblo, Torre-Pacheco, que se quiso llamar Pachecomercio. Se trataba de una herramienta que diera un servicio, a la vez, de venta por Internet, globalizado, y que hiciera frente a lo que ya se veía venir. La concienciación de la ciudadanía se confiaba a la Comunidad Autónoma y Ayuntamientos… Pero ni los comerciantes quisieron, supieron ni pudieron (¿?), ni las administraciones se molestaron un jodido ápice, ni, por supuesto, los clientes respondieron ni se interesaron un ardite…

Por eso que las campañas puntuales y locales de hoy, justificativas de la más pura y dura inacción, de colgar de las farolas cuatro cartelujos de “Compra en tu pueblo”, me suenan a reírse de un muerto… La realidad está en lo que comienzan a hacerse eco los periódicos. En esas fotos y reportajes de calles vacías y sin vida que empiezan a empobrecer nuestros pueblos y ciudades, siendo ocupadas por extranjeros que vienen a retrotraernos un comercio pobre y ruin de subsistencia… son las desastrosas consecuencias de unas causas que nacen en todos y cada uno de nosotros mismos.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

O TE SECAS O TE AHOGAS

 

Por un lado, la pertinaz sequía… bueno, diré la jodida sequía por no parecerme al don Paco aquél, y el ruinoso nivel de los pantanos, amenaza con cerrarnos los grifos del agua y secuestrar los botijos hasta que se nos seque el gañote…

Y por otro, la amenaza de la dana, o la gota fría, o lo que sea, sobre nuestras cabezas, como espada de Damocles amenazándonos con abrir ramblas y escorrentías, y arrastrarnos hasta la puñetera mar salada…

¿Acaso no nos puede llover en un buen ten con ten?.. ¿sostenido, pero calmoso?.. ¿sin tener que meter otra vez a los animales en el arca?.. Vamos, digo yo…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

RE-CONOCIÉNDOSE

 

Escribía Fernando Aramburu que “llegados a cierta edad, a uno le da por pasarle la bayeta a los recuerdos”… A mí me ocurre eso, desde que traspasé la última década, de la que ya ha pasado más de la mitad de ella, y no puedo decir que me sea una década prodigiosa, precisamente, aunque tampoco específicamente mala. Las ha habido mejores, aunque solo sea por el vigor, la salud de los sentidos, las ilusiones cumplidas y perdidas, o lo que uno creyó y descreyó con y en el tiempo. Pero no por el sosiego del pensamiento y la madurez de la razón que concede la perspectiva, por supuesto. Ahora que apenas me queda tiempo ya, tengo de sobra todo el que me faltó entonces… No es que parezca una paradoja, es que lo es: el tiempo es como una pastilla de chicle, que a lo mejor estira más cuando menos queda, aunque solo sea una apariencia de la realidad.

…Y uno se sorprende a sí mismo haciéndose preguntas absurdas, como: ¿qué habría sido de mi vida de haber roto en su momento con mi momento, y me hubiera largado a otros lugares, con otros objetivos, a otras labores?.. ¿cómo hubiera transcurrido de no haber roto con aquella relación?.. ¿y si me hubiese reenganchado al servicio militar en vez de licenciarme?.. ¿o si hubiese tomado una decisión opuesta a aquella otra que tomé?.. Por supuesto, son preguntas que no tienen respuesta, y que, como los crucigramas, a los que tan aficionado soy, solo sirven para entretener y tratar de mantener ágil la mente. En definitiva: gimnasia mental. Pero, ya que estamos practicando ese ejercicio (recomendable, por lo demás) pongámonos a imaginar un hipotético encuentro entre dos identidades: el joven que un día fuí, y el … ¿viejo?.. pues sí, viejo, ¡qué leches!, que hoy soy.

Se me argumentará, como decía El Gayo, que “ezo no pué ser, y ademá eh impozible”… Bien, pues así será si así lo deciden ustedes también. Pero, al menos, permítanme que yo, y algunos otros, no lo tengamos tan absolutamente claro. Hubo, y hay, investigadores por ahí, científicos de la mecánica quántica y todo eso, que mantienen la teoría, y repito: teoría, de los universos paralelos. Esto es: toda posibilidad habida en y por el ser humano se desarrolla paralelamente en una dimensión diferente a la elegida, que es la aparentemente real… o algo muy parecido. Eso se complementa con otra teoría, llamada la de cuerdas, que reza que el Universo está hecho así, y que una cuerda puede vibrar en infinitos tonos, y dar, a la vez y al mismo tiempo, cientos, miles de notas distintas unas de otras… si bien que todas pertenecen a la misma cuerda.

Pero dejemos aquí el razonamiento de una de las ramas de la ciencia. Mi artículo de hoy no va por aquí, y si he introducido esa posibilidad, ha sido tan solo para también introducir en ustedes, o aquellos que me vayan a leer, una duda lo suficientemente razonable como para ya no admitir nada como verdades absolutas. Ni lo posible, ni tampoco lo imposible… Todo puede suceder, si es que no está ya sucediendo en otras dimensiones de la realidad absoluta, y que a nosotros se nos presenta como relativa.

Una vez que usted se meta esa verdad posible en la cabeza, su mente comenzará a abrirse como una ventana de postigos herrumbrosos y quejumbrosos, y tras el fogonazo de la ceguera, la luz empezará a mostrarle lo que antes estaba sumido en la oscuridad, en “su” oscuridad… Pero, cuidado, esa claridad no le va a interpretar nada de lo que se descubre a su luz. Absolutamente nada, tan solo hace que mostrárselo. La interpretación le corresponde nada más que a usted. Y aquí, cada cual agarra su mangual.

Mi experiencia personal, si le vale a alguien, por supuesto, es que me ha traído cierta, relativa, serenidad de espíritu, al menos en estas cuestiones del envejecer… Mis prójimos más próximos me dirán que “… y una leche”, con perdón, que vaya con mis cuentos a Calleja a ver si me los recompra. Pero no debemos confundir el espíritu con el alma. No es lo mismo, y eso da resultado a ciertos equívocos. No es igual, no señor. Para mí – opinión personal, claro – el espíritu es el destilado del alma… Un ejemplo de alquimista, si me es permitido: el alambique hierve convulsivamente, mientras el producto, una vez depurado, se posa mansamente en el fondo del platillo… ¿capisqui?.. Pues eso.

Lo que pasa, y en esto les voy a dar la razón, es que, en la mayoría de las veces, y mucho más en la sociedad de hoy en día, lo más prudente es callarse la boca, o la pluma, para que a uno no lo tomen por loco. Demasiados orates impensantes para que también se sumen los pensantes; escojamos pues los primeros que dan menos problemas que los segundos… Naturalmente, yo no me privo de, esporádicamente, confesar que soy un buen creyente aunque mal practicante de esta locura. A veces recibo trémulos trinos desde tímidos nidos, y veo, con íntima satisfacción, que no estoy tan solo en tan solitarias trincheras. Y eso me conforta, y me anima, y me susurran al oído como a los caballos… Y es que, amigos míos, tomen muy buena nota: no todo el que me conoce me reconoce, pero cuántos me reconocen me conocen.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

MATEMÁTICAS

 

En matemáticas, uno y uno son dos. No así en muchos aspectos de la vida real, donde un león y un cordero no son dos animales, es uno solo, puesto que el primero se come al segundo… luego aquí, en este caso, 1+1=1.

Igual o parecido ocurre con un político y un ciudadano (al menos en España) donde el primero también “se come” al segundo. Solo queda el político, y el ciudadano queda anulado.

Lo de un ciudadano, un voto, es solo para afianzar al político, pero después de las urnas, ya saben… el político al bollo y el ciudadano al hoyo. Piénsenlo ustedes. Miguel Galindo Sánchez /

www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

TENER NO ES SABER

 

Me encanta la historia de aquel condenado a muerte que esperaba el aviso del momento final en su celda leyendo un libro, y que, cuando llegó el guardia anunciándoselo, dobló la hoja por donde iba, antes de seguirlo al cadalso. A la pregunta del funcionario, dicen que contestó: “ya lo terminaré luego.”.. Es todo un homenaje poético a la fé en el conocimiento; a la esperanza de una continuidad; a una finalidad que no tiene fin. Puede, incluso, que desvele el auténtico misterio de la muerte, desterrando el fatalismo o el fanatismo con que envolvemos la propia vida. Y, sobre todo, rechazando de plano todos los afanes por los que en realidad vivimos y nos esforzamos.

También Sócrates, mientras le preparaban la copa de cicuta que iba a terminar con su existencia, se esforzaba tocando la flauta donde aprendía una complicada pieza musical. Cuando el verdugo le preguntó: “¿para qué quieres aprenderla, si en unos minutos morirás?”, el filósofo se limitó a responder: “para saberla”… dando a entender que aprender para saber es el fin, primero y último, del ser humano. De todo ser humano, hombre y mujer. Lo demás es un acompañamiento circunstancial que desaparece por el aliviadero de la pila. No es nada. Tan solo el saber, el conocimiento, es el verdadero y genuino patrimonio del alma.

A veces… si no todas las veces, lo que nos parece más importante resulta ser lo más intrascendente, y lo que ladeamos como accesorio es lo que encierra un auténtico valor. Sócrates así lo afirmó demostrándolo hasta el final: lo importante no es TENER, lo importante es SER, y para “ser” hay que “saber”, pues solo sabiendo se acaba siendo. Otro filósofo, pensador y contemporáneo nuestro ha dejado dicho y escrito: “muy pocos se dan cuenta que el disfrute de la vida depende mucho más de los conocimientos que, aparentemente, no tienen ninguna utilidad ni sentido práctico, que de la habilidad para engrosar la cuenta corriente”. Una manera hermosamente radical de romper el mundo que hemos construido, y que ahora amenaza, precisamente, con destruirnos a nosotros… Y es también una acusación tácita y expresa a los sistemas educativos que se esfuerzan por eliminar la filosofía, el conocimiento clásico, la ética de los valores y los valores de la estética, a cambio de una educación enfocada estrictamente a la función más deshumanizada de la competencia sin decencia, a la ambición de lo cuantificable, a tener más que a saber…

Aquí, en este punto y momento, es dónde y cuándo muchos, y muchas, claro, podrán sacarme los ojos y ponerlos a secar al sol, diciéndome que a ver qué he hecho y cómo he obrado yo en toda mi puñetera vida, para ahora venir `predicando este evangelio… Naturalmente, llevan razón. Pero es que un servidor no se está poniendo como ejemplo, si no todo lo contrario. Estoy poniendo en duda un modelo que yo mismo he practicado por equivocado, y del que me doy cuenta que vamos errados… y hasta herrados. Todos, cada cuál en su medida, por supuesto. Cuando hemos montado un circo entre esos todos, en que hemos convertido el sobrevivir en sobretener, mientras otros muchos practican el apenasvivir, y otros pocos se enriquecen por ello y gracias a ello, al final del espectáculo nos daremos cuenta que el numerito no se mantiene, y que todo caerá por su peso… Pero que, a pesar de ello, se mantienen (mantenemos) los mismos clisés, sin darnos cuenta que son como la sirena del Titánic.

Un ejemplo: la declaración del afamado chef Dabiz Muñoz, sí, con zeta en los dos, en una entrevista, de que: “el menú de 365 euros de su restaurante no es un lujo para ricos”, queriendo popularizar lo que no es popular. Sin darse cuenta, pues no es eso lo que perseguía, dijo una verdad como una catedral, ya que para los ricos ese menú es barato… pero, claro, para los pobres ese menú es carísimo. Por lo que no puede ser un menú para ricos y pobres, que es lo que deseaba dar a entender. Eso es una falacia… En nuestra sociedad todos queremos ser ricos, y para eso tiene que haber pobres, ya que la riqueza se fundamente sobre la pobreza, y no sobre la igualdad. Y eso se debe a tener antes que saber. Y eso, en este planeta, no debería funcionar así, sino más bien al contrario. Aquí, imitamos al rico, al que tiene, ¿cómo?.. pues teniendo; y se desprecia al sabio, al que sabe, ¿cómo?, pues no sabiendo… ni queriendo saber tampoco.

Pero, al final del ciclo, como a Sócrates, o como al presidiario aquél, les sobrará la manta con la que se tapaban su cuerpo, y les faltará el último conocimiento con que visten su alma… Y ese saber, tan sumamente antiguo y arcaico, es el que aún no hemos aprendido. Aunque viniera de nuevo aquel nazareno a recordárnoslo. Nada, cero patatero. La propia y correspondiente Iglesia lo ha escamoteado con su ejemplo dado de acumulación de riqueza, prestigio, poder e influencia. Ni las otras creencias tampoco han sabido transmitirlo. Si acaso, el budismo (que es filosofía más que religión) la ha conservado como esencia de su prédica en toda su pureza y pobreza. Y, por eso mismo, desconfiamos de él.

Pensaréis que he reabrazado la cultura hippy… No seamos tontos. Ni llego a tanto, ni a tan poco. Aquello tuvo mucho de moda y muy poco de modo. Muchos eran unos aprovechados del momento, que iban a pescar y a ver quién les pagaba caña y anzuelo; y casi todos sin tener en el haber nada de saber. Y se trataba de compartir un saber que no había porque no se tenía. Compartir el uso del conocimiento para repartir el fruto del trabajo… No de que trabajen muchos para monopolizar sus frutos unos pocos y luego revendérselos a esos otros muchos a precio de oro. Tampoco es guardarse o secuestrar ese conocimiento. Ni siquiera para ser el profeta de la trompeta. No es eso. El problema se hace presente cuando la persona se convierte en gente, y se aborrega; y pide a gritos ser esquilado y esquilmado por los pastores y los impostores; y prefiere morir teniendo que sabiendo, que, a fin de cuentas, es la única dignidad del hombre… “Yo soy el que soy”, dijo aquella entidad del monte Nebo a Moisés, en su curso acelerado de leader, pero le faltó acabar la frase: “… pero porque sé lo que sé”.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

DE ARMAS TOMAR

 

Leo en la prensa nacional que España ya no tiene lanzacohetes, ni aviones espía o de lucha antisubmarina… y que está a punto de quedarse sin cazas F-18 por obsoletos (30 años de mili llevan), y que está todo deteriorado por falta de mantenimiento.

Por otro lado, me entero también que nuestro país es el cuarto del mundo en venta de armas… Salvo que fabriquemos navajas y tirachinas, aquí chirría algo. Ya saben aquel refrán de “en casa del herrero, cuchara de palo”. …

O puede que estemos tan mal de perras, claro, que vendamos cuanto de nuevecito producimos y nosotros nos quedemos con la chatarra a punto de oxidarse. Capaces somos.

Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com

INCULTURA DE ALTA GAMA

 

Se ha contado mucho la historia aquella de la patada a la cultura que una Ministra de Cultura, entonces Esperanza Aguirre, soltó a modo de coz cuando, hablando en un programa radiofónico, cultural, claro, sobre Saramago, ella creía que se estaba hablando de una mujer a la que se refirió como Sara Mago, y así siguió tratando la cosa hasta que algún avisado próximo le susurró la metida de pata… Luego se ha dicho que eso no ocurrió así como se cuenta, pero, sea como fuere, la tal dama dio, a lo largo de su dilatada carrera política, sobrados extremos de ignorancia, y no precisamente precoz.

Por eso es mejor contarlos, y cantarlas, cuando suceden estos casos y cosas, mientras aún se puedan demostrar y recordar, y para vergüenza pública de nuestros hombres públicos – y mujeres públicas – que, por cierto, nos representan a todos los españoles… Aún recuerdo aquél ilustrado toma y daca entre Ribera e Iglesias que mantuvieron sobre Kant… El segundo quiso presumirle al primero de su saber sobre el filósofo, y el primero se zafó diciéndole que “Kant era un referente”, para, al final, escapársele que no lo había leído. Así que, sacando el otro cresta y buche, le recomendó que leyese “Ética de la razón pura”, cuando el título real y correcto es “Crítica de la razón pura”, como todo el mundo sabe… o debe saber. Y éstos eran los listos de la clase.

Y es que nuestra clase política es asaz ignorante, pero, porque lo saben y reconocen, su complejo los lanza a demostrar su cultura, sin, al menos, obviarla si le viene la empanada de sopetón, o prepararse antes si sabe de lo que tienen que hablar o de quién tienen que hablar, o a quién van a citar. Es lo menos que se espera de este personal… Aquí tenemos, por ejemplo, a un Núñez Feijóo hablando de Picasso como si fuera catalán, cuando Pablo Picasso todo el mundo lo reconoce como malagueño universal. O confundió a Picasso con Dalí, o es que a él no lo saquen de sus muñeiras, que patina. Pero observen ustedes que, estando los colegas de la oposición a la que salta a fin de liarla parda, en estos gazapos culturales, mientras en las redes se descojonan, entre ellos se impone el más letal y casto silencio. Y eso es porque todos saben que tienen un déficit cultural que los hace callar, y que más les vale mirar para otro lado y silbar como aquél Kurt Savoy, ¿se acuerdan ustedes ?..

Nuestro mismo presidente Supersánchez, hace unos añicos quiso dárselas de esteta cultureta, y en uno de sus viajes, soltó: “desde Soria, cuna de Machado…”, que es, además, un poeta icono de las izquierdas cultivadas, cuando Antonio Machado en realidad nació en Sevilla, como también, estoy seguro, ustedes saben… Sin embargo, el hablar por el “ser” y no por el “saber”, porque lo que importa es la apariencia y no la sapiencia, es algo muy arriesgado en este país.

Lo último (o quizá ya penúltimo) es lo del alcalde de Madrid, José Luís Martínez Almeida, luciéndose como un pavo real: “esta noche cerramos la edición de Veranos de la Villa 2022 con la actuación de Carmina Burana en el mejor escenario posible que es el único parque urbano del mundo declarado Patrimonio Mundial: El Retiro…”. La traca última, si bien que falsa, pues esa declaración de parque público la ostentan otros más en el mundo, aquí mismo, en España, el Parque Güell, de Barcelona, se le podría perdonar por presuntuoso iletrado, pero confundir la famosa cantata de Carl Orloff y sus archiconocidos coros, con una cantante de carne, hueso y pelo, telita de verano… Dicen que cuando le advirtieron el error puso fingida cara de horror, pero todo eso se lo lleva el viento del tiempo, creo que dijo… Si bien este último lapsus tuvo su “antesde” en el Consejero de Cultura y de Comunicación de la Xunta gallega, Jesús Pérez Varela, al que, tras éste avisar a la prensa previamente para que lo sacaran en la cola de taquilla del evento patrocinado oficialmente por su Consejería, y hacerse el debido autoselfie, proclamó, urbi et orbe, desde la misma cuna de Santiago, que “…el de Carmina Burana, que es una de las mejores cantantes de este país, con la Orquesta Sinfónica de Galicia”.

Y es que, como ya habrán observado ustedes, casi todos los ignorantes culturales estos están colocados en puestos precisamente culturales… Concejales, Consejeros, o Ministros – también en femenino, claro – de una Cultura a la que habría de borrarle la inicial mayúscula para dejarla en la “ce” minúscula, de calderilla, que es lo que en verdad corresponde. Demostrado queda. Eso quiere decir que los bien pagados puestos oficiales y políticos otorgados por los partidos son en función de sus intereses, no por su preparación, conocimiento y aptitud para el cargo. El puesto es un premio, no un merecimiento. Y que Cultura es quizá la asignatura-maría de nuestros gobiernos, donde cualquier percebe inculto puede coger un ministerio, una consejería o una concejalía, a poco más de saber leer y escribir, y sin apenas ilustración básica ni elemental del tema.

Naturalmente, luego está la segunda parte, que es la peor y más triste de todas: que la gente apenas si se da cuenta de estas barbaridades, porque en materia cultural es lodo del mismo barro. Es el pez que se muerde la cola. Cretinos que eligen a otros cretinos que paren sistemas educativos para fabricar más cretinos de los que alimentarse. Cretinos que vayan a las urnas a elegir cretinos que entronicen la más pura y dura ignorancia, y la cultura se tire por el inodoro… Yo les suplico su perdón por verter tan dura opinión sobre tal particular. Perdón, otra vez. Pero, en serio, la verdad, pensando con un poquico de lógica y una pizca de sentido común, ¿de dónde se puede sacar lo que no hay?.. Como decía el maestro Belmonte: “lo que no pué zer, no pué zer, y lo demáh eh imposible”… ¿O no fue Belmonte?.. Disculpen mi incultura en el arte de Cuchares.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

HAY CIERTAS COSAS...

 

El presidente ucraniano ha pisado, al menos, tres estadios: el primero, como víctima, atacado y atracado, y abusado; el segundo, cuando se le propuso negociar con Rusia la cesión del Donbás a cambio de ser de la UE y la Otan, ayuda económica, etc. y dijo que no; y el tercero, al pasar a contraatacar diciendo que va a reconquistar hasta Crimea.

Tiene todos los derechos del mundo, pero no piensa que toda Europa estamos pagando también el costo de la guerra. Y debería, al menos, consultarlo, pues ahora somos socios en lo malo, que no en lo bueno.

Todos estamos sufriendo unas consecuencias de las que Ucrania es la causa, y eso merece cierta consideración. Vamos, creo yo…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

NO AVANZAMOS

 

A Katalín Karikó, una de las científicas que más ha investigado el llamado “Mensajero ARN” para la fabricación de vacunas que evitaron la muerte (está constatado) de 20 millones de personas en el primer año del más dañino Cóvid, declara alarmada: “me llueven mensajes de que me quieren colgar, que he hecho una vida miserable de su existencia, y que hay millones de personas sufriendo por el efecto secundario de las vacunas”… No dicen nada, claro, de los cientos de millones que han salvado el pellejo sin efectos secundarios, ni terciarios, ni cuaternarios… aunque cuaternarios sean los que, nimbados de una ciencia infusa y armados de inventados datos, aún describen horrorosas mutaciones del ADN, o inserción de microchips en nuestros ya de por sí reblandecidos cerebros.

Cuando, a decir verdad, lo único que podemos achacar a tales investigadores, es no haber desarrollado una bola de cristal que les permitiera leer entonces el inmediato futuro: una avalancha de – éstas sí – mutaciones seguidas del propio virus, que hace que se sucedan en oleadas tan rápidas, si bien cada vez menos dañinas y letales, gracias a Dios… Pero confundimos muy a menudo el conocimiento con la omnipotencia, y la negligencia con la imposibilidad del milagro. A los médicos no les permitimos errores, pero a los burros y burras de las redes les permitimos sus horrores; los agredimos convertidos en inapelables “Jueces de la Horca” (ver película de John Houston) después de estar siendo maltratados también por el propio sistema en sus carencias y condiciones precarias de trabajo… Me parece injusto por nuestra parte, e inmoral.

El problema reside, y ahí mismo apunta esta investigadora acosada, en que la suprema ignorancia sobre el conocimiento científico (esto sí que es veneno inoculado en incautos) nos conduce a someternos a la medicina basada en creencias supersticiosas y milagreras. De ahí a, luego, depositar la confianza – o quizá la fé – en productos alternativos y sin constatar, que luego se venden a través de la propia red, y que prometen lo que la gente quiere creer… Yo me pregunto ahora, y no deja de ser una opinión personal, si aquí funciona mejor o peor el efecto placebo. Pero ahí está. La cuestión es si ese alud de bulos, disparatados y malintencionados, no guardará algún tipo de relación con el subsiguiente mercado de supuestos medicamentos, e incluso supuestos chamanes paramédicos, que se hacen con la voluntad del personal, al que, previamente, han hecho sembrado pasto de mentiras y embustes adobados. La incultura es patente y potente: Todo el mundo conoce a ese mediático deportista o artista que se ha erigido en apóstol del negacionismo, pero nadie sabe de ningún prestigioso doctor que está salvando vidas con su abnegada labor… Es tan solo que un único ejemplo entre otros muchos.

Los fetiches que proporciona el mediatismo es la moderna inquisición para la ciencia actual. Y el linchamiento a través de las redes y los oscuros y ciegos seguidores que lo ejecutan, su inmediata sentencia… Newton, Darwin, Galileo, fueron considerados herejes por los brujos de la tribu (entonces la Iglesia) a la que se debe una amplia lista de mártires: Hipatia, Giordano Bruno, Miguel Servet… Ernest Güibbius, el entomólogo, fue asesinado acusado de brujería; Dian Fossey fue muerta a golpe de machete… en fin, la nómina sangrienta sería demasiado larga para este corto espacio. Hoy no se les quema, ni se les liquida a golpe de tiro en la nuca, pero se les despacha y se les fusila a golpe de Twuit, en las redes, por otros anónimos, o no, asesinos de nueva, pero igual, baja calaña, mientras abrazamos a echadores de cartas, telepredicadores, falsos profetas, alucinados visionarios, y consumimos fake news como auténticos posesos.

Es como creer a pies juntillas que la culpa de todo lo malo que nos está viniendo encima siempre es de Putin… Leo – en L.O.11-7 – que “Los precios de frutas y hortalizas se cuadriplican del campo al súper”, y lo denuncia una asociación agraria de jóvenes agricultores, que habla de “especulación y de imposición de márgenes abusivos”. Y es cierto. Pero han sido comedidos y no han señalado la auténtica causa y razón. Se han quedado cortos porque hay productos, como las ineludibles patatas, o los limones, cuyo precio se multiplica por seis; y otros por ocho veces su valor; y los hay que les imponen un margen del mil por cien. Calificarlo de abuso y especulación es quedarse corto. Eso es latrocinio declarado en lo que son productos públicos de primerísima necesidad: la alimentación de la ciudadanía. Pero ellos mismos y la propia Administración, que también lo saben, callan la verdadera causa y prefieren ofrecernos el motivo de la guerra de Ucrania.

Y no es esa guerra, ni ninguna otra, precisamente… Es que vivimos unos tiempos de auges populistas en que políticos modelo Trump (hay muchísimos a izquierda y derecha) partidos, corporaciones y oligarquías, están muy interesados en castrar de pensamiento lógico a los ciudadanos. Y para eso tienen que secuestrar el sentido común y poner en solfa todas sus disparatadas soflamas… De momento, la ciencia, la medicina, la investigación, la filosofía o las humanidades, son sus enemigos más directos, y el librepensamiento en el ser humano les produce genuino terror. Así que lo mejor es convertirnos, de nuevo, en una subespecie humana a su servicio, capándonos la capacidad de pensar por nosotros mismos…Y aún y así: “Eppur si muove…”

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

DE ESTO VÁ LA COSA

Fíjense hasta qué punto - al menos aquí, en España - la partitocracia ha anulado a la ideología, e incluso a la misma democracia, que Feijóo ahora vá contra las medidas de ahorro de energía que él mismo defendió en su día, aún poniéndose en contra de Von der Leyden, que es la jefa de los populares europeos.

Y sometiéndose a los dictados populistas de una desestabilizadora profesional como Díaz Ayuso, que persigue su puesto descaradamente y sin ambiguedades.

Esto ya no vá de creencias, ni de ser consecuente, ni siquiera de lealtades a las ideas... Esto solo vá de obtener el poder como sea, y a costa de lo que sea, aún traicionándose a sí mismo y a los intereses de la ciudadanía.

ALGO CURIOSO QUE CONTAR

 

Buceando por aguas bíblicas, por las que, de vez en cuando, me gusta darme algún que otro chapuzón y nadar por sus entresijos, como ustedes imagino que ya saben, me encuentro con el posible – y subrayo lo de “posible”, no sea que luego me digan – origen de nuestra España, dentro de esa misma historia antiguo-testamentaria, que ya es dar marcha atrás, ya... Así que busco dentro de lo que puedo, y esto es lo que encuentro… Por supuesto que lo comparto con cuántos me leen, no por otro afán que no sea el de mera curiosidad. Estoy seguro que habrán siempre algunos álguienes a los que les guste conocer aquello que no sepan, aunque solo sea por pura formación cultural, ya me entienden… Y esto es lo que hay:

Que parece ser que un nieto de Noé, el del Arca, un tal Túbal, sería el descubridor-colonizador-fundador más antiguo por conocido de estas tierras nuestras, por las que hoy andamos y de dónde venimos los que españoles nos decimos… Pasado un tiempo del Diluvio aquél de marras (asómbrense aunque no lo crean, pero dicen que Noé vivió más de 900 años), la descendencia habida de sus tres hijos se esturreó como una langosta por todo el orbe conocido. Sem tiró para oriente, y fue el padre de todos los pueblos semitas, de donde vienen los judíos con todas sus historias a cuestas… Cam largó para la parte sur, de donde provienen los camitas africanos y cuántos el sol les ha tostado la piel (eso dice el Libro), y los de Jafet agarraron camino de occidente, lo que hoy es, o somos, Europa, la tierra de los uros, unos torazos como pianos de cola, por cierto…

Sirva este prolegómeno para situar la cosa tras la porsaguera que lió Yahvé con lo de la Torre de Babel, de donde cuentan que arranca el caso de la cosa… Pues este “repartimiento” ya se cita en las Antigüedades Judías, del historiador judeoromano Flavio Josefo, como fuente de cierta garantía y seguridad. Bueno, vale, pues que este Túbal, hijo de Jafet, fue el primer colonizador de la península (échele años al tema). A Túbal se le atribuía la invención de la metalurgia, o sea que, como el dios Vulcano, se dedicaba a la forja, y se sabe que esta tierra, antes de que le viniera nombre alguno, era conocida por sus minas y sus metales – luego vendrían las fraguas, claro, pero, y siguiendo con la historia, ya San Isidoro de Sevilla lo recogía en su Enciclopedia, y muy posteriormente, el arzobispo Jiménez de la Rada lo añadió a sus Historia de Hechos Inéditos. También un tal Beroso, no el sacerdote babilónico de mismo nombre, si no un cuenta-cuentos de cuando nuestros Reyes Católicos, concede arte y parte a esta historia mítica nuestra.

Bien… pues se cuenta que de la progenie de Túbal nació aquel rey Gerión, monstruo de tres cuerpos al que dio matute Heracles (el Hércules latino) según la mitología griega. Por supuesto, el monstruo “tricorpe” es porque fue monarca de tres reinos: Galicia, la Lusitania y la Bética, no crean que era por ser trillizo sin terminar, que no van por ahí las cosas… Bueno, pues una vez vencido, Hércules, o Heracles, ya digo, dió sus tierras a su compañero y buen amigo Híspan… ¿Qué?, ¿ya les va sonando el nombre…?. Porque de ahí le viene la casta al galgo: Hispania.

Si esto es verdad o no, ya no lo sé, pero un tal Florián Ocampo precisó que Túbal desembarcó por la actual Andalucía sobre el año 2.163 A.C., esto es, 142 años después de que su abuelo, Noé el marinero, se dedicase a plantar viñas en tierras bien regadas, y lo pinta como “estupendo, discreto, valioso, amigable y justo” monarca, y remacha que vivió 195 años (entonces aún no habíamos contaminado la atmósfera)… Dejó, según asegura este autor, una estirpe ilustre de reyes sucesivos, todos más buenos que el pan sobao: Héspero, Atlante, Sicano, Sículo, Gárgoris, Habis… todos, como verán, de nombre esdrújulo, como Híspan y como el mismo Túbal. Y en esto no me hagan caso, es tan solo que una humilde observación por si les sirve a algún lingüista que me lea por ahí…

Y toda esta gente, anterior a los iberos, que ya es decir, a los cartagineses y a los romanos, que ya vienen a Hispania más documentados históricamente que los que, por venir “sin papeles” forman parte de la leyenda y el mito… Pero no olviden que lo mítico es tal solo que “indocumentado”; no quiere decir que sea real, pero tampoco es garantía de irrealidad absoluta. Puede que solo una parte, aunque sea la base, sea verdad, pero es que toda leyenda tiene un origen, y esto sí que es rigurosamente cierto, amigos míos…

Así que me alegraré que la historia que les sirvo en la escudilla de hoy, al menos, les haya ilustrado y entretenido… Si he captado su interés y atención, por lo curioso que siempre resultan los posibles y propios orígenes, pos coñonudo… Si ha servido para darles un conocimiento un poquico más profundo de nuestra ralea, por mítica que sea, pues miel sobre hojuelas, pos malegro… Es tan solo que algo poco conocido que me he tropezado por ahí, enredado en mis lecturas, y que me he dicho a mí mismo: anda, mira a ver si esto lo conoce alguien, y enséñalo a ver si nos vale de algo… Aunque solo sirva para añadir a los Cuentos de Calleja que todo el mundo se deja…(por que termine en verso).

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

SANIDAD

 

Sánchez dixit: “Vamos a hacer fijos a 67.000 sanitarios en España”… Fíjense bien fijados que no dice “vamos a aumentar 67.000 sanitarios en España”… Hay una muy sutil diferencia. Eso significa: “nos quedamos como estamos”.

Aquí, en Murcia, su “echaculpas” a palo fijo López Miras usa los mismos eufemismos demagógicos: parece que aumenta los activos, pero en realidad disminuyen.

En esta región estamos a tres semanas de la cita con el médico de cabecera, o a meses con la del especialista. Tales son las “mejoras” que disfrutamos… Cuando me vaya a ver el dermatólogo ya habré mudado de piel… Pues cohonudo.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

¡ DIOSES MÍOS !..

 

En mi programa de radio y/o mi artículo “Génesis o Reality”, me largaron unos cuantos cantazos por insistir en el concepto de Dioses en vez de en el de Dios, a la hora de interpretar ese Génesis o principio… Es más, algunos y algunas me retaron a que aclarase lo que ocurrió antes de la propia religión que vino después y que explica tal comienzo. Todo un dislate, pero, en fin… Yo tan solo puedo recurrir a la Historia, no a la fé. Si eso vale, pues estupendo, y si no sirve, pues lo siento mucho, pero la primera se puede probar aún sin creer en ella, y la segunda se puede creer aún sin poder probarla. No obstante, lo intentaré si así cuento con su benevolencia. Pero tan solo fíjense en la frase “Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza”. (Génesis, 1.26).

Las religiones son hijas unas de otras y madres de las distintas culturas, e incluso civilizaciones, habidas. Antes que Yahvé fuera dado a conocer como Dios único sus mismos ancestros ya reconocían en las Escrituras a Elohim, que es el plural de Dios, precisamente, e igual existían multitud de dioses que han quedado en reliquias culturales: Zeus griego, luego Júpiter romano, Amón, Horus, Isis, Baal, Merckat, Marduck, Ahura-Mazda, Viracocha… y compañía. Un reguero de dioses y diosas mayores y menores, muchos de ellos contemporáneos incluso al humilde hebreo Yahvé, del que nacieron las grandes religiones monoteístas posteriores del Judaísmo, Cristianismo e Islam, si bien mucho antes, y en Egipto, ya Hermes Trimegisto propuso la idea de un solo y único Dios… Así que nosotros, los católicos, somos herederos directo del judaísmo ortodoxo, nos guste o no.

Aquel primitivo rey Josías, primero de los judíos, de la edad del hierro, decidió unir a las dispersas tribus en una (gran) y única nación. Así que juntó a sus más espabilados sacerdotes de diversos credos para construir una sola religión monolítica alrededor y como eje de esa nación judía… Al este de Canaán había unos asentamientos que adoraban a un solo y único dios. Lo llamaban “ÉL”… Estar unidos en una sola creencia en vez de divididos entre muchas es una estrategia poderosa, de ahí que las religiones monoteístas duran mucho, muchísimo más, que las politeístas. Además, existe una razón lógica, simple y elemental: que la pluralidad nace de la unidad, y eso es una ley física que la propia física quántica ha probado. Pura ciencia. Del uno nace todo lo demás, sea energía o materia, potestades o inteligencias, es igual. Del uno salen todos los números. De Dios nacen todos los dioses… Así que no es tan raro que aquellos primitivos hebreos que fundaron el antiguo Isra-EL llamaran EL-ohim a lo plural de Dios… Esto es, los que me lapidan entienden las cosas justo al revés: si existieron, o aún existen, los dioses, es precisamente porque existe un Dios primero y principal, primordial y original. No solo lo uno no niega a la otro, si no que hasta lo justifica.

Luego, andando sus pasos la Historia, a esa religión le llegó un profeta que la revolucionó y la volvió del revés: se cargó a un Yahvé celoso, despótico, cruel, borde y vengativo, e instauró un Dios bondadoso, justo, perdonador y misericordioso. Esto es: quitó a un general y puso a un padre en su lugar… Y encima dijo que no estaba sobre las nubes y las montañas frente a un ejército vengador y castigador de ofensas, si no que habita dentro de todos y cada uno de nosotros, amorosamente… Naturalmente, se lo cepillaron antes de decir amén, porque aquello era demasiado peligroso para ellos, e iba contra su seguridad de sacerdotes-intérpretes. Lo que pasó tras su ejecución – pues eso mismo fue, y no otra cosa – ya lo saben ustedes, y cada cual lo interprete según ese mismo Dios, y no otro, (el del cambiazo), le dé a entender, pues ÉL, precisamente, nos dio ese mismo entendimiento y raciocinio para eso, para que entendamos… Luego vino un espabilado judío romanizado, constructor de tiendas, Pablo, que también construyó las bases de una multinacional llamada Catolicismo, montando alrededor de Cristo la misma jerarquía que el propio Cristo había desmontado… Pero esa es otra historia.

Toda nuestra angeología, como su propio nombre ostenta: ang-EL, lleva la marca primaria y última (ocultados pero reconocidos y consentidos) de esos mismos dioses… Fíjense que incluso los del Islam, también hijos del judaísmo y hermanos nuestros, usan su raíz AL-á de la raíz EL. No solo arrancan del que consideran un padre común: Abraham, que expulsó a Ismael y su madre, Agar, por una cuestión de celos con Sara, y de ahí los llamados ismaelitas y agarenos (árabes), sino que, ya muy posteriormente, su propio Mahoma, el paralelo a nuestro Jesús, sin sacrificio pero con ascensión a los cielos, le fue entregado el Corán por San Miguel, (por cierto: Migu-EL)) bajado de ese mismo cielo y basado en la misma Biblia… Luego viene lo que viene, que son las interpolaciones, los retoques, los ocultamientos y los falseamientos, un antiguo PhotoShop que lo deja todo a merced de los intereses y de los fundamentalistas de turno, y que ya no lo conoce ni el dios que lo fundó…

La propia Iglesia como institución ha “rellenado” ese espacio dedicado a los dioses con multitud de santos, vírgenes y cristos con cientos de advocaciones distintas y advenimientos diferentes; y hasta ha hecho imágenes de ellos, aún sabiendo como sabe que eso horrorizaría al primitivo y genuino cristianismo con el propio Jesucristo al frente del más decidido iconoclasismo, y contra tamaña barbaridad asimilativa y manipulativa.

Así que sí, vale, de acuerdo, pero… por favor, no me vengan con castañas pilongas que no tengo muelas. Me las he dejado por el camino royendo huesos intratables que no pasaban por las tragaderas del raciocinio… Que a estas alturas me vengan con que, por Dios bendito cuidado con los dioses, me parece una puerilidad. Pero bueno, mientras no resuciten a ningún Torquemada y me echen encima una renacida Santa Inquisición, iré andando los roales del sentido común y la razón.. Con su permiso, claro.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

ALGO HUELE MAL AQUÍ

 

En la prensa: “inquietud en la economía nacional por el aumento del precio del dinero”… “Los expertos prevén una caída del consumo y encarecimiento”… “El incremento del costo de los alimentos bate récords y ahoga a las familias…”

Pues la inquietud esa no se ha notado en la ocupación hostelera, ni en el ocio, las fiestas, los puentes o el veraneo… Y que en una zona, principal productora de alimentos como la nuestra, sea donde más suban éstos al consumo, tampoco resulta muy lógico…

Encima somos la región con mayor inflación de España, lo que es una losa añadida… O no gestionamos bien nuestros recursos, o, como diría el príncipe de Dinamarca: “algo huele muy mal en Murcia”…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

PERIÓDICOS

 

¿Qué es un periodista?.. ¿el que imprime periódicos?.. ¿el que los vende?.. ¿el que los escribe?.. ¿o el que forma y conforma los periódicos?.. ¿Entonces el columnista es periodista, o es un chucho aparte?.. ¿y los que escriben y no lo hacen en los periódicos, qué son, o qué somos?.. Uno que me acompaña me dice que periodista es el que ha hecho la carrera de periodismo y trabaja a sueldo de un periódico. Puede valer. Aunque eso, hoy, suena un poco, o un mucho, a “el que paga, manda”, y eso no deja de ser un pegatiros por cuenta de ciertos intereses pegados a periódico, llamémosle “línea editorial” que es una capa que todo lo tapa… y también lo capa. En la actualidad, la famosa libertad de prensa apesta a un dirigismo muy poco digerible.

Mi acompañante, al que consulto dónde poner el 1, o el 2, o la X en la quiniela, me dice que los columnistas escribimos EN los periódicos, pero no trabajamos PARA los periódicos; que estamos relacionados con el periodismo, pero no somos periodistas… Y veo que afina lo suyo, el tío. Efectivamente, en el columnismo existe más fiabilidad, al menos aparentemente, pero yo creo que es por la existencia del columnista libre más que el de jornal. Sus opiniones pueden estar más o menos acertadas, o equivocadas, o contaminadas, pero no están dirigidas ni encajadas. En un periódico, al que se sale de la horma y de la norma, simplemente le dejan de publicar, y muchas veces, sin la mínima explicación, ni deferencia, ni siquiera educación…

Entonces, le pregunto a mi interlocutor si yo soy un columnista sin periódico, o un periodista sin columna… “Ni lo uno, ni lo otro”, me sopla, “tú eres un columnista con periodicidad diaria, pero que ni tienes, ni necesitas, periódico alguno para que te sigamos, puesto que tú marcas los periodos y los lugares”… ¡¡Toma higos, Pepa ¡!.. tuve que pedirle me lo repitiese un par de veces, y tomar nota en una servilleta de papel, y veo que lo de “periódico” se está quedando un tanto – o un tonto – obsoleto, sin quererlo aunque sí mamándolo. Porque yo no lo deseo así, pues mi vida ha sido muy marcada por ellos en su soporte de papel; me crie entre cabeceras de periódicos; los transporté, los repartí, los vendí, fui corresponsal informativo, comercial publicitario, tonto útil y trasto inútil, columnista, trabajé con ellos y fui traicionado por ellos… Todo. He recorrido y he amado los periódicos hasta el extremo de que su tinta impresa ya casi forma parte de mi sangre, y su papel de mi genética. Para bien o para mal.

Esto es: soy comprador y lector compulsivo y diario de periódicos de quiosco, osea, de periódico impreso, y, sin embargo, escribo en las redes y para las redes que me rescatan de mis propias redes; y también, o van incluidos, para tres mil y pico seguidores que esas mismas redes dicen que me siguen, aunque yo diga que no me lo creo… ¿Cómo se puede entender semejante contrasentido?.. El mismo acompañante de fortuna que traigo hasta aquí, me susurra, como aquel que lo hacía a la oreja de los caballos, que, en realidad, según la nueva onomatopéyica, yo lo que soy es un “comunicador”. Y me aconseja que más me vale acostumbrarme a la nueva etiqueta, y ponérmelo en mis tarjetas de visita (otra obsolescencia) y dejarme lo del fabricante de columnas por muy dóricas, o corintias que sean; que se van a ir a hacer puñetas junto a todas las periodicidades periódicas; o que, si no, consulte con mis lectores, a ver qué leches opinan ellos…

Lo cierto y verdad es que la dignísima profesión (y carrera, hoy) de Periodismo está desgajada entre la persecución y muerte en países dominados por las mafias y las dictaduras: Méjico, Rusia, etc., y el pienso y adocenamiento pesebral en otros países más… llamémosles ilustrados y democráticos, pero que sirven a intereses (oligárquicos o de politiquería populista y populachera, que es el cuento de la lechera) más “elevados”. Tras estrategias comunicativas perversas y torcidas que quieren prostituir la comunicación, hoy en la definición de periodista puede caber la sospecha, el desprestigio, la desconfianza, por la información amasada, y/o amañada, para el consumo de masas, precisamente; el servilismo impuesto por los grupos de presión; o el venderse a componendas políticas y económicas. Esa misma, y no otra, es la grandeza y la tragedia del periodismo actual.

Lo dijo Albert Camús, pero claro, lo dijo cuando no existía Internet: “yo puedo no creerme en posesión de la verdad, pero puedo comprometerme a no mentir”… Éste, como cualquier otro juramento hipocrático profesional, hoy se convierte en un juramente hipocrítico, o sea, de hipócritas. Ahora se miente por interés, por maldad, o por deporte. No solo se ve en las redes, se ve también en las páginas de los periódicos. Con mayor o menor sutileza, pero ahí está. Fake News en supositorios lubricados y lubricantes y tó p´alante… Es el dinero que hay detrás, lo que paga y engrasa conciencias, y a veces mantienen unos periódicos cada vez menos independientes, y cada vez más vencidos y obedientes a la oligarquía del capital y del poder. A éstos, dadles poco pan y mucho circo, que es a lo que les hemos acostumbrado, es la consigna a obedecer…

Qué cabe en la palabra periodismo (se pregunta el columnista García Montero). El futuro de la democracia, la necesidad de resistir, de defender la propia dignidad. Comprobar los hechos, contarlos, denunciar las mentiras, investigar…” Pues me paece a mí que…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com